Lanzar
este post sin que de la impresión de que me he inspirado en lo
escrito por el compañero Conrado Martín y su 'Birdhood' para Making
Of E-Zine va a ser difícil. Pero el caso, es que entre las nominadas
a los Oscars de año se pueden establecer paralelismos que muchas
veces van más allá del aspecto meramente cinematográfico. El cine
como plataforma ideológica para las masas, y que este año tiene su
máximo exponente en el cara a cara entre 'Boyhood' y 'El
Francotirador'.
Ambas
ambientadas en Texas, y ambas ofreciendo un reflejo muy diferente de
la América de la última década, el mero hecho de que en más de
una ocasión se haya hecho referencia a 'Boyhood' de Richard
Linklater como la película favorita de Barack Obama da un
indicio de por donde van los tiros. Reivindicación de la vida
despreocupada, de la familia disfuncional, las pequeñas cosas
cotidianas y la búsqueda personal, cualquier tipo de sutileza salta
por la ventana desde el primer encuentro familiar en el que Ethan
Hawke le da una valiosa lección a sus hijos: Hagáis lo que
hagáis, nunca votéis por George Bush.
La
viva imagen del padre guay, enrollado, cariñoso con sus hijos y con
gustos musicales molones, y se nos presenta haciendo campaña activa
a favor de Obama dentro del que tradicionalmente ha sido el corazón
del partido Republicano de Bush y compañía. ¿Cómo no va a ser la
película favorita del actual presidente de los Estados Unidos? Se
estrena en las puertas de las elecciones y votamos a Obama hasta en
España.
Pero
como todo ying tiene su yang, enfrente encontramos 'El
Francotirador' de Clint Eastwood. Una nominada a mejor película
en los Oscars que se celebran esta noche que parece resultarle
incómoda incluso a su propio director, y en la que al lado crítico
termina temblándole las rodillas frente a la vanagloria del hombre
al servicio del estado con banderas ondeantes y alto sabor
patriótico. No es que vayamos a culpar a Eastwood a estas alturas,
porque supongo que será difícil no mostrar compasión por esos
muchachos que sacrifican su humanidad para defender el modo de vida
de su país. Sobretodo teniendo encima a la esposa del tipo en que se
basa tu película diciéndote lo qué sería bueno o no que vieran sushijos en el cine.
El
resultado es un biopic de un letal brazo del sistema que poco tiene
que envidiarle al Fredrik Zoller de 'Malditos Bastardos' que
peca de cómodo y amable, y que probablemente se habrá convertido en
la referencia de los americanos más conservadores, con su exaltación
de la familia convencional, esa esposa que aguarda castamente el
regreso de su marido, los valores del todo por la patria y un final
de los que te hacen arquear la ceja si te pilla fuera o todo
aquello te suena extraño. Sobre todo teniendo en cuenta que a pesar de que su evidente retrato de la deshumanización del hombre a manos de la maquinaria bélica y que para alguien con dos dedos de frente debería estar claro que está al borde de la
reivindicación heroica de un perfecto psicópata, cualquier tipo de crítica contra la cinta de Eastwood ha sido recibida entre la ira y el desprecio.
Ambas
se verán las caras esta noche en un duelo en el que 'Boyhood' tiene
todas las papeletas de resultar ganadora en varias de las categorías
a las que opta, mientras 'El Francotirador' seguramente quede como un
apéndice a pie de página para que la América de las botas de
cowboy, los rodeos y el alístate en la marina sepa que la Academia
no se olvida de ellos. O porque no, como campaña de reclutamiento
anual para recordar a todos esos muchachos que su país les necesita, en medio de una fiesta del cine en el que la política, nunca queda en segundo plano.
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