Si
bien siempre podemos apelar a 'Trillium' o 'Sweet Tooth' para
defender sus virtudes como guionista, los cómics de superhéroes
de Jeff Lemire han recibido palos en más de una ocasión por ser
demasiado evidentes en sus fuentes de inspiración. Principal razón
por la que actualmente se le puede considerar más un guionista
con proyección que una figura consagrada del género, ni aun
siendo de los que vienen disfrutando su trabajo desde que recuperó
las raíces agrarias de el último hijo de Krypton en Superboy
como es mi caso*, se puede ignorar a las voces detractoras que
señalan que sus trabajos suelen estar repletos de detalles que
recuerdan demasiado a cosas ya vistas.
Ya
sea un 'Animal Man' en el que quiso reavivar su aspecto
chamánico recuperando el legado de Jamie Delano o un 'Green
Arrow' con el que se dispuso a aprovechar lo que estaban haciendo
en la tele, y ya de paso tirar de la imagen gráfica del 'Ojo de
Halcón' de David Ajá y 'El Imortal Puño de Hierro' de Brubaker y
Fraction, el mayor enemigo de Jeff Lemire parece ser su empeño en
vestir los zapatos más grandes que encuentra en la tienda. Sin tocar
el molde.
Algo
apreciable incluso en aquellos trabajos en los que su etapa supera
con creces a la de su predecesor -como es el caso de 'La Liga de
la Justicia Oscura'-, y a lo que va a tener que enfrentarse de
nuevo ahora, cogiendo el testigo de la mano de Matt Fraction como
nuevo guionista de 'Ojo de Halcón'. Acompañado por Ramón
Pérez a los lápices, Jeff Lemire se estrena con el arquero de Los
Vengadores la próxima semana, cuando todavía queda un número para
que Fraction y David Aja terminen su etapa (lo que siempre da mayor
responsabilidad).
A
espera de ver como escapa de semejante compromiso, las primeras
páginas de 'All-New Hawkeye' denotan que Lemire ha optado por
ser continuista respecto a la etapa anterior. Algunos lo valorarán
como algo negativo, en mi caso, solo puedo afirmar que para una vez
que Marvel ha encontrado una voz propia para el personaje, quizás
sea más inteligente apostar por la solidez del notable sin
sobresaltos, que empezar a hacer experimentos. El resto, ya tocará
decidirlo una vez leído.
*
'Superboy' de Jeff Lemire, obra que a pesar de sus virtudes terminó
viéndose truncada por las lides con los crossovers de turno y un
apresurado final en las puertas de los Nuevos 52
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