Todo
guionista novel con ansias de comerse el mundo ha tenido alguna vez
el impulso de transgredir las leyes tradicionales de la narración.
Sobre todo, cuando esto implica romper con los esquema más sobados
de la ficción para aportar una mayor sensación de credibilidad
real. Hay veces que funciona y otras no, ya que si algo tienen en
común los clichés es
su naturaleza como fórmulas de eficacia probada, por lo que no
siempre es inteligente ignorarlos en un arrebato de reivindicación
de realismo.
Así
por ejemplo, que los protagonistas nunca tengan problema para
encontrar aparcamiento o que apenas tengan que dar rodeos para dar
con lo que buscan seguramente resulte inverosímil, pero es parte de
la economía narrativa que se asume para evitar saturar al consumidor
con interminables rodeos que no tendrían mucho sentido... A no ser
que sea el objetivo de lo que estamos contando.
Algo
así encontramos en el último número de Ms.
Marvel publicado en USA,
donde Kamala Khan y la Capitana
Marvel buscan a un
desaparecido en mitad de un apocalíptico caos, y ambas entran en un
almacén solo para encontrar a un puñado de gatos abandonados. No
tiene ninguna relación con la trama central del cómic, pero
G. Willow Wilson
aprovecha el alto para reflejar la naturaleza heroica de su
protagonista con una situación poderosamente reconocible para
cualquiera que haya vivido el contundente golpe que supone del choque
entre el idealismo de la juventud y la dura realidad.
El
fin del mundo reflejado a través de una caja de gatitos junto a esa
amarga lección de saber que no puedes salvarlos a todos, sin que
puedas silenciar esa voz que te dicta a hacerlo. Con Carol Danvers
ejerciendo como voz de la experiencia para una situación que -si
aspira a ser heroína- Kamala va a encontrar en numerosas ocasiones a
lo largo de su vida, este paréntesis dentro de la historia central
sirve para mucho más que para que Adrian
Alphona pueda tirar de su
sempiterna pasión por el detallismo más loco a través de la
caterva de felinos.
El
resultado es uno de esos momentos tan puramente Marvel, usando los
superhéroes para hablar de la vida, tanto a su protagonista como
para unos lectores que como ella se encuentran en plena transición a
la vida adulta, con todos los conflictos muchas veces irresolubles
que ello conlleva.
Para
más, consultar el post dedicado a la Secret Wars en Zona Zhero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario