A finales de 2004, aquel Brian Michael Bendis que acababa de desembarcar con lo puesto en en la franquicia de los Vengadores, usaba la cátedra del Doctor Extraño para soltar en pleno 'Desunidos' aquel tajante 'La magia del caos no existe'. Una afirmación sin vuelta atrás, que aparte de contradecir lo que Kurt Busiek y otros predecesores habían narrado de la Bruja Escarlata, no dio señales de tener objetivo claro hasta que llegó Dan Slott para enmendarlo. Pero en realidad si que lo tenía. Bendis quería toda esa magia del desastre para él, y desde aquella saga en la que los héroes más poderosos se la Tierra sufrían la mayor catástrofe de sus carreras, se especializó en un tipo de historia que podría resumirse como shit happens.
La
receta es tan sencilla como situar a un superhéroe o varios
cumpliendo tranquilamente con su día a día, cuando de repente
ocurre una movida muy gorda,
resultando en un recital de incertidumbre, emociones atropelladas y
diálogos nerviosos en mitad de una cascada de acontecimientos en los
que se veían completamente superados. Especialista en diálogos
dispersos de calibre medio con interrogantes de metralla, el
guionista de Cleveland se mostraba en esos relatos como pez en el
agua, y si bien en 'Desunidos'
el resultado fue potente pero tosco, no tardó en un pulir su
puntería en sucesivas sagas, muchas de las cuales quedaron para el
recuerdo tirando de dicha fórmula.
Varias
narradas en Ultimate
Spider-Man, fue el cruce
con 'Ultimatum' donde alcanzaría su máximo exponente, con un Stuart
Immonen desatado y el guionista sabiendo sacar oro del fondo humano
que había creado para la serie. Aquellas escenas con el ferry
encallado en mitad de Manhattan, las tensiones de los compañeros de
Midtown, el encuentro con Banner y Daredevil o aquel J.J. Jameson
empequeñecido frente a la ola barría la ciudad están entre los
momentos más intensos que ha dado el trepamuros en su historia
reciente.
Pero
en lugar de quedarse ahí, Bendis continúo buscando miel en la misma
orza, y aunque en sagas como 'La Muerte de Spider-Man' o 'El
Testamento de Charles Xavier' consiguió dar con la tecla, empezó a
dar señales de agotamiento, más intensas mientras más
responsabilidades tenía sobre los hombros. Así resultó
'Cataclismo' o
un 'Ultimate End'
que, a menos que se enmiende en su última entrega, va camino de ser
un deslucido final de fiesta para la Marvel alternativa que el mismo
creó (hace ya 15 años).
Y
eso que realmente la base de la historia es tan sencilla como poner a
los habitantes del universo Marvel tradicional y el Ultimate en un
mismo espacio para que surjan las tensiones entre ambos. Pero ni aun
con el no tener que preocuparse de las incongruencias de continuidad
consigue que termine de cuajar este cúmulo de escenas desperdigadas
en las que pocas son las que consiguen funcionar, y demasiadas las
que hacen agua. Agotada la magia del caos que le robó a Wanda, solo
esperemos que ahora que deja atrás los elencos masivos para
centrarse en personajes individuales, Bendis sea capaz de retomar las
riendas con fuerza y volver a mostrar su mejor cara.
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