No
importa lo mucho que estemos en la onda, ni que en algún momento de
nuestras vidas se nos allá considerado pioneros o creadores de
tendencias. Más tarde o más temprano, el paso del tiempo hace de
las suyas, dejándonos llevar por la nostalgia y el old spice hasta
que comienzan a versenos las costuras. Parte de aquella nueva ola de
autores que liberaron los noventa de la tiranía de la generación de
Image, James Robinson tampoco iba a ser menos. Y aunque antaño
estuviera al frente de una nueva generación de autores que apostaron
por una mayor inquietud creativa -junto a la recuperación del
espíritu de la edad dorada del cómic-, hoy está más cerca de lo
segundo, al más puro estilo de aquel Roy Thomas estandarte del
clasicismo editorial de biblioteca y la comodidad del lector de
toda la vida.
Esto
no implica que de repente haya perdido su toque, puesto que ahí
están obras como sus Cuatro Fantásticos para demostrar que
es capaz de nadar más allá del terreno conocido. Sin embargo, la
sobre-exposición y las ideas viejunas hacen mella, dejando al que
fuera guionista de 'Starman' bastante lejos de la vanguardia
del cómic mainstream entre la que estuviese en su día.
¿Cómo sabe Simon que es feliz?
¡Porque tiene alguien que le quiere!
Como
un viejo episodio de 'Los Simpsons' que antaño te resultara lo
último y ahora no puedas verlo sin preguntarte si siempre fueron tan
conservadores, en su último número de 'La Era de Ultron vs
Marvel Zombies' Robinson tiene uno de estos ramalazos de vieja
guardia, cuando para mostrar lo felices que son los patriarcas de la
zona segura al margen de despiadados robots y voraces muertos
vivientes, en todos y cada uno de los casos recurre a introducir una
pareja que les quieren y aguardan al volver a casa. Hay alguna idea
interesante en ello como que Visión esté con Agatha Harkness y no
Wanda, e incluso cierta insinuación de vidas paralelas entre sus
protagonistas (especialmente con el papel de Pym y la Avispa en la
saga).
¿Cómo sabe Visión que es feliz?
¡Porque tiene alguien que le quiere!
Sin
embargo, la nula química de unos personajes que parecen
seleccionados más por necesidad de tener a alguien con quien
emparejar a los protagonistas, hace que resulte bastante cogido por
los pelos, quedándose en las puertas de algo tan de otros tiempos
como una reivindicación de la necesidad de una pareja para
sentirse realizado. Que con todos loa anhelos que han tenido la
Antorcha Humana original, El Hombre Maravilla o la Visión -desde
sentirse integrado como uno más, hasta consumar sus expectativas
vitales o crear una utopía de paz- Robinson haya reducido la
definición de la felicidad a “encontrar una novia que me
quiera” se me antoja entre el simplismo años 50 y las
ganas de transformar este 'La Era de Ultron vs Marvel Zombies' en un
'Love Actually' que nadie pedía.
¿Cómo sabe John que es feliz?
¡Porque tiene alguien que le quiere!
Sobre
todo, teniendo en cuenta que el único de los cuatro protagonistas a
quien la felicidad todavía se le muestra esquiva -Hank Pym-, es
aquel que se ha visto apartado de su pareja (la Avispa). Quizás sea
cosa mía y que en el fondo sea un cabrón que no puede limitarse a
disfrutar la secuencia en la que uno tras otro los protagonistas nos
muestran lo felices que son mientras nos presentan a sus parejas.
Quizás Robinson sea un romántico empedernido desubicado en los
tiempos cínicos que corren. O quizás simplemente en el último
número veamos a los cuatro ejecutar un hechizo de amor con el que se
fusionen en un único cuerpo tras encontrar Pym al amor perdido -y
así derrotar a zombies y robots, con the power of love-.
¿Cómo sabe Hank que NO es feliz?
¡Porque NO tiene alguien que le quiera!
El
caso es que no puedo evitar pensar que a Robinson le han caído 20
años de golpe con este cómic. Pero bueno, todos tenemos nuestros
últimos cartuchos de ímpetu juvenil, y nuestros días más
carrozas.
¿Y al Ultron zombie de Francavilla?
¿Quién lo va a querer?
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