Es muy probable que
cuando en 2008 aquel pertinaz funcionario interpretado por Gregg
Clark le soltaba a Iron Man aquello de “Estamos trabajando en el
logo”, Marvel ya tuviera pensado lanzar a SHIELD a su
universo cinematográfico. Pero alguien debió echar un ojo a los
cómics, dándose cuenta de que en pleno siglo XXI la organización
seguía encabezada por los mismos tíos que ya eran tropas de élite
al comienzo de la II Guerra Mundial.
Siendo muy poco probable
que ningún plan de jubilación occidental mantuviera en activo a sus
habitantes de 90 años -a no ser que el país en cuestión fuera
España-, la editorial decidió que era el momento de hacer borrón y
cuenta nueva. Para ello, aprovecharían los 'Guerreros Secretos'
de Jonathan Hickman, narrando la reconstrucción de la organización
capitaneada por Nick Furia, con la intención de despedirse de los
Comandos Aulladores originales
y ceder el testigo a una nueva generación de Agentes de SHIELD.
Abarcando los números 17
y 19 de la colección de Hickman, 'La Última Carga de los
Comandos Aulladores' supondría no solo un adiós por todo lo
alto para el mítico comando del coronel Furia, sino también una de
las sagas más recordadas de la colección. Con una estructura en
cuatro tiempos, Hickman mostraría a Nick bebiendo solo frente a una
pared llena de retratos sin vida, mientras que en el Concilio de las
Naciones Unidas el comando original Timothy Aloysius Cadwallader
Dum Dum Dugan y el agente de primera
generación Jasper Sitwell afrontaban estoicamente un consejo
de guerra sumarísimo tras participar en una operación militar no
autorizada que había terminado en desastre.
Resumiéndolo en que -a
su conclusión- los Comandos Aulladores pasaron de mantenerse su
alineación original prácticamente intacta a quedar solo cuatro de
sus nueve con vida, la saga que sirvió para que los viejos soldados
dejaran de hacer sombra a Steve Rogers contribuyó además a elevar a
la gloria a la dupla Dugan & Sitwell. Habría que ser un devoto
seguidor de Hydra o La Mano para permanecer impasible mientras aquel
par de veteranos resistían el embate continuo de los burócratas del
estado. Material de leyenda, para dos personajes con los que hasta
que el instante nunca había llegado a ver más allá de dos ilustres
secundarios, pero que a partir de aquel momento me vi incapaz de
pensar en uno sin hacerlo también en el otro.
Sin embargo, la masacre
de los Comandos Aulladores no había terminado ahí, y durante
los siguientes años continuaron cayendo el resto de supervivientes.
Primero fue Jasper Sitwell asesinado por una Viuda Negra a la que
habían lavado el cerebro, después Rebel Ralston muerto
durante un ataque de IMA y -ya para rematar- aprovechaban 'Pecado
Original' para revelarnos que Dugan había muerto muchos años
atrás, y que el actual era un SDV que Furia conservó para contar
con la compañía de su amigo. Hasta el propio Nick caería en
desgracia a consecuencia del evento de Aaron, siendo el anciano Izzy
Cohen el único en disposición para acudir a la próxima reunión
del grupo.
Pero como en los
universos de superhéroes ni siquiera la muerte es un obstáculo
cuando los grandes mitos se empeñan en volver, Duggan y Sitwell
están de nuevo juntos para formar parte de una nueva encarnación de
Comando Aulladores presentada en páginas del 'SHIELD' de Mark
Waid. Esta no solo retomará la aproximación sobrenatural que le
diera Keith Giffen hace diez años -y que en esta ocasión reunirá a
personajes como Orrgo, el Hombre Cosa, la Vampiro de Noche, Hit
Monkey, el Hombre Lobo, Amphibian o la Abominación adolescente entre
sus integrantes-, sino que en breve disfrutará serie propia a cargo
de Frank Barbiere y el dibujante Brent Schoonover.
Presentados por Al Ewing
en el noveno número de 'SHIELD' -con el que Marvel celebrará esta
semana el 50 centenario de la organización-, si alguno teme que la
recuperación de Dugan y Sitwell suponga ignorar lo que se ha hecho
con ellos estos años, ya puede respirar tranquilo: Barbiere ha
dejado claro que su Duggan continúa siendo un SDV (con el añadido
de que ahora es consciente de su naturaleza artificial, por lo que lo
describe como una mezcla entre Kenny de 'South Park' y John Wayne)
y un Sitwell que por algún ritual desconocido se ha convertido en
una especie de muerto viviente. Enfrentados contra plantas
zombies, ghouls y fantasmas -público gamer ganado por partida
doble-, que los responsables de la serie tengan en cuenta su historia
conjunta es casi más aliciente que el disparatado grupo de monstruos
y criaturas extrañas que tienen bajo sus órdenes.
Ya sea por medio de
flashbacks o convertidos en afrentas contra la naturaleza fruto de la
tecnología robótica más inestable y la nigromancia prohibida,
tener de vuelta a Dugan y Sitwell siempre es un placer. Si además se
las ingenian para permanecer durante una buena temporada y trasladar
a estos sugerentes nuevos Comandos Aulladores parte de su actitud,
tampoco tengo previsto quejarme.
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