Si bien en colecciones
como los Vengadores o la Liga de la Justicia son algo más secundario
o prácticamente están ausentes, cuando hablamos de la Patrulla-X,
la relaciones entre los personajes -con todos sus amores y desamores-
son un factor determinante de sus historias. Tal es así, que cuando
pensamos en las grandes etapas del grupo es imposible no hacerlo
también en las dudas de Cíclope por una Jean Grey que llegó
revolucionando las hormonas del grupo, la entrada en escena de
Lobezno y el triángulo amoroso con la pelirroja y el líder de los
X-Men, cuando el canadiense salió del complicado tira y afloja para
ceder paso a Emma Frost, el interés romántico de Kitty Pryde por
Coloso y un largo etcétera de compañeros, Mariposa Mental y
Arcángel, la fijación sexual entre Mística y el Hombre de Hielo,
el tierno amor de Sapo por Vaina o la entrada en escena de Namor,
está vez para hacer tambalearse la relación entre Cíclope y la
Frost.
Siendo una franquicia en
la que el aspecto humano de sus protagonistas tiene casi más relevancia que sus identidades enmascaradas, no es de extrañar que
todas estas debilidades con
la que se construye la vida estén tan arraigadas en el genoma del
grupo. Como título estandarte de la nueva etapa que comenzará en
octubre, la Extraordinaria
Patrulla-X de Jeff Lemire
puede tener mucho que decir en este aspecto. En ella, no solo
volvemos a tener una alineación cerrada tras varios años en los que
-Patrulla-X primero o Lobezno y la Patrulla-X después- fueron una
suerte de cajón de sastre mutante para todo el que pasara por allí,
sino que el elenco elegido cuenta con un fuerte vínculo y a
preestablecido, pero que a la vez le permite al guionista un amplio
margen de maniobra en lo que a relaciones entre personajes se
refiere.
Que
en la portada del tercer número ya juegue con recuperar la tensión
entre Jean Grey y Lobezno
a través de la versión adolescente de la primera y el Old Man Logan
de Millar y McNiven, ya es buena señal de que toda esa vorágine de
sentimientos, con las dudas, pasiones y miedos de los personajes va a
tener un lugar especial en la colección. Entre el material
culebronesco de primera que ofrecen estos personajes al guionista de
'Animal Man', Lemire podría desde explotar lo que supondría para un
Rondador Nocturno
siempre propenso a dudas propias del cine de Woody Allen
al verse compartiendo una atracción mutua con la hermana de su mejor
amigo Coloso Illyana
Rasputín -ambos medio demonios, ella de carácter intratable y buscando dejar atrás su lado oscuro, mientras que él un ser piadoso que se enfrenta al suyo propio-, como podría suponer que el Hombre
de Hielo se plantease
seriamente su sexualidad (sin dar pasos acelerados, por favor, toda
progresión es más sólida mientras más orgánico sea su
desarrollo).
Pero
donde de verdad tiene oro para poder explorar uno de esos conflictos
personales con múltiples bandas, de esos que hacen historia y que
además sería sumamente coherente con las últimas historias de los
X-Men, es con la líder de esta Extraordinaria Patrulla-X Tormenta.
Haciendo una ligera retrospectiva con su historia reciente, la jinete
de los vientos puede que no haya vivido su mejor momento de
popularidad durante los últimos años, pero si que ha atravesado
grandes cambios desde que sacrificase su matrimonio con Pantera Negra
para apoyar a sus compañeros mutantes. Incluso la relación con su
hermano de armas
Coloso se vio dañada por el extrañamiento, lo que la dejaba en una
situación especialmente vulnerable, agravada por otros duros tragos
como la muerte de Charles Xavier.
Sin
embargo, el dolor, la frustración y la pérdida no son sentimientos
a los que Ororo Monroe no esté acostumbrada, por lo que mientras
varios de sus compañeros se venían abajo, ella tomo la decisión de
ser la fuerte. De mantenerse entera y firme para servir de asidero al
que se pudieran aferrar sus compañeros mientras guardaba todo el
dolor y desengaño que pudiera sentir para si misma. En ello jugaría
un importante papel el apoyo con Lobezno,
con quien Tormenta retomaría su relación de mucho más
que amigos que introdujese Chris
Claremont años atrás. Con la dispersión de títulos que hay
actualmente en la franquicia es probable que para muchos esta
relación nunca haya pasado del follamigueo
casual entre dos amigos cuya confianza y total falta de complejos no
conoce ataduras ninguna.
De
hecho nunca ha habido ningún tipo de vínculo formal entre los dos
miembros de la Segunda Génesis. Simplemente eran Tormenta y Lobezno,
ambos amaban, vivían la vida con una pasión desaforada y abrazaban
de una forma completamente libre su sexualidad. Sobre todo cuando
estaban juntos. Pero si formáis parte de los que además leísteis
el 'Lobezno y al
Patrulla-X' de Jason
LaTour, sabréis que en realidad la relación entre Ororo y Logan no
tuvo nada de casual ni de pasajera. Ambos llegaron incluso a vivir
varios años virtuales dentro de la cultura de El Mundo, en un
emotivo pasaje en el que se mostraban completamente entregados el uno
al otro.
Pero
entonces Lobezno murió, volviendo a dejar a Tormenta sola para
cargar sobre sus hombros todo el peso de la Patrulla-X, y así ha
sido hasta este momento en el que -tras
Secret Wars- se ve
obligada a tomar las riendas del último reducto de los X-Men
mientras los mutantes vuelven a afrontar la extinción. Por suerte
para ella no esta sola, sino que cuenta a su lado con sus amigos y
hasta de un enigmático Logan entrado en años, como una versión
todavía más madura del Lobezno que ella conoció y del que
finalmente se enamoró. Pero resulta que este Logan no es el mismo
del que se vio obligada a despedirse, sino un tipo elusivo que evita
implicarse demasiado con la gente tras haber sufrido el
indescriptible dolor de haber sido manipulado para matar a los X-Men
de su tiempo.
La
barrera está ahí para caer fulminantemente sobre los sentimientos
de Tormenta como una losa, pero ¿qué ocurre si además esta versión
cauterizada de Lobezno comienza a buscar refugio en uno de los
momentos más intensos de su vida? ¿Qué pasa si acude al fogoso
amor de aquella con quien se nos dijo una y otra vez que eran almas
afines? ¿Podría soportar Ororo que tras todo lo recorrido, del
dolor que ha necesitado tragar para mantenerse fuerte y recibir con
los brazos abiertos a la versión juvenil de la que fuera su mejor
amiga, que fuera a esta a quien la atención de Lobezno terminara
eligiendo? La tensión está ahí para quien quiera aprovecharlo, con
el extra del conflicto que debe suponer para el canadiense encontrar
con una Jean tan joven.
Que
no es que no hubiera ya una enorme diferencia de edad entre aquel
Lobezno de ochenta años y aquella Jean de 20 que tenían en el
momento en el que se conocieron. Pero entre 20 y los 17-18 el balón
comienza a estar demasiado cerca del larguero, y aunque el canadiense
tiene una larguísima tradición a la hora de ejercer como mentor de
jóvenes de su edad sin que aparezcan sentimientos extraños, con la
pelirroja la base ya estaba presente y ella ha dejado bastante claro
que no tiene ningún tipo de miedo a la hora de buscar refugio en
hombres bastante mayores que ella.
Tres
mutantes representando los tres estadios principales de la vida del
hombre, juventud, madurez y ocaso, y con unos sentimientos muy
marcados entre ellos que -como ya digo- bien aprovechados podrían
ser oro. Que Jeff Lemire y
Humberto Ramos lo vayan a
aprovechar ya es otra cuestión, pero el potencial está ahí, y solo
por lo que puedan dar de si con este elenco ya tienen mi atención.
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