sábado, 18 de abril de 2015

La diversidad de Star Wars


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, se alzaba una temible amenaza que pretendía convertir a todos sus habitantes en varones anglosajones americanos de raza blanca, con alguna concesión a los muppets comercializables. Con apenas un puñado de rebeldes como Leia Organa y Lando Calrissian atreviéndose a alzarse frente a la tiranía de la homogeneidad, la derrota del Imperio abrió las puertas a nuevos horizontes, en los que la diversidad fuera algo más que un efecto especial. 

Treinta y tres años después, la galaxia libre del imperio presenta una situación muy diferente a la de aquellos años, como no he podido evitar reparar mientras escribía un post dedicado a la nueva película de Star Wars y sus muchos personajes. Lo que encontramos es una Guerra de las Galaxias en la que más allá del envejecido elenco de la saga original, sus tres nuevos protagonistas centrales son una inglesa nacida en Westminster, un británico de origen nigeriano y un guatemalteco de padre cubano. 

Una Star Wars en la que hay mujeres militando entre los Stormtroppers de la Primera Orden, y en la que el no ser blanco o varón, ya no puede ser considerado una rareza. A falta de ocho meses exactos para su debut en cine, hoy la galaxia creada por George Lucas es un lugar mejor. Y que así dure.

2 comentarios:

  1. Quizás esto lleve a reflexionar a toda la peña que se desgañita poniendo a parir cambios en razas (y sexo) en adaptaciones de personajes creados hace décadas, en épocas en las que la coyuntura social imposibilitaba la relevancia de todo lo que no fuera varón, blanco y heterosexual. Quizás, pero lo dudo.

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  2. Más teniendo en cuenta muchas de las reacciones vistas a algunos de estos cambios, que hacen pensar que todavía queda un larguísimo camino que andar. Uno en el que por cada paso que andamos hacia adelante, parece que corremos el peligro de ir tres hacia atrás

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