Presentada hace dos años
y medio, entre la larga lista de nuevos títulos de la iniciativa
Marvel Now!, pocos podrán decir que tenían al 'Masacre'
de Posehn y Duggan entre sus series favoritas durante los
primeros meses de colección. Y es que por mucha genialidad que pudo
ser la trama de los presidentes zombies, aquella incendiaria saga en
la que Wade se dedicaba a aniquilar expeditivamente a los más amados
gobernantes de la nación era tan pasada de rosca, excesiva y
-definitivamente- Masacre, que la mayoría ni siquiera teníamos
claro que pensar de aquello. Sobretodo teniendo en cuenta que los
guionistas eran unos completos desconocidos salidos de la nada, y que
no estaba claro si había algún plan para el personaje más allá de
la burrada tras burrada.
Sin embargo, también
daba la impresión que más allá del bombardeo masivo de humor
grueso y el constante derrame de vísceras espontaneo, había una
finísima sorna que no tenía respeto ni por el mismísimo Alan
Moore, y lo más importante: No solo había un plan, sino que
además era muy bueno. Los meses continuaron pasando entre paisajes
mentales superpoblados, fantasmas coloniales, saltos en el tiempo y
patadas a la cuarta pared, para dejar paso sin aviso al demoledor
drama tras la disparatada vida del mercenario bocazas, y el
recordatorio constante de que -debajo de ese escaparate de fantoche
trastornado- se esconde uno de los dementes más letales, inestables
y profundamente trágicos del cómic de superhéroes americano.
Fue entonces cuando quedó
claro que a pesar de optar por despegarse de los secundarios
habituales para construir un entorno nuevo alrededor de Wade, los
guionistas conocían perfectamente lo que definía al personaje, y
estaban dispuestos a explotarlo a conciencia. Así, hasta que
cuarenta y cinco números, una mini-serie, varios especiales y una
saga digital, la etapa de Posehn y Duggan llega a su final. Lo hace,
con el conmemorativo número #250 y la compañía de unos
impecables Mike Hawthorne y Skott Koblish que los han
acompañado desde que Tony Moore diera por concluida su colaboración.
Lo hace en un cómic repleto de material extra en el que tampoco
faltan otros gamberros que han pululado por la serie y ahora vuelven
para la fiesta de despedida.
Pero sobre todo, lo hace
con un explosivo acto final que reúne todos los ingredientes que han
caracterizado a la que probablemente sea una de las mejores etapas de
Masacre, con el permiso de Joe Kelly. 'Los Aristócratas',
como únicamente podría haberse titulado, supone la última gran
broma de una andadura que ha sabido entender como pocas el juego de
contrastes que definen a Wade, saltando a velocidades imposibles de
la tensión más cruda al surrealismo más descabellado. Una broma
empapada en sangre y viudas de veteranos de guerra desmembradas, con
una conclusión tan delirantemente auto-consciente, que solo te queda
sonreír mirando a la viñeta, procesando el cúmulo de sensaciones
contradictorias que te invaden.
Tras la marcha de
Brian Posehn y Gerry Duggan, llegarán nuevas historias de
Masacre mejores y peores. Pero la pareja se despide dejando una gran
huella en el personaje, y un broche que difícilmente va a poder
superarse. Por todo el camino ofrecido y todo lo que venga con
Shiklah y sus Comandos Aulladores, muchas gracias.
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