Hubo un momento, cuando
-hace algo así como una década- las grandes editoriales recuperaron
los macro-eventos y todavía no tenían claro como proceder, en el
que estas comenzaron a experimentar con diferentes fórmulas y
formatos. Devaluados por la irrelevancia de los noventa, los nuevos
eventos tenían como base proponer ambiciosos marcos argumentales que
bajo el lema “Y nada volverá a ser igual”,
afectasen a multitud de series del catálogo editorial.
Alcanzando su máximo
apogeo con la 'Crisis Infinita' primero y 'Civil War'
después, estos nuevos eventos tuvieron su primer traspiés, cuando a
mediados de 2008 Marvel publicó la 'Invasión
Secreta'. Un evento una propuesta atractiva y que tuvo un gran
debut rodeado de expectación, pero que se fue diluyendo en interés,
principalmente por el hartazgo de los fans.
Siendo posible exponer
numerosas razones por las que esto pudo suceder -pérdida de la
novedad, historias mejores o peores, menor atractivo...-, es muy
posible que tuviera un fuerte papel el desorbitado aumento del número
de tie-ins, frente a una visible precariedad en la variedad de los
mismos. Porque -sí- durante la 'Invasión Secreta'
disfrutamos de tie-ins tan estimulantes como 'Invasión Sagrada' del
Increíble Hércules de Pak y Van Lente, 'Capitán Britania y MI: 13'
o alguno que otro de los usados por Bendis para relatar el desarrollo
de la Invasión. Pero en general, la mayoría fueron morralla
reiterativa en la que los superhéroes de cada colección vinculada
se enfrentaban a invasores verdes, siempre representados con mezclas
de poderes ligados a su pasado reciente y siempre superados sin mayor
interés o relevancia.
Por culpa de la 'Invasión
Secreta', los tie-ins con los eventos pasaron de ser un estímulo
para probar series nuevas como les ocurrió a muchos lectores con
X-Factor durante Civil War, a una invitación para bajarse del carro
con cualquier título que se cruzara con un evento. Una situación
que se vio agravada cuando apenas unos meses después, DC lanzó un
crossover con fórmula idéntica, cambiando a los invasores
metamorfos del espacio exterior por superhéroes zombies. 'La
Noche Más Oscura' fue la gota que colmó el vaso y -desde
entonces- las editoriales han tratado de limitar el número de
tie-ins, o por lo menos ofrecer propuestas más variadas.
El objetivo era
claramente no perder el tirón comercial de los eventos, pero a su
vez hacerlos menos invasivos -de forma que los autores pudieran
aprovechar los acontecimientos para enriquecer sus propios argumentos
en curso-, o por lo menos limitar el número de tie-ins. Así se ha
mantenido en la mayoría de crossovers publicados desde entonces,
hasta que en plena 'Convergence' DC Comics decide recuperar
aquella fórmula, haciendo que durante dos meses todos sus cómics
publicados estén delimitados por un mismo patrón. Una oportunidad
perdida, dadas las enorme posibilidades que ofrecía un evento en el
que se rememoran diferentes momentos de su pasado histórico, pero
que poco puede aprovecharse ante la obligación de los equipos
creativos de amoldarse a la estructura del “Ciudad vs ciudad,
fight!”.
Dejándose notar incluso
en los cómics que más aliciente podrían ofrecer por cuenta propia
como 'The Question' de Rucka y Hammer, volver a reiterar en esta
práctica del exceso esta haciendo que -con solo una semana y sin ni
mucho menos haberlos leído todos- 'Convergence' esté resultando
agotador. A falta de otras siete semanas de tie-ins y con las 'Secret
Wars' de Marvel en el horizonte para proseguir con los jaleos
multiversales, no sería mal momento para recordar aquello de los
herrores del pasado, si es que no queremos volver a caer en los
mismos.
Fuente de la imagen de portada: Zona Negativa
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