jueves, 2 de abril de 2015

En el nombre de Ultron y de Rick Remender


Es inevitable dejar parte de uno mismo en la obra creada. Una constante que no solo permite identificar las influencias de un autor, sino también analizar sus inquietudes y preferencias. En el caso de Rick Remender, hay una figura presente a lo largo de la mayor parte de su producción, y que le persigue como una suerte de fijación edípica por el padre. Ya sea adentrándose en la sci-fi más pulp con obras de corte indie como 'Fear Agent' o en sus trabajos para Marvel, el guionista de 'Los Vengadores: La Colera de Ultron' siempre acaba volviendo a la relación entre padre e hijo, como uno de los temas capitales de su bibliografía.

Una relación padre e hijo que suele presentar truncada y con imposibilidad para la reconciliación, en la que el vástago normalmente ejerce la función de hijo pródigo descarriado y herido. Esto ha servido de base para trabajos tan loables como su andadura 'Veneno' o todo lo relativo a Frank Castle y al hijo de Billy Russo en 'Punisher', siendo también rastreable en un Capitán América cuyo padre nunca pasó de ser una nota a pie de página hasta la llegada de Remender, la trama de los Gemelos de Apocalipsis o la relación entre Kaos y la Avispa en el Planeta X. Hablamos de un guionista que en Imposibles X-Force creo al villano conocido como 'Padre' y a 'Los Descendientes', por lo que cualquier especulación está más que superada.

Pero si bien por lo general estas tramas han sido el combustible de algunas de las mejores historias de Remender, hay ocasiones en las que ha cambiado la naturaleza de determinados personajes por forzar su visión sin ser tal vez la más adecuada. Porque no todas las relaciones paternofiliales son iguales, pero en el universo de Rick Remender parece imperar la idea del hijo castrado, incapaz de validar su madurez hasta recibir la aprobación del padre. Un enfoque muy diferente al del Lucifer de Mike Carey por poner un ejemplo, y que hizo que Daken pasara de ser un Maquiavelo sexagenario consternado por la imposibilidad de dejar atrás la sombra de su padre, a un adulto adolescente que necesitaba desesperadamente la atención del progenitor. 


Interpretaciones lo llaman, y aunque los personajes de ficción están abiertos a las mismas, no siempre tienen que convencernos. Así ha sido mi caso en lo que atañe a su aproximación a la relación entre Hank Pym y Ultron en la novela gráfica publicada simultáneamente en Estados Unidos y España. Una aproximación que si bien tiene la interés y mantiene ese aspecto de tragedia griega con mallas de superhéroes, da la impresión que está mostrada justo al revés de como debería ser. Porque se nos habla de que Pym trató de matar y no al revés, y porque se nos muestra a un Ultron incapaz de ignorar su conexión afectiva con su creador, cuando nunca la hubo más allá de la necesidad de superarlo como pugna inter-generacional.

Luego hay otras adiciones muy acertadas -especialmente las que sirven para introducirnos en la torturada mente de Pym- y alguna que otra secuencia que haría que a Sigmund Freud le estallase la cabeza. Pero en lo que respecta a la relación entre Pym y Ultron, no creo que acierte en su forma de plasmarlo, otorgando al Vengador un poder que nunca ha existido sobre las decisiones y actos de su creación. Más, cuando si algo definía al origen de Ultron fue su precocidad y el impulso inmediato de matar al padre. El parricidio sustitutivo como eterna contienda entre presente y futuro, tan trasladable al ciclo entre padres e hijos como a la transición entre especies que tan a menudo se aplica al conflicto entre hombres y máquinas. Un parricidio de carácter mitológico, en el que Ultron jugaba el rol de hambrienta descendencia que necesita aniquilar al progenitor para convertirse en él, pero nunca como juguete roto marcado por el dolor del abandono, ni que busque ser entendido para llenar la herida abierta.


Nota: Agradecimientos por la imagen a Juanan Brundle.

2 comentarios:

  1. Y Juanan debe agradecerle a Ander que publicara la captura :D
    La verdad, no estoy muy puesto en los Vengadores clásicos mas allá de Asalto a la Mansión y La Guerra Kree/Skrull, así que puede que la reinterpretación de Ultrón no me pique tanto. Ganazas de tener en mis manos este cómic.

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    1. Sea o no la clásica, más algún que otro detalle que chirría, no se le puede negar a Remender que su enfoque es muy interesante. Así que sí, si hay ganas e interés échele el guante, que es bastante disfrutable

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