jueves, 23 de julio de 2015

Temporada de Marvel Zombies, temporada de trolls


Movimientos migratorios masivos de metahumanos muertos a través del atronador desierto de un páramo baldío. Depredadores solitarios que acechan entre las sombras, con tácticas que caza más ladinas y sigilosas que las del grueso de la masa zombie. Patrones de comportamiento asociados que vincula a los duplicados de las versiones zombificadas de un mismo individuo -producto de la naturaleza de Battleworld- a través de pautas comunes. Clanes que han sido capaces de sobreponerse al impulso instintivo del hambre para desarrollar sofisticadas artimañas para atrapar a sus presas. Alejándose de la aproximación habitual del género, los Marvel Zombies de Simon Spurrier y Kevin Walker se presentan como un manual de supervivencia a través de un implacable territorio plagado de ghouls antropófagos con superpoderes, donde la curtida Elsa Bloodstone ejerce de guía para la mirada inocente de un niño que se convierte en nuestro punto de vista.

Versado en la materia desde que guionizara el webcómic 'Crossed: Ojalá Estuvieras Aquí', Simon Spurrier aprovecha la variedad de un universo de superhéroes transformados en zombies más allá del come-cerebros disfrazado, y presenta diferentes mecanismos y estrategias con los que los muertos vivientes tratan de hincar el diente a sus presas. Desde vestanzas que expanden finas películas como telas de araña que con las que consumir a los incautos que pongan un pie sobre ella a planeadores supurantes que vuelan en círculos para caer sobre los incautos, los zombies dejan de ser meros zombies para convertirse en toda una especie de lengua afilada y hambre de carne humana con infinitas posibilidades. 


Cobrando vida a través de los siempre estimables lápices de un Kevin Walker que conoce a los Marvel Zombies como si los hubiera parido, leyendo la segunda entrega de esta serie de la Secret Wars no he podido evitar acordarme de esa rareza cinematográfica que fue 'Trollhunter' del noruego André Øvredal. La premisa -dos individuos atravesando un entorno hermético y hostil mientras descubren las diferentes criaturas que lo habitan- quizás esté más próximo a 'Monster' de Gareth Edwards, pero de alguna manera la gélida oscuridad perpetuamente al acecho que lo envuelve todo, me trae a la memoria aquel falsísimo documental repleto de efectos especiales en el que Øvredal nos adentraba en un misterioso norte plagado de impías criaturas cavernarias.

Manteniendo el interés a través de una Elsa mordazmente caracterizada y varios misterios que casi podemos alcanzar con los dedos, Spurrier y Walker cambian a los trolls por los Marvel Zombies, pero la sensación vuelve a ser la de encaminarnos a lo desconocido desde la despiadada severidad de una falsa rigurosidad y un caústico ácido que ni siquiera se molesta en esconderse. 


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