Hay
una regla no escrita dentro de los macrouniversos superheroicos
longevos Marvel o DC, según la cual a todo personaje con más de
35 con una trayectoria asentada tiene uno o más hijos secretos
que aparecerán oportunamente según la editorial necesite llamar la
atención con él. Imagen del lado más culebronesco del género,
ilustres como Magneto, Charles Xavier, Batman, Lobezno, el Capitán
Marvel, Banshee, Nick Furia o Loki han aportado su semillita a esta
prolífica tradición reproductiva a la que ahora se incorpora uno de
los más irreductibles macarras de la editorial: Blade.
Anunciada como parte de la iniciativa All-New All-Different
Marvel, a el que ha visto la luz le tocará pegarle un ojo
también a las responsabilidades parentales, en una nueva serie a
cargo de Tim Seeley y el dibujante de 'Oh Killstrike' Logan
Faerber para uno de los personajes con las trayectorias más
erráticas de la editorial.
Con
cerca de ochenta y nueve años a sus espaldas y un Wesley Snipes al
que se le notan ya los años, que el dhampiro londinense más
reclamado en las raves de toda Europa debería dejar atrás la vida
nocturna para seguir los pasos de Ulysses Bloodstone, comenzaba a
verse venir desde que Marvel presentó un teaser con una misteriosa
versión femenina del personaje. Fruto de un affair con la séptima
temporada de 'Buffy Cazavampiros', el Nikki Wood de Marvel ha
encontrado a su Robin en la forma de Fallon Grey, una
popular y talentosa alumna de instituto con un brillante futuro por
delante, que de repente se ve atrapada en el interminable carrusel de
monstruos y chupasangres en que habitualmente suele andar ocupado su
padre.
Una
cruzada que se remonta a los días de 'La Tumba de Drácula'
de Marv Wolfman y Gene Colan, cuando Blade se enfrentara contra el
señor de los vampiros con la pérdida de su madre como trauma y
motivación personal. Abriéndose paso a estacazos entre los cuerpo
vampiros junto a otros ilustres del gremio como Quincy Harker o
Rachel van Helsing, aquel hijo de los barrios bajos de Londres que
fue criado en un prostíbulo y entrenado por el trompetista de jazz
de Harlem Jamal Afari era la exaltación del espíritu más
desafiante, funkie y fardón del blaxploitation de los setenta.
Siempre
tras la pista del asesino de su madre Deacon Frost mientras se
enfrentaba temerariamente a los más peligrosos clanes de nosferatu
con sus gafas de filtro y su chaqueta Brewster de color marrón,
desapareció del mapa junto a otros ilustres como Hannibal King o
Frank Drake llegados los ochenta, limitando sus apariciones a poner
fin de un plumazo con todos los vampiros a través de la fórmula
Montesi en las páginas del Doctor Extraño. Pero mala hierba
nunca muere, y Blade terminó regresando junto a sus sangrientas
presas / enemigos, cambiando de vestuario por el combo de cuero negro
con pinchos con el que muchos lo conocimos en la serie de Spider-Man
de los noventa.
Eran
los días de los Nightstalkers e Hijos de Medianoche en los
que Marvel empleó toda su maquinaria en reivindicar el lado más
macabro y Wes Craven de su parcela sobrenatural, aliando a Blade con
los Motoristas Fantasmas y Morbius. El género estaba de moda y
Marvel flirteaba con la posibilidad de llevar a Blade al cine con LL
Cool J como protagonista. Así que decidió darle serie propia a
cargo de gente como Ian Edginton, Daniel G. Chichester o Terry
Kavannagh, hasta que la editorial se pegó el batacazo del siglo
volviendo a desterrar a toda esa caterva de dienteslargos al olvido.
Todos
salvo Blade, quien había encontrado la puerta al cine a través del
trinomio New Line Cinema, David S. Goyer y Wesley Snipes,
alimentando con su sangre el inicio de la era de las películas de
superhéroes. El éxito fue tal, que la imagen del Blade de las
películas desterró a la de los cómics, otorgándole el título de
El que ha visto la luz, a través del mojo científico de
Morbius. Con nuevos poderes hasta en las Ray-bans, el personaje
concatenaría varias colecciones a cargo de Christopher Golden, Marc
Andreyko, Don McGregor, Bart Sears, Christopher Hings y Steve Pugh,
Robert Rodi y Bruce Jones o Marc Guggenheim y Howard Chaykin, en las
que lo mismo se enfrentaba al Segador junto al clan Silvereye, que
era seducido por una reina vampiresa que buscaba descendencia o
retomaba la caza de Drácula junto a un nuevo batallón de
caza-vampiros encabezado por Divinity Drake y Noah van Helsing.
Eso
cuando no andaba perdiendo manos tras descubrir que su padre
biológico también era vampiro o la liaba parda tratando de “curar”
a sus letales enemigos para acabar devolviendo a la vida a todo
nosferatu que hubiera muerto a lo largo de la Historia. Aquello y el
hundimiento de su franquicia cinematográfica fue suficiente para
retirarse del mercado autónomo durante una buena temporada,
iniciando una etapa en la que comenzó a prestar servicios a grupos
como Vanguard en 'Marvel Comics Present', Capitán Britania y el MI:
13, los X-Men -en una suerte de subcontrata-, los Ultimates o
Poderosos Vengadores.
Un
periodo repleto de idas y venidas en la que demostró ser algo más
que un macarra de estaca fácil, ofreciendo asistencia en cuestiones
sobrenaturales a diferentes organizaciones y gobiernos, sin perder
oportunidad de volver a su Inglaterra natal y repartir amor en brazos
de una vampiro también entrada en años (Lady Jacqueline Falsworth,
aka Spitfire). Ayudando a los mutantes con sus problemas de
infestación internas a raíz de la mayor alianza de vampiros jamás
forjada -sin llevarse consigo a la chupasangres Júbilo, como tampoco
se llevó al succubo esposa de Masacre Shiklah-, no cabe duda de
Blade se ha ablandado con los años por mucha batallita que prestase
a los Deathwalkers, y tocaba sentar la cabeza reencontrarse
con hija de la que -en la vida- habíamos tenido ningún tipo de
mención.
Aspirante
a padre ausente del año tras décadas de orgías de sangre en
locales underground de todo el mundo, Blade se encuentra una hija que
ha heredado su carácter, con una personalidad diametralmente
opuesta. A cargo, un Tim Seeley que también tiene pasado antes de
ser el aclamado guionista de 'Nightwing', y que se labró un nombre
con el delirio en honor del cine de terror más roña que fue 'Hack
/ Slash'. Ahora promete reinventar la parcela del horror del
universo Marvel con propuestas más allá de los eternos vampiros, y
tiene al experto en la sátira de los desmadres de los noventa Logan
Faerber. Una propuesta a la que conviene tenerle el ojo puesto en
este regreso de Blade e hija, y de la que hablan los compañeros de
Zona Negativa en su cobertura de la SDCC con algo más de
información sobre lo que podremos esperar de esta Fallon Grey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario