Un
cómic puede ser bueno por diferentes razones.
Puede tratarse de una obra con unas virtudes artísticas por encima
de toda duda, ofrecer nuevas vías narrativas, mimar cada detalle su
apartado gráfico o simplemente contener una buena historia. En otras
ocasiones, el cómic obtiene una importancia extra aparte de la
calidad de sus páginas, gracias a lo que implica dentro del entorno
en el que se publica (la trayectoria de su personaje protagonista,
editorial, público, el mundo en general...). Un factor capaz de
convertir cómics buenos -que no sobresalientes- en referentes
generacionales, y del que han bebido desde Stan Lee a Frank Miller,
pasando por el Increíble Hulk de Peter David o la Capitana Marvel de
Kelly Sue DeConnick. Parte de la iniciativa DC You en la que se ha
embarcado la compañía de Batman y Superman, el 'Midnighter'
de Steve Orlando y el dibujante ACO tiene mucho de eso.
Con
todo el mundo celebrando que Barack Obama se haya marcado un triplete
histórico aprobando la legalidad del matrimonio universal -ya
no sera necesario diferenciar entre matrimonio heterosexual y
matrimonio gay- en los Estados Unidos, que una editorial de cómics
de superhéroes ofrezca una serie en la que muestra sin tapujos y de
forma completamente natural la homosexualidad de su protagonista ya
es algo digno de mención. Sobre todo si esta editorial es DC
Comics, que en este aspecto siempre ha andado algo coja y parece
que al fin se está desmelenando, ya sea por Batwoman, Catwoman o el
tono festivo de sus sirenas de Gotham en la serie de Harley Quinn.
Es
cierto que tampoco es algo estrictamente necesario, ya que un lector
gay no tiene porque sentirse inmediatamente predispuesto a adquirir
las series por la sexualidad de su protagonista, y también puede
disfrutar otras centradas en personajes heterosexuales. Pero teniendo
en cuenta que esta es la excusa a la que suelen apelar lectores
hetero que luego descartan colecciones con protagonistas gays porque
no son para ellos, que exista la posibilidad de
elegir con quien te quieres identificar es dar un paso adelante en lo
que a la diversidad del cómic respecta.
Con
el escritor de 'UnderTow' Steve Orlando a cargo de la voz del
personaje de 'Authority', la nueva serie de 'Midnighter' es como una
película de Jason Statham dirigida por Doug Liman o Rian Johnson.
Veinte páginas de pura adrenalina con ciencia ficción de último
diseño al más puro estilo del Ellis de principios de siglo,
sazonadas con atmósfera neonoir y una narración envolvente, en la
que la acción bebe directamente del enfoque radigráfico de Nathan
Edmondson y los fatalities del nuevo 'Mortal Kombat'.
Su protagonista es un lobo solitario con acceso a portales cuánticos
continuos que se mueve entre locales de moda y estaciones espaciales
futuristas, y al que le gusta dar caña tanto con los puños como
por la puerta de atrás.
Si
tirásemos de rancio facts más viejos que la ideología de
Frank Miller, la mejor forma de describir 'Midnighter' sería como un
cómic gay 100% heterosexual. Entendiéndose esto como
el tipo de producto que cualquier macho acomplejado
consideraría exclusivo de la heterosexualidad más masculina, lo
único que le diferencia con una peli de Statham es que es mejor y
que el protagonista prefiere ensartar nalgas varoniles en lugar de a
Charisma Carpenter. Todo lo demás esta ahí, incluyendo la
bravuconería, los barmans que lo acogen como si llevara acudiendo a
su tasca desde el segundo día que abrieron, la violencia
disparatadamente exagerada y el sexo fortuito con mucho sudor y
escenas al borde de los explícito.
En
este último aspecto, se entiende perfectamente que DC decidiera no
mantener su matrimonio con Apolo tras el cambio de continuidad con
los Nuevos 52. No tiene nada que ver con ningún tipo de fobia,
simplemente querían tener su gay picaflor en la recamara, para que
pudiera tontear con quien se le antojase sin por ello quedar como un
cerdo adúltero. Básicamente la misma fórmula que se ha aplicado
con las parejas de Spider-Man, Tormenta, Superman o Flash, en lo que
probablemente sea el signo más claro de que la normalización
también ha alcanzado al matrimonio gay en el cómic de
superhéroes.
Recordando
mucho por tono al depredador y siempre recomendable Daken de
Rob Williams, la mayor pega de 'Midnighter' se encuentra en una
narración que oscila entre lo creativo y lo poco claro. Un problema
que tienen varios dibujantes actuales -con J.H. Williams a la
cabeza-, donde por entregarse a las composiciones de página
aguerridas y el ángulo múltiple terminan perdiendo la línea
central y resultando poco claros. La escena del restaurante sin ir
más lejos, habría resultado mucho más legible sin toda esa
tormenta de innecesarios haces eléctricos que sobrecargan las
viñetas de ACO y entorpecen más que aportan. Esta claro que el referente en cuanto a estilo es Mikel Janin, pero todavía le queda terreno para llegar a su nivel.
Algo
también trasladable a historia, ya que la duración de la cita de Midnighter se prolonga demasiado. No por
el tema del encuentro carnal -que dura lo necesario para que la
intensidad sea más al estilo de 'Juego de Tronos', que de Epi y Blas
o el porno de género-, sino por las vueltas que dan antes de llegar
al catre y pasar a otra cosa. Esta claro que este Midnighter está
encantado de conocerse, y no le importa pavonearse de sus logros y
juguetes tecnológicos cuando se trata del ligue.
Pero
en general, el cómic cumple con su presentación. No es redondo, ya
que avanza a trompicones, pero lo que ofrece tiene personalidad
propia y es algo distinto a lo que puedes encontrar en la práctica
totalidad de colecciones de las nueve grandes del cómic americano.
Hay acción adrenalínica de alto voltaje, una trama que
promete muchos huesos rotos en la búsqueda de alguien que esta
tratando de putear al Midnighter de “Os habéis metido con el
hijoputa equivocado”, una narración con cierta inventiva y
sexo duro tipo 'Sons of Anarchy' con mucho cuero y protagonista gay. Quizás todavía sea demasaido pronto para tomar un veredicto claro, dado que tampoco muestra demasiado. Pero los ingredientes los tiene, y si
cualquiera de estos elementos te interesa sin intimidarte ninguno de los otros, esta serie tiene papeletas de poder gustarte.
Nota: Las imágenes pertenecen tanto al número #1 de 'Midnighter' como a la previa a cargo del mismo equipo creativo.
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