Dicen
que a la tercera va la vencida. Y si ni 'One Year Later' ni mucho
menos los Nuevos 52 consiguieron aupar a la editorial de la Liga de
la Justicia al lugar que merecía, DCYou
está amenazando peligrosamente con convertirse en la DC que algunos
llevamos esperando desde hace mucho tiempo. Una DC en la que puedes
encontrar cómics como 'Prez',
remake de una lejana creación de Joe Simon y Jerry Grandenetti, y
que ni siquiera tiene nada que ver con los superhéroes ni el
universo en el que transcurren las aventuras de Batman y Superman.
Pero hay un detalle todavía más importante, y es que no se publica
bajo el sello Vertigo ni en una línea apartada del resto de la
producción de la compañía. 'Prez' es tan DC como lo puedan ser
Green Lantern o Aquaman.
Pero
más allá de su importancia editorial, si por algo destaca el debut
de 'Prez' es por ofrecer la sátira más endiabladamente divertida y
maliciosa que haya ofrecido una de las grandes desde tiempos de la
'Fuerza-X' de Milligan y Allred.
Independientemente de si eres un neoyorkino con iPad y café de
Starbucks, un zagal de Iowa que toca el bajo y escucha rock de garaje
o acabas de salir de las municipales en Guadalajara, es imposible no
acabar aplaudiendo a carcajadas todas y cada uno de los dardos de
destrucción masiva que lanza Mark
Russell contra el sistema
democrático occidental.
Ambientada
en la campaña presidencial de un ¿futuro? en el que se
vota a través de Twitter
y la seguridad social ha sido sustituida por campañas
SickStarter, 'Prez' nos
muestra un mundo mediático demencialmente masificado, con candidatos
que promocionan marcas comerciales en sus discursos y deben ganarse
el favor de YouTubers de moda de cara a ganar popularidad para las
elecciones. Un circo de pandereta vestido con banderas nacionales y
sondeos contínuos, en el que se ve atrapada una adolescente
corriente que se convierte accidentalmente en una de las principales
favoritas a la presidencia, tras quemarse
el pelo en un tutorial con una freidora
y convertirse en fenómeno viral.
Los
logros de nuestra civilización en su más flagrante grado de
estupidez, elevados a la enésima potencia en un espectáculo no muy
distante al que asistimos todos los días en el telediario, y que en
la vida real sería divertido si no fuera tan aterradoramente
bochornoso. Pero como esto es ficción, Russell arrasa con todo con
esta incendiaria bomba de vitriolo con la que no deja títere con
cabeza. Con los expresivos lápices de Ben
Caldwell y su
desbordantemente sutil mala leche como mejor aliado, el debut de la
nueva 'Prez' de DC Comics es tan irreverente, ingenioso y
genuinamente divertida, que a poco que sepa mantener el nivel va a
convertirse en uno de los mejores cómics del año.
Un
auténtico soplo de aire fresco radicalmente diferente a
prácticamente cualquier cosa que se publica en la actualidad en
cualquiera de las grandes y medianas, y que resulta tan perversamente
estimulante como necesario. Futuro must have del
tamaño de la fachada del parlamento.
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