Como
lector apasionado en todo el entramado de Arma X y lo que dio de sí
tras la monumental saga de Barry Windsor Smith, la premisa de
'Lobeznos' se me antojaba a priori bastante atractiva. Es
cierto que todo aquel jaleo de borrados de memoria, implantes de
recuerdos falsos y conspiraciones gubernamentales se fue de las manos
cuando Larry Hama lo enrevesó demasiado, pero posteriores
revisitaciones a cargo de autores como Morrison, Yost, Aaron o
Remender habían terminado por componer una mitología fascinante con
mucho potencial. Que lo que mostrasen las primeras previas recordase
tanto a la serie homónima de Frank Tieri -fetiche personal, además
de una colección que disfruté horrores- aumentaba un interés que
no tardé en perder en cuanto vi como Soule, Fawkes y Marts manejaban
aquello. Aun así, en lo leído si que pude encontrar un hallazgo
interesante como la relación entre Shogun y Dama Mortal. A
partir de aquí, spoilers para quien no esté al día con la
edición española de la serie.
Estando
entre aquellos a los que 'La Muerte de Lobezno' no solo no les
disgusto, sino que además les pareció una buena mini-serie a pesar
de sus defectos, la última gran saga del canadiense comenzó
a torcerse cuando comenzaron las secuelas, con un 'El Legado de Logan' que dejaba bastante que desear. Los fallos de Charles
Soule con sus caracterizaciones extrañas y patadas a todo lo
establecido se multiplicaban por x1000 aun cuando manejaba conceptos
no demasiado complicados, y tener a Ray Fawkes como segunda espada
era como manejar un tandem en el que solo muestra aptitudes para
pedalear uno.
Para
colmo, de entre los dibujantes asignados tras la marcha de Steve
McNiven únicamente parecían salvables uno de cada tres, siendo el
siempre interesante Juan Doe de los pocos que tenían algo
parecido a una personalidad gráfica (nunca entenderé porque no lo
pusieron junto a Mike del Mundo para los números de 'Elektra' de los
que no se pudo ocupar). Básicamente daba la impresión de que hasta
el propio grupo editorial estaba boicoteando la saga instándonos a
mantenernos lejos de ella. Pero el verdadero problema salió a la luz
cuando se hizo evidente que el principal atractivo que pudiera tener
'Lobeznos' -ver interactuar a Dientes de Sable, Mística, Daken y
X-23 con toda la historia que cargan sobre sus espaldas-, nunca se
iba a llegar a aprovechar con unos guionistas que no parecían
conocer demasiado bien a los personajes ni cuales eran las relaciones
entre ellos.
El
momento en el que X-23 pasa de la muerte de Elixir mostrarse
preocupada por un Daken con el que nunca ha tenido buena relación
fue todo lo que hizo falta para colgarle la cruz a 'Lobeznos', y no
acercarme a la serie salvo en ocasiones puntuales para ver si había
mejorado. De estos, pude sacar algún que otro detalle positivo,
generalmente ligados a aquellos personajes que eran de nuevo cuño o
que apenas tenían una continuidad clara. De ahí saldrían el
intento de reivindicar a Colmillo de la Guardia Imperial
dándole cierto interés con algo parecido a una personalidad, una
Fantomelle que al menos como diseño molaba -como personaje ya
no se, que no llegué a leer demasiado de ella- o la relación entre
Shogun y Dama Mortal.
Para
quien no conozca nada del primero, baste decir que es la última
encarnación de Ogun tras tomar posesión de uno de los
últimos experimentos de Arma X. No solo ofrece una buena
actualización gráfica de un villano de Lobezno que había quedado
muy devaluado con los años, sino que la combinación de las
personalidades de ambos resultaba más interesante que el perenne
villano de opereta. Pero además la hija de Lord Viento Oscuro Yuriko
Oyama tenía oportunidad por vez primera de ser algo más que una
tía cabreada que entra en escena buscando sangre y venganza.
Con
el peculiar código del guerrero del Bushido a sus espaldas y una
relación en la que no estaba claro si querían matarse o amarse, no
solo había química entre unos Shogun y Dama Mortal que por primera
vez en mucho tiempo volvían a sonar como personajes, sino que con el
trono de La Mano de nuevo vacío, quizás sería interesante
mantener. Más cuando además cuentas con posibles adiciones como el
hermano de la Oyama, el actual Samurai de Plata, el Gorgón y todo lo
que resulte de Elektra y el resto tras la Secret Wars, contando con
un sugerente material de base para que la organización ocultista
nipona vuelva a ser interesante como parcela del universo Marvel a
tener en cuenta, más allá de un puñado de ninjas que aparecen en
masa a través de la ventana. Sobre todo ahora que La Mano vuelve a
estar de moda con la serie de Daredevil.
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