miércoles, 3 de junio de 2015

Un mes en el Mundobatalla de la 'Secret Wars'

A punto de comenzar el segundo mes del evento de Marvel Comics, 'Secret Wars' está demostrando ser el mejor crossover en el que la editorial haya embarcado desde hace mucho tiempo, y lo es en más de un aspecto. Seguramente ayude el que nunca haya sido un talibán anti-crossover y que siempre he pensado que -como cualquier otro formato de publicar una historia- los hay buenos, los hay regulares y los hay malos. Así que si eres un integrista de la novela gráfica y cualquier cosa que se salga del tomazo de autor te parece ofensiva, ya te puedo advertir que se trata de un cómic Marvel con todo lo que eso implica por parte de la misma gente que Civil War o Vengadores vs Defensores.


Con eso en mente, y aun a riesgo de dejarme llevar por el entusiasmo de las primeras impresiones, el evento capitaneado por Jonathan Hickman está resultando ser un acierto muy necesario de cara a limpiar la devaluada imagen de los crossovers. Especialmente tras el daño causado por catástrofes como 'La Batalla del Átomo', 'Pecado Original' o 'Axis', siendo imposible encontrar un evento publicado por las grandes que no terminase siendo un desastre sin remontarse bastante atrás (hasta 'Infinito', en concreto). Una situación que no invitaba a albergar demasiadas expectativas para este tipo de proyectos, y que por fin parece estar enmendándose con la 'Secret Wars'. 




Hickman y Ribic 

Y es que al contrario que cualquiera de las citadas, la maxiserie central de 'Secret Wars' no transmite la impresión de ser algo que un editor se ha sacado a última hora de la manga, ni que Hickman se haya visto desbordado al trasladar su historia a un evento. En las dos entregas publicadas hasta el momento, se trata de un relato perfectamente estructurado en el que el guionista de Vengadores y Nuevos Vengadores no parece estar sujeto a ningún tipo de presiones más allá de continuar la historia que lleva desarrollando desde hace tres años, y lo sigue haciendo dentro de sus propios términos. Lo mismo podría decirse de Esaad Ribic quien si bien no llega al monumental nivel de Thor, está a años luz de cualquier manchurrón dejado en el último número de 'La Batalla del Átomo'.

Tampoco aparece la molesta sensación de historia incompleta que resulta cuando la trama de un evento se divide entre demasiados tie-ins. En ningún momento entra en juego la insatisfacción de estar perdiendo algo si únicamente lees lo escrito por Hickman. Y aun estando repleta de menciones a detalles explorados en las series de complemento, lo hace de forma suficientemente sutil para que únicamente seas consciente de las conexiones si lees los otro, no por notar la ausencia de algo. Una cohesión nada exigente para el lector pero si muy agradecida, y que está más próxima a la de aquella Marvel de sus días de gloria que al si quieres saber como continúa esto, pasa por caja que tanto tememos. 


Los implicados 

Esta cohesión se ve incrementada por el mayor grado de coordinación que un evento haya presentado en mucho tiempo. Si en un cómic principal o satélite se dice que El Maestro no participa en una reunión porque está haciendo los recados, ten por seguro que en su serie lo verás comprando el pan. Con esto, Hickman y Marvel han conseguido construir uno de los entornos más vivos que se hayan dado en un crossover. Uno en el que Mundobatalla no se siente como un monstruoso pastiche mal encajado de lo que se está contando aquí y allá, sino que se transmite como algo palpable y tangible. Un marco que de verdad está sucediendo dentro de un universo de ficción, y cuyas piezas encajan con precisión milimétrica con cada cómic que leemos.

Pero lo mejor es que lo logra sin necesidad de ponértelo en la cara a base de cuadros explicativos que señalen que las aventuras de tal personaje continúan en la colección tal, ni de estar aguardándote con la costilla puesta a la espera de que salte en cuanto sigas las miguitas de pan. Como ocurre con la maxi-serie central, cada uno de los tie-ins de 'Secret Wars' es hijo de su padre y de su madre, y funciona como su propia historia. Desde este punto de vista, es de agradecer que -sobre todo tras el empacho de 'Convergencia'- la editorial haya apostado por la diversidad, pudiendo encontrar infinidad de tonos, enfoques, estructuras y propuestas. 


 Tie ins para todos los gustos 

Lejos de usar una misma tijera para todos, entre las series satélites de 'Secret Wars' podemos encontrar pulp de aventuras, western, wuxia de artes marciales, relatos apocalípticos de ciencia ficción... Hay colecciones que relatan los últimos días del universo Marvel mientras se aproxima a la boca del lobo, otras que exploran diferentes dominios del Mundobatalla sin apenas mención al resto del crossover, otras que hacen lo mismo pero aprovechando todo el tablero dispuesto por el evento, tampoco faltan las concebidas para enriquecer el hilo central de Hickman como aquellas que simplemente se valen de la Secret Wars para continuar tramas en marcha. E independientemente de cual te interese más, si lees una serie de Peter David o Garth Ennis tienes la impresión de estar leyéndolos a ellos, y no de que hayan perdido la personalidad frente a cualquier tipo de mandato editorial.

'Secret Wars' esta siendo por resumirlo de alguna forma, el ejemplo de lo que todo crossover de estas proporciones debería ser. Algo peligroso en parte -no sea que compañía y consumidores nos acostumbremos a lo bueno-, pero que debería servir de ejemplo para cualquier otro evento que llegase en el futuro. Sólido, vivo y con la sensación de que no solo aprovecha lo que plantea, sino que además te está contando algo, las impresiones del primer mes no podrían ser más positivas. Ahora solo queda desear que el evento prosiga por esta línea, y que esta primera aproximación sea algo más que un espejismo. Con este mapa resumen de lo sucedido en el primer mes -no clickar si no quieres ningún tipo de spoilers-, toca esperar para ver que nos ofrece este junio, y que la 'Secret Wars' siga in crescendo

El primer mes de Secret Wars
 

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