Desde
que Mark Doyle ha recuperado la cordura de la franquicia del
murciélago, 'Detective
Comics' no solo ha vuelto
a recuperar el espíritu que no debió perder nunca, sino que bajo
las riendas de Francis
Manapul y Brian
Buccellato ha mostrado un
nivel gráfico bastante por encima de la media. No ya solo por los
números dibujados por el primero, cuya calidad es estratosférica,
sino que contar con “suplentes” a la altura de John
Paul León no está a la
altura de cualquiera.
El último en sumarse, el español Fernando
Blanco, quien cuenta con
una larga trayectoria como entintador para artistas como David López,
Javier Pina o Michael Gaydos, y que comenzó a animarse con los
lápices en series como 'El Ejército de las Tinieblas' o 'Marvel
Zombies' (entrevista con los compañeros de Zona Negativa por aquí).
En
DC Comics, su aportación como dibujante comenzó en las puertas de
los Nuevos 52, con trabajos como 'Flashpoint:
Los Siete Sectretos', el
arco final de 'Yo, Vampiro' y buena parte de la serie de 'The
Phantom Stranger'.
Afincado en la franquicia del murciélago desde su participación en
'Batman Eternal', Blanco se encargara de los lápices en el presente
arco argumental de 'Detective Comics', y aunque la armadura del nuevo
Batman se le resiste, su manejo con el tono urbano al mejor estilo de
los días de 'Gotham
Central' no puede ser más
apropiado.
A
medio camino entre Shawn Martinborough -imprescindible en la etapa de
Greg Rucka, baluarte gráfico de 'Ladrón de Ladrones'- y John
Cassaday, mucho se beneficia tanto de los colores de Buccellato como
del protagonismo de unos Harvey
Bullock,
Maggie Sawnyer y
Renée Montoya que llevan
el peso narrativo, entre dormitorios pobremente iluminados, redadas
policiales en tugurios de mala muerte, guerras de bandas y descansos
antes de volver a patrullar las calles.
Fuente de las páginas: Live from Kinsasha
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