Salvando momentos
puntuales como la secuencia de Casa Austera o la trama de los
Gorriones, la quinta temporada de 'Juego de Tronos' continúa
imparable su marcha triunfal para convertirse en la más
catastróficamente decepcionante de la serie de HBO. Algo que quizás
debió verse venir con aquella introducción en la que Cersei
Lannister se presentaba como eje vertebral de la misma, para una
temporada que ha terminado siendo tan desagradable, desmedida y de
opereta como ella. Bien en sus dosis justas, histrión medieval de
Tony Montana cuando le dan demasiada rienda, la perdida de personajes
clave ha pesado demasiado sobre ella, junto a la suma de tramas
disparatadas y reiteración en recursos que han pasado de ser
sorprendentes a volverse soeces y molestos.
Antes de continuar, dejar
claro que las siguientes líneas contienen SPOILERS de 'Danza
de Dragones', el noveno episodio de la quinta temporada de 'Juego
de Tronos'. Si todavía no lo habéis visto, no continuéis leyendo.
Como fan de la literatura
artúrica desde cuando todavía era un canijo -'La Espada en la
Piedra' tiene la culpa-, era irremediable que la adaptación de
'Canción de Hielo y Fuego' de HBO terminase entrándome por el ojo.
Otras sagas como 'El Señor de los Anillos' también habían ayudado
a que el Carmina Burana volviera
a sonar bien alto en el playlist de mi cabeza, pero le faltaba ese
punto de drama humano descarnado que si encontré entre los
conflictos familiares, las maquinaciones palaciegas y tensiones
soterradas entre los Starks, Lannister, Targaryen y compañía. Una
de esas series que disfrutas
sufriendo
hasta que -llegada la presenta temporada- han llevado tan lejos la
última parte, que la segunda ha terminado diluyéndose.
Llegado
a estas alturas cuesta decir adiós a una serie sin darle al menos
unas cuantas oportunidades más, pero el grado de tosquedad morbosa y enervante que están alcanzado alguno de los episodios de la
serie casi invitan a planteárselo. No es que me vaya a rasgar a
estas alturas las vestiduras, puesto que ni soy ningún timorato en
lo que a contenido de violencia, ni es que las muertes y tragedias
personales no hayan estado presentes desde el comienzo. Pero cada vez
que en la presente se ha tratado de repetir la fórmula de la
decapitación de Ned Stark,
la Boda Roja o
similares, no he podido evitar acabar con la sensación de estar ante
una rutina producida en serie más que ante un acontecimiento como
verdadera alma.
El
a ver a quién nos cargamos ahora,
donde se abusa sádicamente de los personajes más por la necesidad
de epatar a un espectador adormilado que como un bloque narrativo
oportunamente construido. El abuso de la fórmula del momento
íntimo para implicarse con el personaje / situación comprometida /
muerte / dolor emocional donde
la sorpresa se ha visto sustituida por la predictibilidad y el
desinterés. Algo ya debí olerme con aquella extraña muerte que le
dieron a Sir Barristan
Selmy, dejado en el suelo
junto a Gusano Gris para que al siguiente episodio nos enterásemos
de que había quedado DEP como si tal cosa. No acabó ahí, y a lo
largo del resto de la temporada hemos pasado de eventos sobre los que
podrías imaginar cantares al estilo de los de Castemere (la batalla
de Aguas Negras, la masacre de los Stark, la Víbora contra la
Montaña o el asalto al Castillo Negro...), a violaciones
conyugales y Satanazi
Baratheon
prendiéndole fuego a su hija.
Ni
soy capaz de imaginarme a a gente grabando sus reacciones para
subirlas a YouTube como ocurrió en algunos de los citados, al pasar
de momentos álgidos que -aunque al principio no quieres ver-
terminan implicándote de forma que disfrutas de la emoción y el
dolor que transmiten, a otros que simplemente no quieres
ver.
Preguntarte “¿Qué estoy haciendo viendo esta mierda?”
mientras escuchas los gritos de la pequeña Shireen siendo quemada
viva, debería ser la primera señal de que han abusado tanto de un
recurso que has dejado de implicarte con una historia, para ver a una
caterva de guionistas que disfrutan practicando
el medievo con Sansa Stark.
Ni siquiera soy capaz de tomarme del todo en serio estos intentos de
impactar por medio de la tragedia morbosa más sórdida, y que
terminan flirteando entre lo risible y lo grotesco.
Pero
hay algo todavía más triste
que los mohines del lloroso Theon o el pusilánime Stannis
transmutándose en otro para permanecer impasible y cobarde mientras
su hija arde, y es como los responsables de la serie parecen haber
olvidado que -si las anteriores bombas de drama funcionaron- fue por
la adecuada combinación entre luz y tinieblas, en la que el
espectador siempre encontraba un hilo de esperanza para aferrarse al
seguir adelante. Esto se está comenzando a convertir en cebamiento
de porno del morbo puro y duro. Grimm and gritty
de la peor calaña. Y será toda la ficción fruto de un escritor
tirando a psicótico y productores de la escuela del meñique,
pero en mi caso me encuentro me encuentro a una violación gratuita y
dos niñas muertas porque sí de plantearme decir hasta
aquí.
Amenos que en el 10mo capitulo aparezca un dragón o un milagro de Rhollor, la escena de Shireen es 100% morbosa, absurda e inenecesaria , un truco barato a la altura de periodicos amarillistas (Sí, esos que atraen a sus lectores con fotos de atropellados). Si no me creen, sólo hagan este pequeño ejercicio: Piensen como cambia la trama si cambian la muerte de Ned o la boda roja, pues la historia tomaria un camino muy distinto, no? Ahora quiten esta escena? Gane o pierda Stannis, la trama seguirá siendo la misma, ven? D&D piensan que los desnudos y el morbo es lo que vende... decepcion.
ResponderEliminarPues sí P0nc1, al contrario que en otros momentos dramáticos de la serie -donde se veía una progresión muy sólida y sin prisas-, en este caso la sensación es de que han acelerado toda la maquinaria para buscar un golpe de efecto más para llenar el cupo de tragedias morbosas de la temporada que como fruto de una trama realmente trabajada
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