lunes, 8 de junio de 2015

Harto de 'Juego de Tronos'


Salvando momentos puntuales como la secuencia de Casa Austera o la trama de los Gorriones, la quinta temporada de 'Juego de Tronos' continúa imparable su marcha triunfal para convertirse en la más catastróficamente decepcionante de la serie de HBO. Algo que quizás debió verse venir con aquella introducción en la que Cersei Lannister se presentaba como eje vertebral de la misma, para una temporada que ha terminado siendo tan desagradable, desmedida y de opereta como ella. Bien en sus dosis justas, histrión medieval de Tony Montana cuando le dan demasiada rienda, la perdida de personajes clave ha pesado demasiado sobre ella, junto a la suma de tramas disparatadas y reiteración en recursos que han pasado de ser sorprendentes a volverse soeces y molestos.

Antes de continuar, dejar claro que las siguientes líneas contienen SPOILERS de 'Danza de Dragones', el noveno episodio de la quinta temporada de 'Juego de Tronos'. Si todavía no lo habéis visto, no continuéis leyendo.


Como fan de la literatura artúrica desde cuando todavía era un canijo -'La Espada en la Piedra' tiene la culpa-, era irremediable que la adaptación de 'Canción de Hielo y Fuego' de HBO terminase entrándome por el ojo. Otras sagas como 'El Señor de los Anillos' también habían ayudado a que el Carmina Burana volviera a sonar bien alto en el playlist de mi cabeza, pero le faltaba ese punto de drama humano descarnado que si encontré entre los conflictos familiares, las maquinaciones palaciegas y tensiones soterradas entre los Starks, Lannister, Targaryen y compañía. Una de esas series que disfrutas sufriendo hasta que -llegada la presenta temporada- han llevado tan lejos la última parte, que la segunda ha terminado diluyéndose.


Llegado a estas alturas cuesta decir adiós a una serie sin darle al menos unas cuantas oportunidades más, pero el grado de tosquedad morbosa y enervante que están alcanzado alguno de los episodios de la serie casi invitan a planteárselo. No es que me vaya a rasgar a estas alturas las vestiduras, puesto que ni soy ningún timorato en lo que a contenido de violencia, ni es que las muertes y tragedias personales no hayan estado presentes desde el comienzo. Pero cada vez que en la presente se ha tratado de repetir la fórmula de la decapitación de Ned Stark, la Boda Roja o similares, no he podido evitar acabar con la sensación de estar ante una rutina producida en serie más que ante un acontecimiento como verdadera alma.

El a ver a quién nos cargamos ahora, donde se abusa sádicamente de los personajes más por la necesidad de epatar a un espectador adormilado que como un bloque narrativo oportunamente construido. El abuso de la fórmula del momento íntimo para implicarse con el personaje / situación comprometida / muerte / dolor emocional donde la sorpresa se ha visto sustituida por la predictibilidad y el desinterés. Algo ya debí olerme con aquella extraña muerte que le dieron a Sir Barristan Selmy, dejado en el suelo junto a Gusano Gris para que al siguiente episodio nos enterásemos de que había quedado DEP como si tal cosa. No acabó ahí, y a lo largo del resto de la temporada hemos pasado de eventos sobre los que podrías imaginar cantares al estilo de los de Castemere (la batalla de Aguas Negras, la masacre de los Stark, la Víbora contra la Montaña o el asalto al Castillo Negro...), a violaciones conyugales y Satanazi Baratheon prendiéndole fuego a su hija.


Ni soy capaz de imaginarme a a gente grabando sus reacciones para subirlas a YouTube como ocurrió en algunos de los citados, al pasar de momentos álgidos que -aunque al principio no quieres ver- terminan implicándote de forma que disfrutas de la emoción y el dolor que transmiten, a otros que simplemente no quieres ver. Preguntarte “¿Qué estoy haciendo viendo esta mierda?” mientras escuchas los gritos de la pequeña Shireen siendo quemada viva, debería ser la primera señal de que han abusado tanto de un recurso que has dejado de implicarte con una historia, para ver a una caterva de guionistas que disfrutan practicando el medievo con Sansa Stark. Ni siquiera soy capaz de tomarme del todo en serio estos intentos de impactar por medio de la tragedia morbosa más sórdida, y que terminan flirteando entre lo risible y lo grotesco.

Pero hay algo todavía más triste que los mohines del lloroso Theon o el pusilánime Stannis transmutándose en otro para permanecer impasible y cobarde mientras su hija arde, y es como los responsables de la serie parecen haber olvidado que -si las anteriores bombas de drama funcionaron- fue por la adecuada combinación entre luz y tinieblas, en la que el espectador siempre encontraba un hilo de esperanza para aferrarse al seguir adelante. Esto se está comenzando a convertir en cebamiento de porno del morbo puro y duro. Grimm and gritty de la peor calaña. Y será toda la ficción fruto de un escritor tirando a psicótico y productores de la escuela del meñique, pero en mi caso me encuentro me encuentro a una violación gratuita y dos niñas muertas porque sí de plantearme decir hasta aquí

 

2 comentarios:

  1. Amenos que en el 10mo capitulo aparezca un dragón o un milagro de Rhollor, la escena de Shireen es 100% morbosa, absurda e inenecesaria , un truco barato a la altura de periodicos amarillistas (Sí, esos que atraen a sus lectores con fotos de atropellados). Si no me creen, sólo hagan este pequeño ejercicio: Piensen como cambia la trama si cambian la muerte de Ned o la boda roja, pues la historia tomaria un camino muy distinto, no? Ahora quiten esta escena? Gane o pierda Stannis, la trama seguirá siendo la misma, ven? D&D piensan que los desnudos y el morbo es lo que vende... decepcion.

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    1. Pues sí P0nc1, al contrario que en otros momentos dramáticos de la serie -donde se veía una progresión muy sólida y sin prisas-, en este caso la sensación es de que han acelerado toda la maquinaria para buscar un golpe de efecto más para llenar el cupo de tragedias morbosas de la temporada que como fruto de una trama realmente trabajada

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