Una
de las consecuencias asociadas a la consagración de Masacre
como icono Marvel, ha sido crear un nicho para la vertiente más
satírica y disparata de la editorial. Ya no es solo que el propio
Wade Wilson haya continuado evolucionando desde las gracietas más
básicas de sus primeros días hasta el más estimulante y complejo
enfoque actual -con varias cabeceras a su nombre-, sino que ha
permitido una mayor difusión de colecciones y personajes moviéndose
dentro de lo que podríamos considerar el estilo Deapool.
Comics
are for the fun, en una Marvel en la que nunca ha faltado la vis
cómica. Podríamos hablar de la andadura de Jerry Duggan y Brian
Posehn al timón del mercenario bocazas, como el humor del >snort<
de Dan Slott entre 'Los Vengadores de Los Grandes Lagos' y 'The
Amazing Spider-Man', como de los gags de Brian Michael Bendis a lo
largo y ancho del universo Marvel. Podríamos hablar también de
Peter David y sus despidas de soltero estilo Giffen & DeMatteis,
pero lo cierto es que la tradición llega tan lejos como Stan Lee,
con las correrías de la Antorcha Humana y la Cosa y su bis pasado
por agua en forma de El Hombre de Hielo y La Bestia.
Y ante todo políticamente incorrecta
En la
actualidad, el éxito de Masacre y la última andadura de
Spider-Man han permitido una mayor libertad del estilo sombrío y
serio de la escoba rectal post 'El Regreso del Caballero Oscuro'. La
comedia se ha convertido en algo más que un ingrediente, dando lugar
a una infinidad de colecciones enfocadas desde la sátira que -sin
caer en la redundancia- abrazan sin complejos el lado más
disparatado de la editorial. Las hay mejores, las hay mejores. Las
hay que tienen gracia, frente a otras que no pasan de un desesperante
bombardeo sin mesura alguna.
Pegando donde más duele
Pero
al final lo que cuenta es que la irreverencia se ha abierto paso, ya
sea con a base del carácter jovial de unos Ms Marvel y Nova que han
trasladado la fórmula del Hombre Araña a la generación Cartoon
Network, del espíritu festivo y descaradamente luminoso de la
Spiderwoman de Dennis Hopeless y Javier Rodríguez o la
hiper-realidad mitad Wes Anderson mitad Judd Apatow de El Hombre Hormiga de Nick Spencer y Ramon Rosanas. Ni siquiera los exesos
de 'Guardianes de la Galaxia' o 'Star Lord' -por favor, que alguien
le diga a Sam Humphries que no es tan gracioso como se cree...-
consiguen ahogar la vena macarra del 'Mapache Cohete y Groot'
de Skottie Young y el surrealismo mágico de los Allred en 'SilverSurfer' en la franquicia cósmica.
"Eh Odinson, ¿qué me puedes contar de la nueva Thor?"
"Es una gran besadora, y no es mi madre"
De
entre todas, son 'La Chica Ardilla' de Ryan North y Erica
Henderson y 'Howard el Pato' de Chip Zdarsky y Joe Quinones
los que más próximos al lado más disparatado y ácido de Masacre,
en lo que casi podría comenzar a considerarse como una
proto-franuicia o -por lo menos- un perfil diferenciado dentro del
catálogo de Marvel Cómics. A punto de alcanzar la su primera docena
de números, las colecciones de Doreen Green y Howard se preparan
para protagonizar un mini-crossover a partir de las sextas entregas
de sus respectivas colecciones, que bien podría considerarse una
llamada de atención de la editorial hacia dos de sus propuestas más
frescas.
"Claro que sí, porque esto encaja perfectamente
con la imagen que siempre he tenido del amor"
El
pleno festival cosplay de la convención de cómic y con sus
creadores de fondo, la mutante con el poder de hablar con las
ardillas Doreen Green y el pato antropomorfo de una una dimensión
alternativa Howard unirán sus caminos como fruto de la sinergia entre
Ryan North y Chip
Zdarsky, quienes -más allá de ser de la misma ciudad- tenían
tantas ideas en común que afirman que este era un cruce que
necesitaba darse. Solo esperar que sea para extender todavía más
el amor por las mujeres ardillas y los patos socarrones parlantes por
todo el mundo.
Fuente: Newsarama
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