viernes, 16 de octubre de 2015

La conexión emocional de Marvel


Advertencia: El siguiente texto incluye palabras que podrían ser interpretadas como provocaciones para avivar la eterna lucha entre Marvel y DC. Si eres de los que te indignas a la mínima y sospechas que el redactor es un hater encubierto, ya sabes que nadie lo debería leer.

Hace unos días escuchaba en el podcast 'De crononautas, strippers y cr1sis de los cu4ren7a' de Zona Zhero una de esas afirmaciones salidas del alma que se te clavan en la cabeza como una bala de diamante. Hablando sobre la 'Liga de la Justicia Ilimitada' de Jeff Lemire, uno de los contertulios relataba su incapacidad de empatizar con la historia por mucho empeño que le pusiera el guionista. Identificándose como fan de DC Comics de toda la vida -uno de los tantos que se sintieron desplazados con los Nuevos 52-, usó como ejemplo la aparición de Hawkman en la historia para referirse al que podría ser uno de los problemas capitales de la DC actual: La enorme dificultad que supone empatizar con los personajes.

¿Por qué la nueva Thor sí y el nuevo Lobo no?

Podríamos hablar largo y tendido de la importancia de la continuidad. De si los reboots son contraproducentes o no, y de tantos otros temas más o menos sobados. Pero si algo me hizo ver aquel extracto del podcast en el que se referían a aquel Hawkman como un completo desconocido -como un tipo cosplayeado del personaje más que el propio personaje- es que quizás el problema venga de mucho más lejos.

Da igual si llevas veinte, diez, cinco o tres años como lector. Al menos en mi experiencia como ocasional, son demasiadas las colecciones de DC en las que los personajes no se sienten. Puede que el envoltorio sea diferente, pero no deja de ser la misma historia que se viviera en los sesenta, donde la recién llegada Marvel terminaría situándose por delante de ellos a golpe de relatos humanos camuflados tas máscaras de superhéroes.

Marvel resumida en una viñeta

Que más allá de los lectores por inercia que compran Batman por ser Batman y Superman por ser Superman, sea la relación paternofilial del Batman y Robin de Tomasi la que generalmente se cita como favorita (por encima del Batman de Snyder) o que ni siquiera pareciera haber constancia de que Superman seguía vivo hasta que llegó Greg Pak para reivindicar al hombre más allá de la capa quizás quiera decir algo. Tampoco debe ser casual que las series mejor valoradas sean colecciones que -a pesar de haber sido afectadas también por la reescritura de continuidad- tienen más en cuenta la desbordante humanidad de sus protagonistas como 'Grayson' o 'Batgirl', o busquen reivindicar el legado editorial como el Lois & Clark que reseña el compañero Tomás Martínez.

Recalcando que con esto no pretendo poner a una editorial por encima de otra, sino exponer uno de los motivos por los que a mi parecer Marvel ha conseguido calar más hondo que DC en estos últimos años -siendo una opinión tan discutible como otra cualquiera-, me atrevería a afirmar que la editorial de Batman y Superman se ha visto debilitada por demasiados personajes y creativos que iban y venían, demasiados volantazos y la falta de esa sensación de progresión continua que nos haga sentir en una historia en continuo crescendo protagonizada por gente de verdad.

Un buen cómic es en el que cada paso se siente

Contemplando personajes como los Titanes o la Liga de la Justicia, es como si parte de la compañía pareciera más determinada a mantener la imagen de marca por medio de arquetipos, que en fomentar un mínimo de trayectoria o evolución que permita ver a personas más allá de personajes. Podríamos señalar excepciones como la franquicia de Green Lantern y su constante más difícil todavía, pero en general diría que la fórmula está más asimilada en Marvel que en su distinguida competencia: A pesar de sus continuos relanzamientos, los guionistas de Marvel prosiguen con tramas y personajes de una cabecera a otra, e incluso cuando hay cambios de guardia la editorial se esfuerza en mantener una consistencia interna que hace sentir la historia de los protagonistas como algo vivo.

Da igual que aparezcan incongruencias, que el Ojo de Halcón de Fraction y Ajá apenas tenga nada que ver con el anterior de Jim McCann o que Hickman destruya el universo. La continuidad bien empleada no tiene tanto que ver con los detalles, sino con los sentimientos y -en ese aspecto- Marvel siempre ha apostado por fomentar la familiaridad entre personaje y lector a través de una progresión continuada  en la que se puede palpar la impronta emocional que tienen sobre ellos sus aventuras.

Historias que cobran vida

Las historias no son algo que se lee, son algo que se siente. Un aspecto perfectamente plasmado en cuatro de los cómics publicados esta semana por Marvel Comics en el mercado USA, y que ilustran la que puede ser una de las mayores bazas de la editorial a la hora de echar raíces entre los lectores: Hacer a los personajes reales. Un keep it real en el que independientemente del escenario donde se desarrolle la historia -el universo Marvel de toda la vida, una dimensión alternativa, el Mundo de Batalla de Secret Wars o un territorio incierto a medio camino entre los tres...- permite vivir las historias no como algo ajeno a nosotros, sino implicándose directamente en ellas a través de sentimientos humanos reconocibles que otorgan volumen a unos personajes con habilidades de dibujo animado. 

No importa si se trata de un cómic en el que no ocurre nada más allá de un grupo de personas interactuando entre ellos. Así lo relata Hannibal Tabu sobre esa maravilla de punto y aparte con el que G. Willow Wilson cierra su primera etapa en 'Ms. Marvel', consagrando definitivamente a Kamala Khan como referente actual del género. Sin disfraces, sin supervillanos, sin nada que se salga realmente de lo habitual más allá de un ocaso en forma de imparable apocalipsis. La protagonista ni siquiera usa sus superpoderes en todo el cómic, y es imposible escapar a su lectura a través de veinte paginas de impacto emocional en las que la escritora convierte en oro las relaciones interpersonales que ha estado desarrollando a fuego lento a lo largo de toda la serie.

Apenas hacen falta palabras

Jugando con las teclas adecuadas, es posible hacer la magia con la que hasta lo que no deja de ser un what if de cinco números cuyas protagonistas ni siquiera son las que conocemos se vuelva real. Con un dibujante adecuado como un pletórico Jorge Molina ni siquiera necesitas que la protagonista hable como ocurre con la Singularidad de Margueritte Bennet y la Wilson en 'Fuerza-V'. Es probable que ni siquiera volvamos a saber de la isla de Arcadia tal y como la hemos conocido en las páginas de la mini-serie. Pero como ese lugar lejano que visitamos en un momento de nuestras vidas y al que nunca más regresaremos, son las experiencias vividas co las relaciones fraguadas entre la protagonista y lo que no dejaban de ser versiones icónicas de las superheroínas Marvel queden grabadas a fuego con más fuerza que muchas otras historias que se desarrollan en continuidad.

Ni siquiera pesa que los Gwen Stacy y Peter Parker del universo de 'Spider Gwen' tenga historias completamente diferentes en un universo alternativo. Es más, hasta eso termina convirtiéndose en una baza a favor de Jason LaTour y Robbi Rodriguez por medio de ese contraste que nos permite contemplar todo lo que fue y ahora no es. No hace falta ni tener que verbalizarlo, siendo imposible contemplar esa viñeta con las Mary Janes parloteando sobre un Harry Osborn que abandona la sala, sin tener muy claro cuales son los demonios que están atormentando la cabeza de Peter y sentir un profundo pesar por él.

Cada palabra. Cada gesto. Cada encuadre

Hay dos tipos fundamentales de continuarás..., el que te hace volver a por más por la obligación de haberte dejado colgado en pleno cliffhanger, y ese en el que eres tu mismo el que desea que ojalá haya más. Más como -si Marvel tuviera dos dedos de frente- debería haber de Elsa Bloodstone tras la enorme saga que le han brindando Simon Spurrier y Kev Walker en 'Marvel Zombies'. Una historia que no deja de ser un survival frente a los vitriólicos no-muertos de la casa de las ideas, pero que sus autores convierten en un atribulado viaje a través de los infiernos personales de Elsa.

Definiendo a la heredera del legado Bloodstone como nunca se haya hecho, Spurrier y Walker consiguen que hasta algo tan básico como el género de zombies se vea imbuido de un desgarrador caracter humano. Una humanidad que no implica que de repente todos los personajes sean de repente tan adorables y efusivos como la nueva Ms Marvel. Cada personaje tiene su propia impronta, y tampoco hacer falta que de repente convirtamos a Lobo en un mercenario cósmico de modales impecables cuando no tiene nada que ver con su naturaleza.

Entre la luz y las tinieblas

No hay que confundir sentimientos con mansa sensiblería, y ahí está la heredera de los Bloodstone y su mini-serie para demostrar que se puede ser más dura que el alambre de espino y a la vez aterradoramente humanos. Al fin y al cabo fue lo que hizo grande a la editorial ya por tiempos de Stan Lee, y lo que continúa haciendo fuerte a Marvel a día de hoy.

6 comentarios:

  1. Pienso que ese sentimiento al que te refieres es el que confiere auténtico valor a las historias. Hay innumerables obras que deberían gustarnos por su aspecto visual o la temática que tocan, pero al final nos dejan fríos o nos producen aburrimiento. Trasladándolo al tema de las adaptaciones, me ha pasado mucho con los X-Men cinematográficos. Por ejemplo, Lobezno Inmortal tenía robots, mutantes, peleas, samurais... Y me aburrí, pese a que me gustaban todos esos elementos. Y me dio pereza, insisto..., mucha. ¿Por qué? Porque no conecté con su historia ni con sus personajes, y eso que Lobezno es uno de mis personajes favoritos. En cambio, Guardianes de la Galaxia son casi unos desconocidos y terminaron tocando mi fibra sensible desde el minuto uno. Y ese tema creo que se puede extender a los creadores y a los cómics, e incluso a ambas compañías.

    Si bien me gustan muchas obras de DC, siempre he sentido que, cuando me meto en obras de continuidad, no conecto con la mayoría de sus personajes. Antes pensaba que era porque no conocía a algunos, pero en los últimos años me he dado cuenta de que lo que pasa es que muchos no me emocionan ni me conmueven. Hay grandísimos personajes, sin duda, en DC y grandes guionistas y etapas (citas varios), pero noto que Marvel suele tocarme más (aún con obras más reguleras, que las hay), pero pongo el ejemplo de Jóvenes Vengadores de Gillen. Desde el principio, ya había empatizado con ellos. Igual con el Ojo de Halcón de Fraction. Y eso le ha pasado también a mi pareja, que es nueva en el mundo del cómic, pero le encantaron ambas obras. Eso quiere decir mucho, que una editorial sea capaz de hacerse accesible al lector longevo, novato y, sobre todo, que haga disfrutar, que siempre es lo más importante.

    Así que muy de acuerdo con todo lo que dices y me apunto varias de tus recomendaciones. Enhorabuena por el texto, es genial poder entrar en un blog así y leer sobre cómics y mucho más.

    P.D.: El niño que coleccionaba Spider-Man es una obra maestra a reivindicar. El primer cómic que leí de Spidey. :)

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    1. Gracias por tus palabras, Carlos. Y muy de acuerdo en todo lo que comentas, aunque en el caso de los superhéroes es algo que realmente nunca he tenido claro el porqué. Es decir, cuando están "bien escritos" -o lo que yo considero bien escritos, vamos- han demostrado que pueden ser tan humanos y generar tanta empatía como los de Marvel. Pero hay como una especie de inercia que parece invitar a abordarlos como arquertipos, por la que parece que todo inciativa en contra termina siendo como tratar de remar río arriba y en cuanto pasa todo vuelve irremediablemente a su cauce. Quizás sean tantos años a sus espaldas que hasta la propia DC rechaza la imposición del modelo Marvel como algo innatural

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  2. Gracias Daniel!!

    Un articulo muy acertado y un punto de vista que comparto. Todo en esta vida se hace a partir del elemento emocional. Si no se consigue crear una conexion, un vinculo, por muy bueno tecnicamente que sea el producto final, no conseguirá enganchar y no lo compraras. En los comics pero tambien en cualquier producto que alguien ofrezca al mercado.

    El Batman de Snyder y Capullo es la prueba mas evidente. Un tebeo correcto, con un dibujo excepcional y un guion trabajado y con intencion, que a mi al menos no me ha enganchado, probablemente por su frialdad.

    En general, DC la caga con sus reboots precisamente porque tira por la borda precisamente la conexion del lector con "sus" personajes. Normal que haya gente enfadada. No hay mas que comparar, p.ej. Los New Teen Titans de Wolfman y Perez, o incluso los de ¿Johns y McKone?, y compararlos con el engendro de los N52. Estan en planos diferentes, nada que ver.

    Marvel en lineas generales coincido que cuida mas esta conexion con el lector y creo que su empeño con la continuidad no es una obsesion con cada punto y cada coma que se haya escrito, sino un plan de negocio muy estudiado que busca que cualquier lector pueda coger un comic de p.ej spiderman, y reconocer a Peter Parker. Aunque coja tebeos con decadas de diferencia. Esta certeza es la que hace que el lector, veterano o novato, podamos estar tranquilo cuando compramos Marvel. En lineas generales, claro, que tambien se han colado algunos engendros a lo largo de los años .

    Pero tienen claro que crear comics con personalidad, diferentes entre si y que no parezcan salidos de una cadena de produccion, es la forma para que los lectores nos enganchemos con sus personajes.

    Ah, por cierto.
    Ahora que esta de actualidad DK, aprovecho para comentar el daño que esta obra ha causado al personaje. Aunque a mi me encanta, lo cierto es que Batman antes era un tio carismático, el "detective" como le llamaba Ras al Gul . y ademas, con vida propia como Bruce Wayne. Recordemos las etapas de Denny O' neal y Neal Adams. Despues de DK, el grim & gritty mal entendido dominó DC y todo rasgo de carisma se esfumó. Y aunque han seguido habiendo etapas buenas o muy buenas, la conexión emocional creo que se rompió. Y sigue vendiendo, claro, porque sigue siendo BATMAN, pero ya no es lo mismo.

    En fin, ya me enrolle demasiado. Gracias de nuevo y te sigo leyendo por aqui. Saludos!

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    1. Mucha razón aquí también, Ignacio. Yo casi diría que DC se complica demasiado la vida ella sola con la continuidad, cuando en Marvel cada vez que hacen algo parecido simplemente se limitan a tirar para adelante. Solo compara el OMD con el Flashpoint, que aunque actúen a niveles diferentes, en Marvel consiguieron remontar el tema limitándose a tirar para adelante -dedicando solamente una única saga (OMIT) a ello- mientras en DC deban haber lanzado como sesenta sagas para recontar los orígenes de tal y cual, años cero, lo que ha cambiado, lo que no ha cambiado, etc... Al final parece que son ellos mismos los que se empeña en hacer de su universo una maraña, cuando es tan sencillo como andar hacia adelante

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  3. Pues sí, me siento bastante desplazado como lector en cuanto a DC se refiere. Y es triste, porque llevo bastantes años siendo lector fiel de casi todo lo que publicaban y llevo un par de años que no quiero saber mucho de ellos. Sé que en el podcast no me expreso bien al decir que "no me siento identificado" (aunque se están cargando a los personajes pelirrojos de toda la vida, ergo no sería mentira), pero me refiero a que esos personajes no son aquellos que me evocaban a imaginarme como Superman, Batman, Lobo o cualquiera de ellos. Actualmente son personajes tan planos y superficiales que se hace difícil indentificarse con ellos. Pero vamos, esa es mi opinión.
    Gran artículo, maestro. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Joe. A mi también me ha pasado exactamente lo mismo con muchos de los personajes, aunque también diría que ha habido obras francamente disfrutables, ya sea tomándolas como una versión libre de los personajes de toda la vida o una suerte de remake a lo Ultimate Spider-Man. Aquaman sin ir más lejos fue uno de esos personajes con los que más problemas tuve para pasar por el aro, y al final diría hasta que ha sido una Ultimatización que ha sabido captar lo mejor de la historia del personaje y hasta arreglar varias de sus movidas no demasiado inspiradas de su pasado. Saludos!

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