La
proporción es importante. Esta semana, Catwoman se ha
convertido en foco de titulares, al protagonizar una escena en la que
besaba a otra mujer. Nada especialmente sorprendente, y que
además de resultar acorde con su personalidad juguetona y curiosa,
siendo además abordado con una sensibilidad digna de agradecer (en
una escena repleta de simbolismo, por si no fuera suficiente).
La
cosa fue todavía más lejos, cuando su guionista Genevieve
Valentine no quiso dejarlo ahí, y afirmó que no fue un regalo
puntual a la pasión, sino que efectivamente Catwoman es bisexual.
De nuevo aplauso, no solo por contribuir a aportar diversidad al
cómic, sino que además es una manera inteligente de integrar a las
dos mujeres gato existentes mientras Holly Robinson continúa en
paradero desconocido.
Pero
entonces te pones a hacer un repaso de la historia de los superhéroes bisexuales en el mundo del cómic para Cultture, y lo que comienza
como un post dedicado amplitud sexual en el medio termina provocando
que te hagas la pregunta. ¿No un poco casual que todas las enemigas
de Batman con las que el murciélago haya podido tener química
sexual, hayan terminado siendo bisexuales? Porque la única que no lo
es, es Talia Al Ghul y ni siquiera sería capaz de meter la
mano en el fuego. Tanto a Catwoman, como Hiedra Venenosa, Harley
Quinn y hasta a Nocturna les gustan las chicas.
Aceptándolo
sin más como una de esas casualidades de la vida -si nunca hemos
puesto pegas a las reglas probabilísticas de los cómics, no vamos a
empezar ahora-, se puede pensar que además resulta acorde con las
raíces de Batman en los años treinta, por no hablar de los posbles que ofrece. Pero entonces miras al otro lado y la
cuestión que surge es, ¿cuantos personajes masculinos bisexuales
importantes hay en Gotham? Tantos como homosexuales: Cero. Ninguno.
Ni rastro.
Quitando
a la nueva versión de Catman de Gail Simone -demasiado
tangencialmente ligado a la franquicia del murciélago como para
considerarlo como parte del entorno de Gotham-, el único que
mínimamente podría considerarse como tal es el Joker, y
antes de otorgarle algún tipo de sexualidad, sería necesario que
además fuera humano. Resumiendo, que Catwoman sea bisexual bien. La
forma de hacerlo también. Pero si la próxima vez que toque que un
personaje tenga relaciones más allá de las barreras de género es
un Dick Grayson, Jason Todd, Tim Drake o -que demonios- Batman,
podría ser adecuado para equilibrar la balanza en cuestiones de
variedad.
Me gusta cómo piensas, Gavilán.
ResponderEliminarSe agradece, sr. Nexo. Un placer leerle
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