martes, 17 de marzo de 2015

Este no es el Capitán América de tus padres


Un padre y un hijo discuten la actualidad del día en una cafetería. Dos generaciones delimitadas por el tacto poroso del periódico en las manos del primero, y la pantalla táctil por la que se deslizan los dedos del segundo. Sam Wilson acaba de heredar el manto de las barras y estrellas de Steve Rogers, y el Halcón es el nuevo Capitán América. Un centinela de la libertad sin formación militar y con marcado componente racial, que enseguida hace que expresiones como “rendición a lo políticamente correcto” o “todos sabemos porqué le han dado el escudo” salten sobre la mesa. El hijo reprocha a su padre alegando que Sam Wilson ha luchado junto al Capi durante más tiempo que nadie, pero las cuestiones continúan llegando en forma de “¿Cuantas guerras ha ganado Sam Wilson para nosotros?”, “¿Cuantas invasiones ha detenido?”. Un tipo que vuela, habla con los pájaros, es asistente social y ni si quiera tiene historial como soldado, ¿cómo puede aspirar a representar a una nación como Estados Unidos?

Acusando al hijo de que a su generación le han lavado el cerebro con ideales de aceptación sumisa y tolerancia, la conversación que tiene lugar en la previa del quinto número del 'All-New CaptainAmerica' podría ser la traslación literal de cualquier discusión fan sobre el cambio de guardia que ha tenido lugar la etapa de Remender, o la que podría desarrollarse cualquier mañana después de unas elecciones generales. Consciente del subtexto tras cualquier relevo generacional que implique un cambio ideológico palpable, el guionista de 'Fear Agent' y 'Deadly Class' sabe captar en una sola página las preocupaciones comunes del hombre de a pie, consiguiendo que el traspaso de la antorcha trascienda más allá de lo estético. 


Responsable del superhéroe que supone la equivalencia más próxima al presidente de los Estados Unidos, a Remender no se le escapan las implicaciones del primer Capitán América negro que oficialmente ha portado el escudo -porque el caso de Isaiah Bradley fue una tragedia muy distinta-, en plena era de Barack Obama. Un Capitán América que además es el primero en hacer gala de una ideología más liberal que la del propio Rogers, y que cambió el fusil y el todo por la patria por las segundas oportunidades y los derechos sociales.

Las discusión continuará dentro y fuera de los cómics, pero como pronto, el actual guionista de El Capitán América ha conseguido que tras las vertiginosas aventuras de acción sin descanso de su centinela de la libertad haya una importante carga de retrato socialpolítico actual. E independientemente de quien lleve el traje, pocos retratos son más propios del Capitán América, que los que usan sus cómics para ofrecer lecturas de nuestros tiempos.

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