lunes, 28 de septiembre de 2015

En casa del Caballero Luna, el loco es el rey

Mis primeros recuerdos de las aventuras clásicas de El Caballero Luna consisten en un justiciero enmascarado con pasado como mercenario, y que además tener varios alias -incluyendo el millonario que pagaba todas sus facturas- pululaba por manicomios semi abandonados, partiéndose la cara contra matones reprogramados con electrodos cargados por piercings y apariencia de haber salido de algún 'Double Dragon'. No era difícil imaginarse que aquel tipo probablemente no estaba en sus cabales, pero no fue hasta la etapa de Charlie Houston y David Finch cuando de verdad comenzó a fascinarme su condición como trastornado peligroso.

Siendo la caótica narrativa de Houston un valor añadido para sentir como aquella locura alimentada con deidades egipcias, síndrome de estrés post-traumático y decadencia burguesa se escapaba de las páginas, el personaje ha tenido tantas interpretaciones en un periodo relativamente corto de tiempo, que ni siquiera los lectores tenemos muy claro de qué es real y qué no cuando hablamos de Marc Spector. En otras condiciones esto probablemente podría considerarse como un importante factor en contra, pero lo cierto es que -en lo relativo a la espectral naturaleza del Caballero Luna- funciona tan bien que ha terminado por ser parte esencial de lo que lo define. 


¿Es Konshu real? Según Houston sí. Según Warren Ellis desde luego. Según Hurwitz es probable que no y Bendis pasa palabra. ¿Es su trastorno de identidad disociativa y personalidad multiple real? Según Brian Michael Bendis sí y mucho. Según Houston, Spector padece una especie de esquizofrenia alucinatoria con ira narcisista involuntaria. Para Greg Hurwitz se puso mejor, y para Ellis sencillamente el TDIDYPM no existe.

Decidir cual de ellas es la versión 100% oficial tiene tanto sentido y escaso glamour como determinar que representa exactamente ca cartulina del test de Rorschach. Si con Batman el mito del murciélago cambia según quien lo escribe, con el Caballero Luna es como si todo el universo Marvel mutase en una perversa sincronía con la mente del propio Spector. En su nueva etapa, Jeff Lemire se asocia con Greg Smallwood para llevar al personaje a una institución psiquiátrica, y preguntarnos si en realidad siempre ha estado ahí.


Una premisa que nos retrotrae hasta los días de 'Batman: The Animated Series' y 'Buffy Cazavampiros', pudiéndose apreciar un visible cambio en los lápices de Smallwood, frente a los números que firmase junto a Brian Wood tras la marcha de Warren Ellis y Declan Shalvey. De nuevo con Jordie Bellaire a los lápices, las primeras páginas en blanco y negro lucen tan bien, que va a costar no volver a dejarse arrastrar hasta los abismos por el Caballero Luna, en un nuevo viaje al mundo de la locura. 

Fuente: Comic Book 

 

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