Que Nic Klein no
solo no consiguiese echar raíces en Marvel, sino que prácticamente
saliera por la puerta de atrás en su paso por Capitán América
es algo que se me escapa. Cualquiera que hubiera dejado una muestra
de talento como la que él ofreció en Thor y -sobre todo-
Winter Soldier desde luego merecía más suerte. Pero entonces
se alterna con Carlos Pacheco en la serie del Centinela de la
Libertad, y por mantener la coherencia gráfica de la serie le
llueven palos de forma incomprensible por todos lados. ¿Por hacer un
mal trabajo? Más bien por tratar de amoldarse a un estilo más
clásico del que luciera en obras del virtuosismo gráfico de Vikings
y esa absoluta joya que es Dancer.
Y aunque no duró en
Marvel mucho más, Klein fue a parar a Image Comics, para embancarse con
otro currito que pasó por las grandes sin hacer demasiado ruido,
para embarcarse en una saga de ciencia ficción espacial fronteriza
bajo el título de Drifter. Con Ivan Brandon a los
guiones, la serie se mueve por el siempre suculento apartado de la
combinación entre colonización estelar y western. ¿Los lápices de
Klein? Abajo una muestra. Más en su espacio personal, aquí o aquí.
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