Si con el vídeo In Memorian mostrado este año durante la ceremonia de los Oscars 2016 quedó algo claro, es el ritmo acelerado con el que estamos perdiendo a muchas de las grandes leyendas de la cultura audiovisual. Mera cuestión matemática fruto de la época en el que se produjo el boom de la mayor parte de ellos, y que por desgracia no va a cambiar -salvo a peor- por la simple inercia con la que vienen desarrollándose las leyes de la vida y la muerte desde que existe este universo. Opacado por la ceremonia de entrega de los premios de Hollywood este fin de semana se nos fue sin ir más lejos el mítico George Kennedy, un eterno secundario del cine que ni siquiera sabía que continuaba con vida.
Enterándome de su muerte
a los 91 años gracias a una publicación del alma máter la Esbilla
cinematográfica popular Adrián Esbilla, no podía hacer menos para terminar la semana que
dedicarle un pequeño repaso a lo más destacado de la filmografía de esta leyenda del cine de la que supe de su carrera televisiva en Sarge y El Caballero de Azul por cortesía de mi padre, pero que siempre le he tenido especial aprecio por las siguientes obras en las que se gano sus galones como secundario de lujo:
Espartaco: Los comienzos nunca son fáciles para nadie, y menos en una industria como el cine. Pero comenzar como figurante junto a uno de los más grandes y tener oportunidad para poner en tu boca la frase que marcaría historia es un mérito que ya anticipaba que Kennedy estaba destinado a dejar huella.
Charada: Mezcla perfecta entre la comedia de enredos y el thriller internacional con glamour a la mejor tradición de Hitchcock, Stanley Donen firmó esta joya para el lucimiento de Audrey Hepburn y Cary Grant, con George Kennedy como parte del grupo de impresentables que acechaban a la viuda de Lampert en busca del botín de su difunto esposo.
El Vuelo del Fénix: Clásico del cine de aventuras de los sesenta, la supervivencia se convertía en el reto de los supervivientes de un accidente aeronaval varados en el Sahara, tratando de usar sus habilidades para escapar de una muerte segura. Como veterano en aviación George Kennedy no pudo perderse este proyecto.
Doce del Patíbulo: Otro clásico, en este caso del cine bélico y que tanto legado ha dejado tanto para los fans del cine -Malditos Bastardos-, como del cómic -Escuadrón Suicida, los Guardianes de la Galaxia- como de los videojuegos -el mítico Comandos 2-, Kennedy formaba parte de los responsables a cargo de el grupo de presidiarios empleados por el ejército americano para una peligrosa misión tras las líneas alemanas.
La Leyenda del Indomable: Valiéndole el Oscar a mejor actor secundario en su papel como rival y compañero de fatigas del Cool Hand Luke de Paul Newman, esta historia de un presidiario incapaz de dejarse doblejar ante las cadenas del sistema es uno de los grandes imprescindibles del cine igualmente -o más- necesarios hoy en día que cuando fueron estrenados.
El Estrangulador de Bostón: Rara vez pasaría de secundario, pero tener un currículum con seis trabajos como los primeros citados ya es un mérito del que pueden presumir muy pocos, y que incluyen un papel como detective a cargo de la investigación tras los macabros asesinatos de la ciudada de Boston, en este monumental psychothriller a cargo de Richard Fleischer.
Un Botín de 500.000 Dólares: La crisis de los grandes estudios durante los años setenta fueron territorio propicio para las road movies de colegas con cuatro duros, y la cinta de ladrones de Michael Cimino protagonizada por Clint Eastwood y Jeff Bridges puede estar entre una de las más emblemáticas, con Kennedy y Geoffrey Lewis pisándoles constántemente los talones.
Terremoto: Habitual en el cine de catástrofes que tenía como fórmula reunir a elencos famosos al borde del desastre, no voy a recordar a Kennedy tanto por las películas de Aeropuerto con las que no tenía tanto contacto, como si por aquel Terremoto de Charlton Heston en la que diera vida a un oficial de policía de Los Angeles.
Objetivo Patton: No es la protagonizada por George C. Scott, pero le tengo un gran cariño a esta película de puro serie B, con todo un reparto de lujo y George Kennedy tomando el testigo del protagonista de la película de Franklin J. Schaffner para dar vida al mítico general de la II Guerra Mundial.
Agárralo como puedas: Para terminar, que menos que recordarlo por el papel que su rostro se me quedó grabado en la memoria, como sufrido jefe del teniente de policía Frank Drebin. En la liga de los jefes de los Inspectores Cluseau y Gagdet, toda una muestra de temple para sufrir las más extravagantes humillaciones.
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