jueves, 6 de agosto de 2015

Superhéroes en la cruz


De entre las incontables discusiones sobre cómics en las que he participado, algunas de las más encendidas han sido quizás las relativas a la religión de los superhéroes. No faltando lectores que lo consideran tabú por razones diametralmente opuestas, a mi nunca me han estorbado ya sea para añadir un extra de realidad a unos personajes que -como en el mundo real- tienen una serie de creencias a veces ligadas a religiones conocidas, como base para relatos de carácter social o para añadir elementos místicos a sus respectivos universos. No en vano forman parte de nuestro fondo cultural y como tal tienen mucho que ofrecer.

Siendo un tema que se presta a opiniones muy polarizadas, una de las controversias más singulares que he podido atestiguar, la de un aficionado que se preocupaba por la ausencia de representación del cristianismo entre la proliferación de otras minorías étnicas, ideológicas o de cualquier otro tipo en la Marvel actual. Quizás sea la perspectiva del zagal que tiene el montón de caramelos más gordo -y a quien empiezan a quitarle para repartirlos equitativamente entre los demás- porque yo al menos nunca he tenido esa sensación.

Sobre todo teniendo en cuenta como mucho antes de que la Ms Marvel Kamala Khan paseara por Marvel, ya hemos podido ver desde el catolicismo piadoso de Rondador Nocturno o Espirita al integrismo radical del Reverendo Stryker y sus Purificadores o el Cruzado, pasando por la tormentosa visión de la vida de Punisher, Capa y Puñal, Aurora o Eddie Brock, aquellos que no se toman sus creencias con tanta rigidez como Mancha Solar, Hulk o Howard el Pato o con los que sus creencias en el Dios del cristianismo trino se mezcla con tradiciones geográficas concretas como pueden ser Banshee, Gambito, Araña o Santa Ana. De entre todos, con pocos ha dado tanto juego como es en el caso de Daredevil, quien aparte de protagonizar recientemente un saga en la que tiene un fuerte protagonismo el labor de las misioneras en África, se convierte en el foco de este interesante artículo de El Vuelo de la Lechuza por Carlos Javier González Serrano.

Centrado en como influyen sus creencias en sus convicciones como superhéroe mientras establece paralelismos con la obra de Unamuno, no terminar sin recomendar su lectura y agradecer al señor Juan Antonio Recuero por facilitarlo.

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