jueves, 13 de agosto de 2015

All-New All-Different Marvel, no es país para tiranosaurios

Como parte de la iniciativa 'All-New All-Different Marvel' con la que dará comienzo a su nuevo universo, la casa de las ideas acaba de hacer publica una nueva colección protagonizada por el Dinosaurio Diabólico que poco tiene que ver con Jack Kirby ni con la que actualmente acompaña a Steve Rogers en plena Secret Wars. Anunciado abiertamente como un título para todas las edades, no puedo evitar acordarme de cuando hace no demasiado me preguntaban que serie Marvel podía ser apta para zagales novicios de menos de ocho años, sin que consiguiera llevarme a la cabeza otra serie que no fuera 'Lobezno y la Patrulla-X' de Jason Aaron (que por otro lado quizás era demasiado macarra para esa edad).

Hoy, el panorama que nos aguarda es bien distinto, y la mayor parte del catálogo Marvel que se nos viene parece competir por ser la serie más molona de Cartoon Network o la última película de Pixar. La diferencia respecto a lo que hemos vivido durante estos últimos años es más que visible, pudiendo dividirse su próxima oleada de títulos entre aquellos orientados a público juvenil -y que podríamos incluir desde al lado de 'Harry Potter' o 'Los Juegos del Hambre' con títulos como Ms Marvel, el nuevo Nova o Spidey-, junto a aquellas que apelan al lector más clasicote, con nombres como Dan Slott, Gerry Duggan o James Robinson. Tampoco faltan ofertas para nosotros, proto-hipster de la vida que lo pasamos berraco con Ojo de Halcón o el Hombre Hormiga, pero en general la práctica totalidad de títulos gira en torno a este núcleo family friendly / millennial, tan acogedor para el inamovible diplodoco como para el archaeopterix y los polluelos de ambos, y poco margen para una estirpe muy concreta de dinosaurio.

 
Depredadores natos con los ojos inyectados en rojo, colmillo afilados y hambre de bilis, los tiranosaurios que crecimos con el referente del cómic widescreen poco vamos a encontrar de la herencia de la santa trinidad JLA / Authority / Ultimates en esta nueva Marvel. Una Marvel que ni en su estilo de dibujo ni guionistas asignados parece tener mucho ya que ver con aquellos días de las panorámicas a ocho páginas de Bryan Hitch o el espectáculo cinematográfico de Steve McNiven con el Capitán América huyendo del Helitransporte.

Poco queda en este nuevo catálogo de aquellas series con perfil HBO que te hacía Ed Brubaker, o del intenso drama de los lápices de Jerome Opeña con su saga de El Ángel Oscuro mientras Romita nos llevaba de viaje por la Dimensión Z. La Secret Wars parece servir de ocaso para la Marvel entregada al lector adicto a las historias de alta intensidad, dando paso a una más orientada a un marco familiar con la imagen de los Vengadores de Mark Waid. Ya llegará el día en que los hijos esta nueva generación de lectores llegados del cine crezca en busca de otros estímulos, mientras que de la línea iniciada por el Marvel Knights de Quesada y Palmiotti apenas quedan Ellis, el Bendis de Spider-Man -y quien sabe si Iron Man-, y lo que buenamente aporten Aaron, Lemire y hasta puede que Soule.


De otros guionistas macarras versados en repartir caña como Ennis, Spurrier, Kot o Jordan a penas queda algún viso de futuro, junto a la duda de lo que puedan hacer Seeley, King, Taylor o Williamson, y el misterio de lo que habrá ocurrido con todo dibujante que no se mueva entre Adrian Alphona y Humberto Ramos. Es la era de The Amazing Spider-Man y Kamala Khan, donde el tono juvenil y para padres con hijos parece haberse alzado con la hegemonía, y al tiranosaurio no le queda otra que buscar otros pastos o cambiar al indómito y en porretas Chico Luna, por una nueva niña con gafas, ropa de scout y mochila. Una era termina para dar paso a otra, marcando el inicio en Marvel de la gobierno de la generación Pixar.

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