sábado, 25 de abril de 2015

Cíclope de John Layman y Javier Garrón


Sin llegar a la altura del arco argumental de Rucka, Dauterman y Carnero, la saga de seis números que John Layman y Javier Garrón si que reúne buena parte de las virtudes del arco inicial. De nuevo, es la relación entre padre e hijo lo que destaca, con una nueva situación en la que el joven Cíclope tendrá que continuar aprendiendo a valérselas por si mismo, en un nuevo entorno que tan poco tiene que ver con el de la primeriza Patrulla-X en el que creció originalmente.

Planteando nuevos retos para un todavía inexperto protagonista, quizás se echa en falta mayor protagonismo por parte del resto de los Saqueadores Estelares o que Layman no se tomase con tanta ligereza la premisa. Aun así y a pesar de la inocuidad general, resulta una lectura simpática, continuando la línea de la novela juvenil de descubrimiento a la madurez que venía caracterizando la serie hasta el momento. 


A destacar, los lápices de Javier Garrón combinados con los colores de Chirs Sotomayor. Que si bien es cierto que tiene páginas mejores y otras en las que todavía se le ve un tanto caótico, en general aporta un desbordante y creativo imaginario visual que beneficia mucho a la multitud de mundos, razas alienígenas y contrabandistas espaciales que pide la historia. Como postre, la saga añade una serie de personajes y elementos, que hacen desear que -ojala tras la Secret War- la experiencia de esta aventura quede integrada en el pasado de Cíclope y se aproveche en el futuro.

El resultado es una historia que a pesar de no tener ningún viso de relevancia más allá de narrar otra aventurilla de Cíclope junto a los Saqueadores Estelares, resulta se deja leer y es agradable. Para fans de la parcela mutante sin demasiadas exigencias, a los que les apetezca disfrutar de un relato ligero del grumete espacial Scott Summers. 


lunes, 20 de abril de 2015

La Guerra de las Galaxias de Pepe Larraz


Cualquiera que me conozca sabe perfectamente que no soy el mayor fan de las películas de Star Wars. Me apasiona 'El Imperio Contraataca', sí. Pero con las demás, suelo repartir bastante leña cuando suenan los vientos de hype. Sin embargo, hubo una época en la que esto no era así. En la que el que suscribe era un crio de gafas redondas de mofletes sonrosados, que devoraba cada una de las cintas y series de animación, ya fuera con hombres-cerdo, Luke irrumpiendo en el lupanar de Jabba, droides peregrinos o la canción de los Ewoks. Pero algo se torció por el camino, y aquel niño creció para convertirse en un descreído de la fuerza, en parte saturado por todo el empacho mediático que fue acumulando la saga.

Hoy, mentiría si dijese que la nostalgia -unida al cariño por los personajes y su universo- no está haciendo de las suyas. Porque entre todo el bombardeo de películas, cómics y series que nos llega, el efecto universo compartido está haciendo de las suyas, sintiendo como al ver encajarse las piezas conforme van llegando... Me voy enredando en ellas. Precuelas animadas de 'Una Nueva Esperanza' inspiradas en los bocetos originales de Lucas, continuaciones de esta a cargo de Aaron, Gillen y Waid, misiones al límite durante la construcción de la Estrella de la Muerte, secuelas ambientadas al termino o varios años después de 'El Retorno del Jedi'... La Guerra de las Galaxias se expande en todas direcciones, y es difícil no encontrar algo que te pueda engatusar. 


En mi caso, lo último ha sido el cómic protagonizado por Kanan, personaje de 'Star Wars: Rebel' al que no tengo el gusto de conocer, pero que por su ambientación en los últimos días de la antigua república me llamaba la atención. Tanto, como podría ser el hecho de leer algo del co-creador de 'Gárgolas' Greg Weisman en papel, como por los lápices de un siempre fantástico Pepe Larraz.

Y en general la verdad es que me ha dejado bastante satisfecho. Un cómic que pese a ser más paisajístico que de contenido, recupera detalles interesantes del pasado de la Guerra de las Galaxias, abordando la peligrosa zona de grises de una época de conflicto, con el extra del rico mundo que crea Larraz. Un mundo de Jedis, Padawan, soldados clon, alienígenas y separatistas, que te deja con la miel en los labios para volver el próximo mes a por más.

Yo antes era alguien


A la hora de reivindicar un supervillano olvidado, es habitual que los guionistas tiren por la opción de hacerlo mucho más peligroso y complejo, como podría ser el caso del Mano Negra de Geoff Johns en la franquicia Lantern. Da igual si eras un fulano embutido en un traje de sado, Matador o la Rana Saltarina. Por medio del arte del tebeo te convertirás en una seria amenaza que hará la vida imposible al superhéroe, e incluso podréis compartir un momento íntimo de enemigos jurados al más puro estilo de 'La Broma Asesina'.

Una práctica que a veces funciona y otras no tanto, especialmente cuando el guionista de turno confunde complejidad con “monstruo sanguinario” y amenazante con tener menos registros que un villano de John Travolta. Así han surgido atrocidades como cualquiera cosa que hayan hecho con El Acertijo tras la marcha de Paul Dini o el intento de convertir a Sapo en una mente maestra del terrorismo mutante allá por los noventa.

Pero, ¿qué pasa si el guionista en cuestión opta por la vía contraria? ¿Si en lugar de otorgarle más dignidad, seriedad imponente y peligrosidad, decide devolverlos al suelo para reencontrarse con la dura realidad? Esa es la vía por la que se ha decantado Nick Spencer en su altamente disfrutable 'Ant-Man', un cómic a medio camino entre la aventura suburbana y la sátira desmitificadora, en la que además de mostrar las miserias de su protagonista lo hace con la de los antagonistas y villanos que le rodean. Personajes como el Maquinista, Fuego Cruzado, el Escarabajo y Grizzly que pudieron ser o no alguien, y que por varias razones lidian con la decepción y el fracaso de no haber conseguido nada realmente meritorio en su vida dedicada al crimen. 


La humillación de caer del Olimpo de los enmascarados para verse obligados a lidiar con las mediocridades del hombre corriente, en esta tragicomedia de superhéroes que -al igual que ya hiciera con sus 'Enemigos Superiores de Spider-Man'- nos recuerda que tras los planes de dominación mundial y las tramas estrafalarias para acabar con la vida de sus enemigos, los supervillanos también son personas.

domingo, 19 de abril de 2015

Guía de Lectura: Los X-Men de Kieron Gillen


En la larga historia de los X-Men no han sido muchos los guionistas que han conseguido hacer Historia, pero si unos cuantos los que -sin tantos laureles- han alcanzado la categoría de culto. Alan Davis, Mike Carey, Jason Aaron... Una lista en la que también tiene lugar Kieron Gillen, escritor británico que llegó a Marvel junto a Jamie McKelvie después de despuntar en el mercado independiente con 'Phonogram', y que tomo las riendas de la Patrulla-X después de que Matt Fraction se la entregara en plena revolución encabezada por Cíclope. 

Eran tiempos difíciles para la comunidad mutante, en los que los efectos del hechizo de la Bruja Escarlata continuaban impidiendo que surgieran nuevos miembros de su especie, y los últimos supervivientes se apiñaban en una isla nación en las costas de San Francisco (bajo la bandera de los X-Men). 100% británico, las historias de Gillen destacaban por su tratamiento de personajes y sus extraños argumentos a la mejor tradición de la era Vertigo. 

Un guionista muy en la línea de la ola hipster, que llegó la franquicia sin un currículum demasiado extenso, pero que dejó huella en muchos de los lectores de los X-Men. Citando primero algunos de los relatos cortos que firmó para la misma, como el número de 'Patrulla-X: Orígenes' protagonizado por Dientes de Sable o la historia corta de Dazzler incluida en 'X-Men: Manifiesto de Destino', el siguiente desglose contiene todas las obras vinculadas al grueso de su aportación a la franquicia mutante, incluyendo los dos volúmenes de 'Uncanny X-Men', 'Generación Hope' y otras mini-series ligadas a estas. 

Para quien solo le interese lo relativo a la Patrulla-X, las sagas de Generación Hope aparecen separadas con una tabulación extra, indicando con color de fuente gris aquellas obras que ni están escritas por el guionista ni tienen excesiva relevancia para su etapa, pero que pueden resultar interesantes de cara a completar series y tramas argumentales concretas. Explicado esto, entremos en materia recordando que para las publicaciones americanas los nombres aparecen en inglés, y las de Panini en edición española en castellano:
Reinado Oscuro, El Cónclave: Bajo el gobierno de Norman Osborn, los líderes más cuestionables de la comunidad metahumana se ha unido para dirigir el mundo desde las sombras. Colección de relatos cortos sin demasiada trascendencia, supone la primera aproximación de Gillen a Namor en su condición de Mutante.
SWORD: Mini-serie de cinco números dibujada por Steven Sanders. Tras abandonar los X-Men, Bestia se enrola en SWORD, la agencia del universo Marvel dedicada al control del tránsito alienígena en dirección a la Tierra y su protección frente amenazas llegadas del espacio exterior. A pesar de no ser una serie de los X-Men propiamente dicha, sino un spin-off de Astonishing X-Men, la incluyo al ser la fuente de buena parte de las tramas que Gillen luego trataría en su Imposible Patrulla-X.

Las Cinco Luces: Primera participación de Gillen en la mítica cabecera, la saga de Matt Fraction y Whilce Portacio narra como tras el regreso de Hope Summers están volviendo a aparecer nuevos mutantes con poderes inestables. Junto a la pelirroja destinada a salvar su especie, los X-Men se embarcarán en una odisea para encontrarlos y protegerlos de sus poderes y del mundo que les rodea (Patrulla-X v3, #65-67)
El Futuro es Una Palabra de Cuatro Letras: Tras encontrar a las primeras luces, Hope Summers se embarca en un viaje a Japón para contener la crisis desencadenada por un mutante con el poder dar forma a su retorcida imaginación a partir de su carne. ¿Quién es Kenji Uedo, y cual es su papel en el destino de la mesías de pelo rojo? (Patrulla-X:Generación Hope #1 / Generation Hope #1-5)
Cuarentena: Desembarco de Quieron Gillen en la franquicia, la saga co-escrita junto a Matt Fraction narra como los X-Men se enfrentan a una opa hostil por parte de la Corporación Sublime, mientras Emma Frost se enfrenta a un juicio interno que puede afectar a su persona, o al destino de los X-Men (Patrulla-X v3, #68-71)
The Ward: Una nueva luz se ha despertado en Berlín, y es un mutante que ni siquiera ha nacido aún. En su primera misión como equipo, Hope y las Cinco Luces se enfrentan al desastre absoluto, y un terrible drama imposible de superar (Generation Hope #6-9 )
Magneto: Tras desvelarse que el amo del magnetismo está junto a ellos, los X-Men deberán recurrir a su agente de prensa Kate Kildare pare evitar que se convierta en un problema frente a la opinión pública. Tratando de dilucidar si hay redención posible para el antaño terrorista mutante, Kate se enfrentará a Magneto en el campo de combate más complicado: El dialéctico (Patrulla-X v3, #72)
Punto de Ruptura: Naves de combate llegan desde Breakworld a los cielos de Utopía exigiendo derecho de exilio a su rey. Expulsados de su mundo, ¿será posible que los alienígenas puedan coexistir con los mutantes? ¿Como afectará esto a la relación entre Coloso y Kitty? (Patrulla-Xv3, #72-74)
Esperanza Perdida: Hope ha desaparecido, y puede que el futuro de la raza mutante con ella. Y aunque quizás sea el único hombre capaz de encontrarla, puede que Lobezno no esté demasiado contento de tener que hacerlo (Patrulla-X v3, #74)
Miedo Encarnado: Juggernaut camina rumbo a San Francisco y es más peligroso que nunca. ¿Podrá la mayor alineación de X-Men jamás reunida hacerle frente? ¿Cómo afectará la invasión del imparable hermano de Xavier a sus relaciones con los humanos de San Francisco? (Patrulla-Xv3, #75-77)
Cisma: La camaradería entre Cíclope y Lobezno se verá puesta a prueba cuando una crisis ataque a los mutantes desde diferentes frentes. ¿Qué puede ser tan grave como para separarlos irremediablemente? ¿Cómo afectará a los miembros de Generación Hope? Saga orquestada por Jason Aaron, con Gillen como segunda espada (Patrulla-X: Cisma + X-Men: Regénesis).
* Tanto como complemento a esta saga como continuación a los argumentos de su serie centrada en las cinco luces, están los números de Generation Hope #10, #11 y#12 en los que Gillen narra los acontecimientos del evento desde la perspectiva del grupo, con adiciones importantes para los mismos.
Todo es Siniestro: Nathaniel Essex ha vuelto, y pretende usar la matriz del Celestial Durmiente para recrear San Franciso a su imagen. ¿Será capaz el Equipo Extinción de detenerle en su primera misión? (LaImposible Patrulla-X v3, #1-2)
Falange de Uno: Atrapado durante años en uno de los laboratorios subterráneos de Siniestro, un miembro de la Falange consigue abrirse paso hasta el mundo de la superficie, en un intento de volver a reencontrarse con los suyos. Descubriendo que el déspota genético le ha privado del más valioso de sus dones, solo será el comienzo de su tragedia (LaImposible Patrulla-X v3, #2)
Tábula Rasa: Una extraña biosfera ha aparecido en Montana, y está habitada por las más extrañas especies que haya conocido el hombre. Sin miedo a lo que puedan encontrar dentro, el Equipo Extinción se internará en Tábula Rasa para descubrir sus secretos (La ImposiblePatrulla-X v3, #3)
Generación Hope de James Asmus: Pese a no estar escrita por Gillen, esta saga de cinco números tiene relevancia como conclusión de la historia que inició el guionista de SWORD en la colección de la mesías mutante y sus cinco luces (Generation Hope #13-17)
Unit: Si alguna vez te has preguntado como sería Silver Surfer con la personalidad de Hannibal Lecter él es la respuesta. Libre de la custodia de SWORD, el genocida cósmico ha desencadenado una crisis a nivel mundial, y los mutantes pueden ser su próxima víctima (La Imposible Patrulla-X v3, #4)
Vengadores Vs Patrulla-X, Acto I: El fénix se dirige a la Tierra, y podría ser tanto la consumación de los sueños de Scott Summers como el fin de la vida en nuestro planeta. Desencadenando una intensa guerra entre los X-Men de Utopía y los Vengadores, Gillen no participa en el equipo de guionistas de la saga central, pero si en los números de La Imposible Patrulla-X que le acompañan. Tanto evento como su propia colección están fuertemente relacionados.

Esta Tierra Extraña y Desagradable: Siniestro pretende aprovecharse de los acontecimientos de la llegada del Fénix, y puede que ni los X-Men dispongan del suficiente poder para detenerlo (LaImposible Patrulla-X v3, #7-9)
Vengadores Vs Patrulla-X, Acto II: El sueño de un mundo en el que los mutantes usen sus poderes para crear una Utopía de coexistencia humana y mutante ha llegado. ¿Es posible que entre unos y otros lo conviertan en una siniestra pesadilla? Gillen no participa en esta parte de la historia, pero tiene suma importancia a lo que vendrá después (Avengers Vs. X-Men #6-10)
Vengadores Vs Patrulla-X, Acto III: Con el destino de la Tierra en juego, una coalición de Vengadores y X-Men asalta Utopía. ¿Su objetivo? Derribar el sueño de un hombre al que antaño consideraron amigo, pero que hoy puede ser una amenaza para todo el mundo. Acompañando a los guionistas de la maxiserie central como segunda espada en sus números de 'La Imposible Patrulla-X', Gillen relata la caída del Equipo Extinción y las consecuencias de la crisis del Fénix en cada uno de sus miembros.

Vengadores Vs Patrulla-X, Consecuencias: El sueño de Utopía se hunde en la bahía de San Francisco. Este es el relato sobre el fin de la cruzada de un hombre que pudo cambiar el mundo y se vio frenado por muchos. O puede que tal vez su comienzo (La Imposible Patrulla-Xv3, #11-12)
* Nota: Gillen también contribuyó a la antología de relatos cortos 'VengadoresVs Patrulla-X: Versus' con dos historias cortas. Una protagonizada por Coloso y Spider-Man en el segundo número de la mini-serie, y otro bastante más memorable con el enfrentamiento entre la Bruja Escarlata y Hope Summers en su última entrega.
Destacando por el uso de personajes como Cíclope, Emma Frost, Kitty Pryde, Coloso, Magik, Magneto, Hope o las Cinco Luces, Gillen nos ofreció una de las mejores versiones de Mr. Siniestro que se hayan visto a lo largo de la historia del grupo, además de personajes tan interesantes como Unit o Zero. Y aunque el seguimiento de su etapa puede resultar un tanto caótico por el salto entre colecciones, supo aprovechar argumentos propios y ajenos aportar solidez e ideas estimulantes a la franquicia.

El resultado es una etapa que sin recibir tantos laureles como la de Claremont, Morrison o Whedon, si que destaca por su originalidad y el cariño que muestra por los personajes, siendo además una de las más longevas que ha tenido el grupo en el presente siglo. Eso no evitó que a la mayoría de sus seguidores les resultara corta, a pesar de que después de concluirla volviera a dejarse caer con un relato corto protagonizado por Loki y Siniestro en 'A+X' y la no demasiado inspirada mini-series 'Origenes II'. En unos meses, volverá a reencontrarse con parte de estos personajes en 'Asedio', pero esto ya será parte de la 'Secret Wars'.

Los nuevos Amos del Mal


Parece mentira que ya haya pasado casi medio año desde que escribiese para Zona Negativa el post dedicado a los hombres y mujeres que participaron en el retiro editorial de Marvel Comics, en el que se perfilaría el camino hasta inminente Secret Wars. Pero la vida sigue, y tras un elenco de mentes pensantes sigue otro, como se puede ver a través de la fotografía publicada por Brian Michael Bendis en su Tumblr

Tomada por Gerry Duggan en el reunión de guionistas celebrado en el retiro editorial de la pasada semana, en ella podemos a parte de los nuevos amos de la Cocina del Infierno que decidirán como será la Marvel que resulte tras el evento capitaneado por Jonathan Hickman. Con el sempiterno Bendis en su papel de Kingpin y Jason Aaron al frente de las triadas de Asgard, vuelve a repetir Skottie Young dejando entrever que hay futuro tras su Mapache Cohete (¿habrá redaños y lo promoverán como nuevo guionista de 'Los Guardianes de la Galaxia'?). 

Pero sin duda la adición más interesante es la de Jeff Lemire, que podría confirmar que el guionista de 'Trillium', 'Green Arrow' y 'Descender' tiene algún proyecto jugoso para el futuro próximo de la editorial. A espera de descubrir si son los tan ansiados 'X-Men' de Jeff Lemire, también se agradece la permanencia de Duggan, y que le hayan hecho un hueco en la reunión a Dennis Hopeless. Un guionista que quizás haya tenido trabajos mejores y peores, sí, pero que por sus 'Vengadores Arena' y su 'Spider-Woman' bien merece una oportunidad de destacar.

Demasiado viejo para este negocio


Hace no demasiados días, Joss Whedon expuso sus razones para no finalizar su saga de los Vengadores y Thanos con 'La Guerra de Infinito', alegando básicamente que ya no tenía edad para esos trotes, y que era el momento de que alguien más joven tomara las riendas. Algo que no resulta fácil de asimilar desde fuera, al hablar de un cineasta que -con 50 años- tampoco es que sea exageradamente mayor, y que prácticamente acaba de despuntar en la gran pantalla con un rompetaquillas y una secuela todavía por estrenar.

Pero entonces me da por intentar ver parte de 'Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal', y es como si los argumentos de Whedon cobrasen forma en una única cinta. Ahí está Indie con sus gracietas socarronas, los acertijos del pasado, las acrobacias en escenas de acción imposible y el encanto de la ambientación de época. Pero resulta que la acción no transmite ritmo hiperactivo, sino torpeza y tardar siempre demasiado en cambiar de plano. Que la ingeniosa fluidez de los diálogos se ha anquilosado y hasta las bromas a costa de estereotipos raciales se antojan rancias. Que la fotografía es mortecina, y que lo que antes era aventura y color hoy es un cansancio somnoliento.

Lo triste de 'Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal' no es ver a un Harrison Ford ya casi anciano o un cúmulo de disparates que poco tiene que envidiar a las anteriores. Lo realmente triste es contemplar como hasta cualquier Momia de Stephen Sommers la sobrepasa en brío al film de Steven Spielberg. De un director que antaño nos ofreció lo mejor del director, intentar volver a calzarse sus bambas de juventud, cuando quizás hubiera sido mejor dejar los juguetes de alguien a quien con más energía.

sábado, 18 de abril de 2015

La diversidad de Star Wars


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, se alzaba una temible amenaza que pretendía convertir a todos sus habitantes en varones anglosajones americanos de raza blanca, con alguna concesión a los muppets comercializables. Con apenas un puñado de rebeldes como Leia Organa y Lando Calrissian atreviéndose a alzarse frente a la tiranía de la homogeneidad, la derrota del Imperio abrió las puertas a nuevos horizontes, en los que la diversidad fuera algo más que un efecto especial. 

Treinta y tres años después, la galaxia libre del imperio presenta una situación muy diferente a la de aquellos años, como no he podido evitar reparar mientras escribía un post dedicado a la nueva película de Star Wars y sus muchos personajes. Lo que encontramos es una Guerra de las Galaxias en la que más allá del envejecido elenco de la saga original, sus tres nuevos protagonistas centrales son una inglesa nacida en Westminster, un británico de origen nigeriano y un guatemalteco de padre cubano. 

Una Star Wars en la que hay mujeres militando entre los Stormtroppers de la Primera Orden, y en la que el no ser blanco o varón, ya no puede ser considerado una rareza. A falta de ocho meses exactos para su debut en cine, hoy la galaxia creada por George Lucas es un lugar mejor. Y que así dure.

viernes, 17 de abril de 2015

Cómo trollear en cómic


El devorador de mundos Galactus se dirige a la Tierra y no hay nadie que pueda detenerlo. Todo está perdido. Nuestra única esperanza no es un dios sobrehumano llegado de las estrellas ni superhombre ilustrado armado con el poder de la ciencia y una brillante armadura, sino una estudiante de primer curso de carrera con el poder de comunicarse con las ardillas, traje espacial y un colosal booty. Cliffhanger de infarto, para poner las apuestas por las nubes en la antesala del siguiente cómic, con una portada estilo 'Marvel vs Capcom' y las rimbombantes palabras del ¿quién ganará?

Y entonces llega la previa del quinto número de 'La Chica Ardilla', y la primera página corresponde a Doreen tomándose una selfie sobre el pecho de Galactus, mientras proclama que al final no fue tan difícil y se lee FIN. ¿El resto? Ryan North avisándonos de que las páginas que siguen corresponderán a las cartas de los lectores y luego ya pliegos en blanco para que los rellenemos a nuestro antojo. Y aunque dudo que se vayan a atrever con un John Byrne extremo, como material promocional la broma es tan acorde con la protagonista que no se puede sino celebrar que Chica Ardilla encontrara a Erica Henderson y el guionista de de 'Hora de Aventuras'.

Ahora a descubrir para que ha usado las otras 20 páginas del cómic. Si revelará como se las ingenia para derrotar a estos poderes cósmicos estilo 'Memento', o si preferirá dejarlo para el misterio de nuestra roedora favorita.

jueves, 16 de abril de 2015

Magic Kitty Cat

Una de las relaciones más clásicas de la era Claremont, la amistad entre Katherine Pryde e Illyana Rasputin se vio truncada cuando comenzaron a hacer cosas raras con la segunda. Rematada en plena crisis del virus Legado, Kitty y Magik se vieron separadas por un caso de defunción aguda, permaneciendo así durante más de década y media.

Ni siquiera cuando la hermana de Coloso regresó de entre los muertos hubo demasiado empeño por retomar su relación, entre sagas infernales, balas alienígenas y enemistades con Cismas y Cyttorak de por medio. Pero entonces llegó Brian Michael Bendis, y entre uno de sus principales hallazgos tuvo el detalle de reunirlas de nuevo. No sin olvidar todo lo que habían vivido desde entonces, sino como el vínculo emocional que se sabe truncado con una barrera de por medio.

Dejando un par de momentos para el recuerdo con ambas desde que traslado a Kitty Pryde y sus alumnos al Nuevo Instituto Xavier como consecuencia de 'La Batalla del Átomo', el número #33 de 'The Uncanny X-Men' es una muestra de lo deliciosamente bien que escribe el guionista de 'Alias' a las dos mutantes. Un cómic que no necesita más alardes que trasladarlas a la Isla de los Monstruos y hacer cosas de X-Men, mientras en el epicentro de su comunidad continúan enzarzados en interminables disputas ideológicas.


De nuevo el escritor metiendo el dedo en la llaga respecto a la nociva tendencia que ha asumido la Patrulla-X de enfrascarse en peleas internas en lugar de preocuparse por los mutantes desamparados que hay por todo el mundo, y de nuevo usando una premisa básica de búsqueda y rescate para que los personajes brillen como en sus mejores tiempos. Abordando las heridas abiertas sin ñoñerías y con el derroche de humanidad -divertida, tensa, dramática, entrañable y en ocasiones triste- como arma, hasta se permite guardarse un agudísimo giro en relación con el pasado de una de ellas, con un Chris Anka en estado de gracia. No habrá traído la gran revolución mutante, pero por números como este se va a echar de menos a Bendis en la franquicia.

martes, 14 de abril de 2015

Las aventuras infernales de Rondador Nocturno y Magik


Dentro de las historias jamás contadas de la Patrulla-X que aguardan la venida de un guionista que se atreva a ir más allá de los caminos establecidos, no deja de llamarme la atención el escaso provecho que se ha sacado a la dupla Rondador Nocturno / Magik. Una asociación que ofrece infinitas posibilidades en el entorno sobrenatural del universo Marvel, pero a la que apenas se la ha sacado partido (quien sabe si por la similitud de sus habilidades teleportadoras).

Contraste viviente entre el demoniaco aspecto derivado de su herencia mutante y su férrea fe cristiana, Kurt Wagner es un ser piadoso dedicado a la virtud. Un aventurero de piel azabache envuelto en sulfuro, conectado a fuerzas sobrenaturales que rechaza pero no teme. El desertor del infierno hijo de Azazel, que tras ganarse un lugar en el cielo, volvió a traspasar la barrera transdimensional para regresar junto aquellos a los que amaba.

 
Una suerte de “anti-Constantine” que conoce perfectamente la cara del diablo, pero que se enfrenta a él armado con compasión y humanidad. Dos de los atributos que perdió Illyana junto a su inocencia, el día que el copo de nieve de los Rasputín fue arrastrada al Limbo para convertirse en esclava y aprendiz de Belasco. Al contrario que Rondador Nocturno, Magik no nació como una criatura infernal, sino que se fue transformada en ella como víctima de siete años de martirio en una dimensión ajena a la nuestra. Una niña rota que se enfrentó a los monstruos que le arrancaron el alma para hacer lo que les placiera, no con virtud y amor al prójimo, sino con brutalidad y sangre. 

Dos demonios muy diferentes, pero que no pueden escapar a lo que son. Él amante de la esgrima y acompañado por la legión de bamfs como recuerdo de su único pecado. Ella, con una dimensión demoníaca corriendo por las venas y armada con su espada alma. Conectados por la amistad con Kitty Pryde y el hermano de la segunda, nunca entenderé el empeño de Claremont en vincular al elfo azul con sucedáneos como Amanda Sefton, cuando Rondador Nocturno y Magik -la original, Illyana Rasputin- son la pareja perfecta. El investigador de lo sobrenatural sereno y cabal frente a la soberana del averno de carácter irascible y temperamental. Un demonio de vocación angelical y un trozo de cielo arrastrado a la condenación que se complementan mutuamente.


A espera de ver como les afecta a ambos la Secret Wars y si en el futuro sus caminos se cruzan, el saga Marvel va a reunirlos de nuevo, en el territorio que festeja los acontecimientos de 'Inferno'. Allí, Dennis Hopeless y Javier Garrón se han desecho completamente de la humanidad de ambos, con una Illyana que regresa a su forma más pura, escamosa y desnuda de Darkchylde, junto a un Rondador Nocturno convertido en una criatura a medio camino entre los perros de 'Cazafantasmas' y el imaginario de H.R. Giger. Dos formas muy diferentes a la que estamos acostumbrados a verlos, pero tan sugerentes como la idea de tenernos de nuevo juntos. Que lo que todavía no ha unido la continuidad, lo aproxime las llamas del evento.

lunes, 13 de abril de 2015

El síndrome de la Invasión Secreta


Hubo un momento, cuando -hace algo así como una década- las grandes editoriales recuperaron los macro-eventos y todavía no tenían claro como proceder, en el que estas comenzaron a experimentar con diferentes fórmulas y formatos. Devaluados por la irrelevancia de los noventa, los nuevos eventos tenían como base proponer ambiciosos marcos argumentales que bajo el lema Y nada volverá a ser igual, afectasen a multitud de series del catálogo editorial.

Alcanzando su máximo apogeo con la 'Crisis Infinita' primero y 'Civil War' después, estos nuevos eventos tuvieron su primer traspiés, cuando a mediados de 2008 Marvel publicó la 'Invasión Secreta'. Un evento una propuesta atractiva y que tuvo un gran debut rodeado de expectación, pero que se fue diluyendo en interés, principalmente por el hartazgo de los fans.

Siendo posible exponer numerosas razones por las que esto pudo suceder -pérdida de la novedad, historias mejores o peores, menor atractivo...-, es muy posible que tuviera un fuerte papel el desorbitado aumento del número de tie-ins, frente a una visible precariedad en la variedad de los mismos. Porque -sí- durante la 'Invasión Secreta' disfrutamos de tie-ins tan estimulantes como 'Invasión Sagrada' del Increíble Hércules de Pak y Van Lente, 'Capitán Britania y MI: 13' o alguno que otro de los usados por Bendis para relatar el desarrollo de la Invasión. Pero en general, la mayoría fueron morralla reiterativa en la que los superhéroes de cada colección vinculada se enfrentaban a invasores verdes, siempre representados con mezclas de poderes ligados a su pasado reciente y siempre superados sin mayor interés o relevancia.

Por culpa de la 'Invasión Secreta', los tie-ins con los eventos pasaron de ser un estímulo para probar series nuevas como les ocurrió a muchos lectores con X-Factor durante Civil War, a una invitación para bajarse del carro con cualquier título que se cruzara con un evento. Una situación que se vio agravada cuando apenas unos meses después, DC lanzó un crossover con fórmula idéntica, cambiando a los invasores metamorfos del espacio exterior por superhéroes zombies. 'La Noche Más Oscura' fue la gota que colmó el vaso y -desde entonces- las editoriales han tratado de limitar el número de tie-ins, o por lo menos ofrecer propuestas más variadas.


El objetivo era claramente no perder el tirón comercial de los eventos, pero a su vez hacerlos menos invasivos -de forma que los autores pudieran aprovechar los acontecimientos para enriquecer sus propios argumentos en curso-, o por lo menos limitar el número de tie-ins. Así se ha mantenido en la mayoría de crossovers publicados desde entonces, hasta que en plena 'Convergence' DC Comics decide recuperar aquella fórmula, haciendo que durante dos meses todos sus cómics publicados estén delimitados por un mismo patrón. Una oportunidad perdida, dadas las enorme posibilidades que ofrecía un evento en el que se rememoran diferentes momentos de su pasado histórico, pero que poco puede aprovecharse ante la obligación de los equipos creativos de amoldarse a la estructura del “Ciudad vs ciudad, fight!”.

 
Dejándose notar incluso en los cómics que más aliciente podrían ofrecer por cuenta propia como 'The Question' de Rucka y Hammer, volver a reiterar en esta práctica del exceso esta haciendo que -con solo una semana y sin ni mucho menos haberlos leído todos- 'Convergence' esté resultando agotador. A falta de otras siete semanas de tie-ins y con las 'Secret Wars' de Marvel en el horizonte para proseguir con los jaleos multiversales, no sería mal momento para recordar aquello de los herrores del pasado, si es que no queremos volver a caer en los mismos. 

Fuente de la imagen de portada: Zona Negativa

domingo, 12 de abril de 2015

Daredevil en tres dimensiones


Es muy triste tener que arrancar una entrada con una cita a un anuncio de Axe, pero aquello de que -en un mercado en continuo in crescendo- a veces la clave puede estar en el minimalismo de lo básico, es perfectamente aplicable al gratificante hallazgo que está siendo la nueva serie de Marvel Studios. Porque Matt Murdock no dispone de la fortuna de Batman o Iron Man, nunca ha estado vinculado a ideales tan altos como los de El Capitán América o Superman (no confundir con su primo de republicano, El Hombre de Acero) y sus poderes quedan muy por debajo de personajes como Thor o Hulk. Un héroe que no lucha contra dioses cósmicos, conquistadores mundiales ni supervillanos con el poder de centrales nucleares, sino contra especuladores, corruptos y otra fauna habitual de los criminales comunes que tan a menudo se dejan ver por televisión.

Pura fórmula Marvel, la humanización del superhéroe gestada por Stan Lee empapa toda una serie que toma el testigo donde lo dejó el 'Batman Begins' de Christopher Nolan, llevando la proximidad del diablo guardián más allá de la debilidad de su ceguera. Porque Daredevil es mucho más que un traje y el hombre que está debajo, y Steven S. DeKnight ha sabido entenderlo al erigir la Cocina del Infierno en un entorno vivo en el que la precariedad del sistema sanitario americano, el precio del terreno, las profesiones obsoletas, la falta de completos morales, la corrupción en el sistema y la escarnio del samaritano hacen imposible establecer una línea clara que separe el bien del mal.

Enfrentando constantemente a Daredevil al reto de ejercer como héroe en un mundo en el que no cabe la máxima del “Si te disparan, son de los malos”, y con la Claire Temple de Rosario Dawson como representación de la cruda humanidad que lo envuelve todo, hay dos momentos clave que definen a la perfección las virtudes del Daredevil de Marvel Studios. Contenidos ambos en el segundo episodio la primera temporada, me refiero tanto a la escena en la que que Foggy relata a Karen las historias de los figurantes del Bar de Jossie, como en la que ambos caminan por la calle cuando -llegados a un cruce- la cámara enfoca la lejanía, mostrando el tejado en el que Matt está haciendo frente a unos malhechores.

Dos escenas con las que se muestra el barrio de Nueva York en el que Daredevil lleva a cabo su cruzada, como algo más que un simple escenario. Un marco tridimensional en que cada delincuente o policía corrupto tiene un hermano o hija por el que preocuparse, y toda víctima era vecino, familiar o amigo de alguien. Y en medio de todo, Daredevil. El superhéroe que trepa por fachadas y escaleras de incendios, pero que al final siempre termina regresando al suelo para acabar con los puños manchados en sangre, el uniforme lleno de mugre y la cara partida.

Algo que ya estaba presente con el poderoso simbolismo del personajes creado por Stan Lee -aquel abogado tan ciego como la propia justicia y que tenía el superpoder de escuchar, sentir e implicarse con el entorno que le rodea- y que gracias a su serie televisiva se eleva, recuperando el espíritu de todos los Miller, Mazzucchelli, Bendis, Rucka y Brubaker. Superhéroes auténticos, no con aspecto satírico como pudieran hacerlo 'Super' o 'Kick Ass', sino reivindicando la figura del benefactor anónimo. Ese dispuesto a mancharse las manos por el barrio, como pequeño reducto que a diario nos brinda la oportunidad de intentar hacer del mundo un lugar mejor.

viernes, 10 de abril de 2015

El éxito de Star Wars


Con la publicación del primer adelanto de las ventas de marzo, Marvel puede presumir de encabezar holgadamente el mercado del cómic americano durante el pasado mes. No solo eso, sino que aparte de superar en cerca de un 15% a su inmediata seguidora, la editorial ocupa nueve de los diez puestos del top ten de ventas de marzo por primera vez en mucho tiempo. Dejando que únicamente el 'Batman: Arkham Knight' de DC Comics interrumpa su hegemonía con una discreta novena posición, buques insignia como el segundo volumen de 'The Amazing Spider-Man' se mantienen firmes, junto al aguante de la 'Spider-Gwn' de Jason LaTour y Robbie Rodriguez, más el debut de 'Guardians Team-Ups' y 'Howard el Pato'

Una gran noticia para la editorial, sin duda. Aunque quizás no tanto si tenemos en cuenta que quien encabeza el ranking de ventas no son ellos, sino los cómics de Star Wars que publican por medio del acuerdo entre Disney Pictures y Lucasfilms. Siendo la mini-serie de la Princesa Leia de Mark Waid y Terry Dodson la que encabeza el top, repitiendo de nuevo con su segunda entrega en el puesto quinto, mientras que el tercer número de 'La Guerra de las Galaxias' de Jason Aaron se mantiene firme en la segunda posición, y el respectivo de 'Darth Vader' de Kieron Gillen y Salvador Larroca en el octavo, parece ser que Star Wars ha vuelto a lo grande y lo ha hecho para quedarse. 

Quedando solo unos meses para el estreno de 'Episodio VII: El Renacer de la Fuerza', mientras Disney expande su imperio galáctico a través de las viñetas, la televisión y los libros, la expectativa en torno a cualquier producto que el logo de Star Wars no deja de crecer. Y aunque probablemente también tenga mucho que ver que sus respectivos autores estén realizando -al parecer- un trabajo cuando menos destacable, habrá que ver hasta donde llega este renovado fervor por los personajes de 'La Guerra de las Galaxias' en los cómics. No sea que los personajes de Marvel Studios terminen por convertirse en un segundo plato de su propia editorial. 

De momento, la franquicia Jedi de Marvel Cómics continúa expandiéndose, y en apenas unos meses tendremos una nueva serie con el 'Shattered Empire' que llenará el hueco entre 'El Retorno del Jedi' y 'El Renacer de la Fuerza' -y que al parecer guionizará Greg Rucka-, junto a las adaptaciones de la trilogía original que firmaron en su día Archie Goodwin, Al Williamson y Carlos Garzón, recoloreadas para por Chris Sotomayor para la ocasión. No son malos tiempos para los usuarios de la Fuerza, desde luego.

Fuente: Comicbook Resources

Brian Michael Bendis detiene a Jonathan Hickman

Todo guionista suele tener una serie de gags o tics recurrentes con los que divertirse de forma cómplice con sus lectores, ya sea arrancarle un brazo a algún personaje en el olvido o que alguien pronuncie cada equis páginas “Everything is dying”. En el caso del Ultimate Spider-Man de Brian Michael Bendis, las escenas de comisaría en las que aparecía un loco vociferando cosas que solo tenían sentido para los lectores, se habían convertido en un pequeño clásico. Presente tanto en los días de Peter Parker como actualmente con Miles Morales, la última y seguramente una de las más divertidas de todas es esta viñeta, en la que aparece un rostro fácilmente reconocible, vestido con un traje del Capitán Universo mientras grita “¡Es todo mi culpa! Si quieres culpar a alguien, ¡cúlpame a mi!

Todo ello mientras un detective de cabeza reluciente recibe sus felicitaciones por haber entregado a las autoridades a tan seria amenaza. Buen trabajo, Bendis. Echaremos estos guiños y tu Ultimate Spider-Man de menos. 

jueves, 9 de abril de 2015

La otra cara de Harvey Dent


Hay un problema que Batman arrastra desde sus orígenes, y que pocos guionistas y editores parecen entender o querer corregir: Su elenco de enemigos. Es cierto que tradicionalmente se considera a la galería de villanos de Batman como una de las mejores del cómic, pero me atrevería a decir que esto es más por el poder icónico que arrastran sus personajes entre infinidad de adaptaciones, que por los personajes en si mismo. Y es que son tantos años viviendo de las rentas, que en cuanto te descuidas se hace evidente que son prácticamente todos el mismo personaje.

Está el payaso loco del gas de la risa, el psiquiatra loco del gas del miedo, la ecoterrorista loca de los besos tóxicos, el loco avisodómico con paraguas que proyectan gases, el loco de las cara deformada y la obsesión por el dos, el loco de los acertijos, el de los sombreros... Al final todo se reduce a una caterva de locos temáticos, la mayoría de los cuales tienen un importante problema con las emanaciones tóxicas. Una herencia heredera de un pasado más simple en la que no pretendían ser otra cosa que cacos extravagantes, y por la cual se agradece cualquier esfuerzo de los guionistas que han tratado de convertir a los personajes en algo más.

Con Paul Dini siempre a la cabeza, podríamos citar ejemplos como una Catwoman que pasó de ladrona gatuna con derecho a roce a ostentar un rol mucho más complejo, la evolución del Joker, todo lo desarrollado con Mr. Freeze en la serie de animación, el Pingüino convertido en Peter Lorre al mando del café de Rick o casos frustrados como lo intentado por el propio Dini con Enigma en su etapa en Detective Comics. Pero hay un personaje concreto que no terminaba de encontrar su lugar en Gotham más allá del villano estrafalario de toda la vida, y no es otro que Dos Caras.

Personaje al que guardo un gran aprecio, ya sea por los enormes episodios con los que 'Batman: The Animated Series' reinventó su origen, sagas como 'Un Lugar Solitario Para Morir' o la trastornada mente que esconde tras su rostro deformado, -como bien tuvo el detalle señalarme otro aficionado al murciélago- en el fondo Dent no dejaba de ser otro Joker. Otro loco de rostro extraño y traje pintoresco, que guardaba una encarnizada rivalidad con Batman. La naturaleza de su enfermedad mental y el objeto de su cuadro obsesivo compulsivo quizás eran diferentes, pero la mecánica de los personajes era prácticamente idéntica.


Puede que por ello, Christopher Nolan acertase al convertirlo en el baremo de la lucha entre Batman y un Joker. Un personaje que representaba al espíritu de la ciudad de Gotham, y era parte cruzado por la justicia, parte monstruo sanguinario. Siendo probablemente una de las mejores aproximaciones recientes al personaje, ahora la papeleta cae en manos de Greg Rucka, quien ya trató a Dos Caras con franco acierto en su etapa en Detective Comics y Gotham Central y ahora lo recupera con un giro... Interesante.

Reunido en 'Convergence' junto a otros personajes fetiche del guionista -como The Question Renee Montoya, La Cazadora o Batwoman-, el nuevo Dos Caras de Rucka y Cully Hammer se nos muestra como una suerte de vigilante urbano en una ciudad en pleno caos. Un rol no muy diferente al que ostentase en el 'One Year Later' de James Robinson, con la salvedad de que en lugar de ser Harvey Dent lo hace como Dos Caras. Esto implica que a los ojos de Dent, no existen colores intermedios entre el blanco y el negro. O eres inocente, o eres culpable.


La paradoja es que esto convertiría al propio Dos Caras en un personaje entre dos aguas, que puede ejercer como aliado o enemigo -héroe o villano- según vengas las circunstancias. Unas circunstancias que como manda la base canónica del personaje, vienen determinadas por la moneda de doble cara, con uno de sus rostros deformado.

Pero al contrario de otras versiones anteriores, este Dent no está completamente en manos del azar, sino que puede tomar decisiones lúcidas sin depender de la moneda. Si a ello sumamos la extraña simbiosis resultante de aproximar las bases conceptuales de The Question y Dos Caras (Renee Montoya y Harvey Dent), puede que con el acercamiento de Rucka, DC Comics haya encontrado uno de los mejores hallazgos de esta primera semana de 'Convergencia'.

miércoles, 8 de abril de 2015

La buena muerte


Presentada hace dos años y medio, entre la larga lista de nuevos títulos de la iniciativa Marvel Now!, pocos podrán decir que tenían al 'Masacre' de Posehn y Duggan entre sus series favoritas durante los primeros meses de colección. Y es que por mucha genialidad que pudo ser la trama de los presidentes zombies, aquella incendiaria saga en la que Wade se dedicaba a aniquilar expeditivamente a los más amados gobernantes de la nación era tan pasada de rosca, excesiva y -definitivamente- Masacre, que la mayoría ni siquiera teníamos claro que pensar de aquello. Sobretodo teniendo en cuenta que los guionistas eran unos completos desconocidos salidos de la nada, y que no estaba claro si había algún plan para el personaje más allá de la burrada tras burrada.

Sin embargo, también daba la impresión que más allá del bombardeo masivo de humor grueso y el constante derrame de vísceras espontaneo, había una finísima sorna que no tenía respeto ni por el mismísimo Alan Moore, y lo más importante: No solo había un plan, sino que además era muy bueno. Los meses continuaron pasando entre paisajes mentales superpoblados, fantasmas coloniales, saltos en el tiempo y patadas a la cuarta pared, para dejar paso sin aviso al demoledor drama tras la disparatada vida del mercenario bocazas, y el recordatorio constante de que -debajo de ese escaparate de fantoche trastornado- se esconde uno de los dementes más letales, inestables y profundamente trágicos del cómic de superhéroes americano.

Fue entonces cuando quedó claro que a pesar de optar por despegarse de los secundarios habituales para construir un entorno nuevo alrededor de Wade, los guionistas conocían perfectamente lo que definía al personaje, y estaban dispuestos a explotarlo a conciencia. Así, hasta que cuarenta y cinco números, una mini-serie, varios especiales y una saga digital, la etapa de Posehn y Duggan llega a su final. Lo hace, con el conmemorativo número #250 y la compañía de unos impecables Mike Hawthorne y Skott Koblish que los han acompañado desde que Tony Moore diera por concluida su colaboración. Lo hace en un cómic repleto de material extra en el que tampoco faltan otros gamberros que han pululado por la serie y ahora vuelven para la fiesta de despedida.

Pero sobre todo, lo hace con un explosivo acto final que reúne todos los ingredientes que han caracterizado a la que probablemente sea una de las mejores etapas de Masacre, con el permiso de Joe Kelly. 'Los Aristócratas', como únicamente podría haberse titulado, supone la última gran broma de una andadura que ha sabido entender como pocas el juego de contrastes que definen a Wade, saltando a velocidades imposibles de la tensión más cruda al surrealismo más descabellado. Una broma empapada en sangre y viudas de veteranos de guerra desmembradas, con una conclusión tan delirantemente auto-consciente, que solo te queda sonreír mirando a la viñeta, procesando el cúmulo de sensaciones contradictorias que te invaden.

Tras la marcha de Brian Posehn y Gerry Duggan, llegarán nuevas historias de Masacre mejores y peores. Pero la pareja se despide dejando una gran huella en el personaje, y un broche que difícilmente va a poder superarse. Por todo el camino ofrecido y todo lo que venga con Shiklah y sus Comandos Aulladores, muchas gracias.