martes, 7 de abril de 2015

The Walking Dead, por Neal Adams


La edad es una mierda. Una obviedad tan grande que debería servir de excusa para que los del Jubilado del barrio me currasen a golpen y me arrojasen a unos setos. Pero verlo a través de artistas que valoras, apreciando como los años merman sus aptitudes y son el blanco del desdén de los recién llegados, puede llegar a ser tan enervante como descubrirlo a través de uno mismo.

Probablemente una de las figuras más relevantes dentro de la evolución artística del cómic de superhéroes, no se me ocurre dibujante que ejemplifique mejor lo injustos que podemos llegar a ser los aficionados que Neal Adams. Un dibujante que cambió por completo la narrativa, la concepción de la imagen humana y el entorno, dejando tal huella que su herencia puede apreciarse a través de varias generaciones de artistas hasta llegar a la actualidad.

Un dibujante al que a menudo no se reconoce debidamente, en beneficio de todos los Pérez o Byrne que suelen llevarse los elogios. Pero pocos ilustradores han llegado a impactarme tanto como lo hizo Adams con su entrada en los X-Men. Un Neal Adams que destrozó la cuadrícula con las composiciones de página más atrevidas -aquellas alas de Saurón como lienzo en el que narrar la historia del personaje...-, dejando infinidad de viñetas para la posteridad, pero que se ha visto en demasiadas ocasiones cuestionado por sus trabajos más recientes.

Reivindicándolo siempre que haga falta, porque tener 73 años y seguir dibujando debe importar algo -y porque su legado es demasiado grande para tomarlo a la ligera-, nunca está de más descubrir algunas de sus ilustraciones más recientes como esta pin-up de 'The Walking Dead', borrón de lápiz incluido. Va por ti, Neal, y que continúes con tus garabatos por muchos años más.

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