jueves, 29 de octubre de 2015

La Imbatible Chica Ardilla Ataca de Nuevo


"A partir de ahora me dedicaré a estudiar como la falsa capa de decencia que recubre a nuestra civilización se ha extendido demasiado tenuemente sobre el rostro de un universo monstruosamente indiferente" / "O mejor aun, ¡podrías estudiar informática de sistemas!" Con intercambios de diálogos como el que incluye el debut del segundo volumen de las aventuras de 'La Imbatible Chica Ardilla' de Ryan North y Erica Henderson me es imposible no tenerla en estima como una de mis series Marvel favoritas de la actualidad.

Lejos de aquellos días de intensa oscuridad en la que cada nuevo título buscaba ser más próximo a 'El Regreso del Caballero Oscuro' que el anterior, los aficionados de hoy en día disfrutamos de una suerte de amplio catálogo en el que no son pocas las ofertas que juegan abiertamente con el lado más disparatado y colorido del género. Quizás la culpa de todo lo tenga el éxito de 'Hora de Aventura' y el modelo Cartoon Network, con su traslado a los cómics por la oportuna visión de BOOM! Studios, pero entre el ya clásico Atomic Robo de ese genio llamado Brian Clevinger al 'D4ve' de Ryan Ferrier, pasando por la descacharrante parodia de Star Trek que se marca Chip Zdarsky en 'Kaptara', 'Sex Criminals' de amigotes y gente, 'Oh, Killstrike' de Max Bemis y Logan Faerber o 'Prez' de Mark Russell no es que falten precisamente ofertas.


Dentro de los superhéroes tampoco es que falte material a pesar de que se cancelara el 'Dial H' de China Miéville. Ahí tenemos la 'Harley Quinn' de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti o el 'Bizarro' de Heath Corson y Gustavo Duarte por la parte de DC, y a los 'Peque Marvel' y el 'Mapache Cohete y Groot' de Skottie Young junto al 'Masacre' de Gerry Duggan o el 'Howard el Pato' de Joe Quinones y el citado Zdarksy por la casa de las ideas.

Empezando su segundo volumen después de que el recopilatorio del anterior se convirtiése en un éxito de ventas, reclutar a Ryan North y la dibujante Erica Henderson fue todo un acierto de Marvel a la hora de darle su propia colección a Doreen Green. Ambos venían del mundo del webcomic, y aunque La Chica Ardilla no se encontraba en la más rabiosa actualidad en el momento en el que se pusieron a los mandos de sus aventuras -habiendo pasado sus años desde que la recuperase Bendis en Nuevos Vengadores, no hablemos ya de 'Los Vengadores de los Grandes Lagos' de Slott o su primera aparición- supieron conectar inmediatamente con su audiencia.

Todo lo que necesitas saber de dos grandes iconos del cómic
resumido en un puñado de viñetas

El secreto no tiene nada que ver con que el creador de 'Dinosaur Comics' -una locura en la que todos los días repetía la misma tira cambiando únicamente los diálogos- sea Alan Moore encarnado. Tampoco tiene que ver con que la co-creadora de 'Guilded Age' -make fun, not Warcraft- sea la nueva Frank Quitely, ni que las historias protagonizadas por la Chica Ardilla hayan llegado para sustituir al 'The Spirit' de Will Eisner. Sería posible analizar durante páginas y páginas algunos de los más descacharrantes gags del volumen anterior -como el impagable encuentro con los Vengadores-, pero al final todo puede resumirse como mera cuestión de actitud.

Una actitud de imposible optimismo kamikaze al borde de la más disparatada demencia, que queda patente de una forma tan nítida como irresistible desde sus primeras páginas. En continuo contraste con el resto de personajes Marvel, la Chica Ardilla es como un personaje que se guiara por unos principios de la física completamente diferentes y fuera consciente de ella. Un encanto cuyas raíces parecen beber de la misma fuente que los Looney Toons o aquel Homer Simpson que se convirtiera en icono generacional, tan primario, reconocible y universal, que como bien expone Hannibal Tabu en su reseña, que si va a seguir con el derroche de energía de este nuevo número #1 ojalá durase para siempre.

Y la increíble fuerza de una chica!

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