jueves, 19 de febrero de 2015

La tragedia de la Madre Pato


Había una Madre Pato que tenía cuatro polluelos. Todavía sin abandonar el blanco plumón del nido, los cuatro acompañaban a su madre a todas partes. Lo hacían, con el estrés de unas diminutas patas que apenas seguían los pasos de mamá pato, y la nerviosa curiosidad de los recién nacidos con un mundo a explorar frente sus ojos. Pero un día, una tormenta llegó del oeste, y no lo hizo con lluvia y promesa vida, sino con fuego, rugido de queroseno y muerte.

A falta de tener una imagen más clara de cual será exactamente el argumento de 'Mad Max: Fury Road' -y ojalá que no la tengamos hasta que se estrene en cine-, la mera idea de Charlize Theron graznando, mordiendo, dejándose la piel y sacudiendo las alas desesperadamente para proteger a cuatro doncellas vestales frente a a una avalancha de motores, vehículos oxidados y locos de la autopista casi me seduce más que lo que pueda ofrecer Tom Hardy como Mel Gibson.

Un Tom Hardy que -si George Miller respeta sus propias reglas-, probablemente no sea más que un figurante más, luchando por seguir vivo en medio de la locura de nuestro tiempo. Al final, la tormenta pasará, y aunque no todos los polluelos sobrevivan, nos quedará la tensión palpitante de haber sorteado el precipicio y llegar al final del viaje. Hasta la próxima estación de la madre pato. 


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