Como
consumidores de ficción desde nuestra infancia, todos tenemos una
serie de personajes por los que sentimos una especial predilección.
Si hablamos de cómics de superhéroes, en ocasiones puede ser el
protagonista, pero también el villano. Dentro de estos últimos,
mentiría si me refiriese a Loki como un personaje por el que
sintiese demasiado aprecio en mis albores como lector del universo
Marvel. El tipo tuvo el honor de ser el responsable de la formación
de los Vengadores y eso sin duda da caché. Pero al pensar en
mis primeros contactos con él, no puedo dejar de ver a un villano
ruidoso, mezquino y de aspecto corvo, siempre planeando su nueva y
disparatada maldad mientras Thor y el resto lo dejaban pulular
incomprensiblemente a sus anchas. Un Loki bastante similar al de Tom
Hiddleston en la primera película de los Vengadores, y en el que
siempre pensé como una suerte de “Gargamel” ridículo
dentro del universo Marvel.
Hay
honrosas excepciones que me hacían tenerle cierta estima como su
reinado en Asgard de los últimos días de Stan Lee y John Buscema,
pero la impresión de pertinaz mequetrefe miserable con ínfulas de
grandeza que siempre he tenido de él la tuve presente hasta el mismo
Ragnarok de Michael Avon Oeming. Pero entonces los dioses
renacieron, y la perversa vuelta de tuerca con la que Joseph
Michael Straczynski lo reintrodujo en el universo Marvel sirvió
de semilla para dar forma a un Loki muy diferente. Habiendo hablado largo y tendido de esta nueva aproximación al Dios de las Mentiras
construida a base del Reinado Oscuro, Kieron Gillen y Al Ewing,
el último acto de la gran saga de Loki concluyó dejándolo en una
situación en la que era imposible tener claro que esperar de él a
continuación. Una afirmación con la que bien podría resumirse lo
que han sido tanto estos últimos 7 años de historia en los que ha
ejercido como motor de cambio dentro de la franquicia del trueno,
como en la forma que nos lo devuelve Jason Aaron en la
penúltima saga de su etapa en Thor.
Con
la nueva Thor blandiendo el Mjolnir y Russell Dauterman como
su escudero a los lápices, el primer adelanto de la tercera entrega
de La Poderosa Thor nos presenta al hermanastro del hijo de odín
teniendo su primer encuentro con su sucesora. En la página mostrada,
podemos ver varias de las muchas formas de Loki que van desde
su look como hijo del gigante de hielo Laufey o el original de Stan
Lee y Jack Kirby hasta la versión de Straczynski del viejo Loki,
pasando por el infante de Viaje al Misterio, las versiones de Axis y
Secret Wars, otra que sin duda va a ganar a los lectores de la Chica
Ardilla y otras cuantas que ni siquiera reconozco. En medio de todas
ellas el Loki actual, cuya verdadera naturaleza e intenciones
continúan siendo un completo misterio. ¿Será el Loki redimido de
sus tiempos como Agente de Asgard, el moldeable dios de las historias
o habrá vuelto a caer por sus antiguos fueros? Echándo únicamente
en falta su forma femenina con la imagen de Lady Sif, Loki ha vuelto
y como cada vez que esto ocurre supone dejar la puerta del misterio
abierta de par en par.
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