Afincado
ya como uno más dentro del staff de Marvel, James Robinson ha
hecho un poco de todo desde su regreso a la casa de las ideas. Lo
hemos visto aplicar con mejores intenciones que aciertos la fórmula
de su Edad Dorada a los Invasores de Roy Thomas, a la par que salía
indemne en el desafío de tomar el testigo de Hickman y Fraction en
los Cuatro Fantásticos. Tampoco es que se haya mantenido ocioso
durante la Secret Wars entre su disfrutable Guerra de las Armaduras y
un La Era de Ultron vs. Marvel Zombies en la que no terminaba de
tener claro si destacar por su faceta más creativa o la que peca de
olor a naftalina. Cal y arena por parte del guionista británico.
Ahora,
con el arranque de All-New All-Different Marvel, Robinson continua al
pie del cañón con dos nuevas series del entorno de los Vengadores
programadas para el presente mes de diciembre. Una que todavía está
por llegar con la polémica de lo ocurrido a cierto personaje clásico
de la editorial -su 'Escuadrón Supremo' junto a Leonard Kirk,
claro-, mientras que el debut de la segunda serie de James Robinson
ha tenido lugar esta misma semana, con el desembarco en el mercado
americano de la nueva colección de La Bruja Escarlata.
Adentrándonos
en el mundo de la brujería y de la Historia de lo oculto en compañía
de Wanda Maximoff, Robinson ha planificado la serie como una
colección de relatos autoconclusivos en la que cada número narre
una historia y tenga un artista gráfico diferente. El barroquismo
prosaico del escritor se adapta como un sugerente vestido de seda que
envuelve a la protagonista entre callejones oscuros y rituales
paganos. Una fina frontera en la que nuestra cotianidad se pierde en
brazos de tradiciones mágicas más antiguas que el mundo, y a las
que Robinson da forma entremezclando la magia del universo Marvel con
el folklore místico de nuestro propio mundo.
El
resultado es un cómic con sabor a glamuroso vino añejo de intenso
rojo, que invita a perderse en sus páginas sin llegar a resultar
redundante con el psicotróico Doctor Extraño de Jason Aaron y Chris
Bachalo. Ambas colecciones funcionan a la perfección tanto como
lecturas complementerias como lo hacen brindando aproximaciones muy
diferentes a los senderos de la magia, siendo vital en el caso de la
serie de Robinson el trabajo de la ilustradora Vanesa R. del Rey.
A pesar de tener mucho por pulir, su estilo a lo Michael Gaydos
provee de una absorbente atmósfera a la lectura siendo junto al
carisma de Wanda dos de las tres aliadas que acompañando a Robinson
me han hecho disfrutar de este primer número de La Bruja Escarlata.
¿La
tercera? La músico de origen escandinavo Anna von
Hausswolff, cuyo cuarto álbum 'The
Miraculous' ha terminado siendo un
acompañamiento perfecto para dejarse arrastrar por este festival de
fantasmas, ojos felinos y demonios de origen celta, como en su día
lo fue 'Never Were The Way She Were' de Colin Stetson y Sarah Neufeld
para la segunda entrega de la serie de Aaron. Artista todoterreno
versada en las cuerdas percutidas y el metal nórdico, su particular
combinación entre sonidos sinfónicos y la fiereza vikinga es el
ingrediente que hacía falta para dar forma al hechizo de esta Bruja
Escarlata que nos habla de ancestrales poderes ctónicos fuertemente
arraigados al sexo femenino. Con Wanda, Vanesa y Anna, Robinson ha
encontrado a sus tres proveedoras del embrujo necesario para
conquistarme en este nuevo trabajo para Marvel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario