“He visto esto suceder otras veces. Aquí podemos asegurarnos de que
su hija tenga lo que necesita para mantenerse estimulada
intelectualmente. Esa es la parte fácil. Pero lo que debería
preocuparles, como sus padres, es que obtenga suficiente estimulo de
vosotros. A veces, la gente de su intelecto tiende a aburrirse con el
mundo que les rodea. A verse confundida y frustrada por él. Cuando esto
ocurre, la vía más fácil de escape que encuentran suele ser la de
retraerse en su propia mente y empezar a
perder poco a poco su capacidad para interactuar. Podemos llenar su
mente, sí. Pero -a riesgo de sonar poético...- es tarea vuestra llenar
su corazón y su alma. De mostrarle la belleza del mundo y recordarle la
experiencia que es la vida”
Da igual si sus protagonistas pueden surcar los cielos planeando entre
edificios, saltar entre azotea y azotea, columpiarse entre los
rascacielos de Manhattan o elevarse en el firmamento con la fuerza de un
motor a reacción. Cuando Bendis se siente cómodo en una serie sigue
teniendo una magia única para mantener los pies bien pegados al suelo y
hablar de tú a tú, recordando todas esas pequeñas cosas que
-independientemente de si eres un enmascarado en un universo de ficción o
un currela lidiando con las inmundicias del mundo de ficción- de verdad
importan. Casi terapéutico en días como estos en los que resulta más
necesario que nunca mantenerse enfocado, otro "Miles Morales"
tecnológicamente sincronizado para jóvenes en plena transformación en
adultos, padres en proceso de aprendizaje y en general cualquier lector
para el que eso de ser persona todavía significa algo.
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