miércoles, 9 de septiembre de 2015

Patsy Walker, el origen de todo


Hace más de sesenta años, el final de la era de los superhéroes forzó Timely Comics a buscar nuevas formas de subsistencia dentro de las revistas de viñetas impresas. Sin el apoyo de capas, antifaces e identidades coloridas con capucha, la editorial cambiaría su nombre a Atlas Comics, buscando una nueva heroína que poco tenía que ver con los Namor, Antorcha Humana o Capitán América que tanto triunfaron durante la II Guerra Mundial.

Eran los 50, y la nueva imagen de la compañía que evolucionaría hasta Marvel Comics ya no tenía brazos capaces de derribar a Hitler de un puñetazo o cargar a cuestas escudos irrompibles. De aspecto coqueto, piernas lozanas y cargada de frívola energía juvenil, Patsy Walker era la prima donna de una nueva era capitalizada por adolescentes atraídas por citas, aventuras veraniegas y ligues. Precursoras de todos los Peter Parkers que vendrían, sobre las que se erigirían los cimientos del universo Marvel que estaba a punto de nacer.

 La complicada historia de Patsy Walker

Mezcla de la épica heroica de los superhéroes de la Golden Age y las tribulaciones cotidianas de las heroínas románticas de los idealizados años 50, Partsy tardaría su tiempo en encontrar su hueco en este nuevo universo, siendo necesario sacrificar su pasado para reconvertirse en la defensora Gata Infernal. Así permaneció varios años como icono de segunda fila en la Marvel de los setenta, hasta que la tragedia decidió entrar en su vida en forma de Warren Ellis.

Ya no había sitio en aquella editorial de héroes oscuros de fornidas espaldas y armas imposibles para la jovial heroína -nada de super- adolescente de la América del Archie Comics, y ni aun poniéndose mejor consiguió regresar a las primeras ligas. Pero entonces algo extraño ocurrió. Marvel se encontraba en plena orgía de superhéroes ambiguos, complejidad adulta y tramas políticas con marcado aspecto social, y a alguien le pareció buena idea recuperar a la Gata Infernal con una pequeña saga a cargo de David LaFuente y el matrimonio Immonen


Aquello fue hace casi diez años, y de repente Patsy volvía a convertirse en pionera con una serie completamente a contracorriente. Una de carácter rematadamente pop y desenfado, que aunque no pasó de un islote en mitad de un desierto áspero y cínico, echó raíces tan fuertes que termino sirviendo de simiente para toda esta nueva corriente de superheroínas que estamos disfrutando hoy.

'Patsy Walker: Gata Infernal' abriría paso para todas las Bandettes, Batgirls y Ms Marvel que tanto fervor generan en la actualidad, siendo justo que -ahora que se prepara para su salto a la pequeña pantalla en la serie de 'Jessica Jones'-, la chica de los sueños de los años 50 también volviese a disfrutar de de su propio cómic. De la mano de la siempre genial Kate Leth de Kate or Die! y Brittney Williams a los dibujos, sus autoras describen la serie como las aventuras de una artista marcial sobrenatural en pugna con el constante romance de las historias en las que se empeña en embarcarla su madre. 


Señalando a 'Y de Repente Tú' y 'Broad City' en versión superheroíca como referentes -para darle todavía más glamour al asunto-, Leth y Williams afirman tomar como base sus propias vidas, con la salvedad de que ninguna de ellas aprendió a luchar contra fuerzas sobrenaturales en la Luna ni tiene al hijo de Satanás como ex-novio. Si es el caso de Patsy, quien tras su paso por la serie de Hulka vuelve a la acción en esta nueva serie en sumarse al cada vez más extenso catálogo de series con protagonistas femeninas de Marvel.

A priori, difícilmente podría sonar mejor para a la hija predilecta de Marvel de vuelta. 


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