El Doctor Extraño nunca fue como ella

A pesar de que hay gente que lo aborrece o considera contraproducente, llevo tanto tiempo usando música cuando leo que me resulta extraño sumergirme en un cómic, libro o artículo sin unos auriculares conectados al móvil o un reproductor a mano. Pudiendo suponer la diferencia entre entre un mayor o menor disfrute de la experiencia, atinar con el tema, disco o canción adecuada ha terminado por convertirse en una suerte de arte, a veces guiado por la intuición y en otras ocasiones por el mero azar.

También tengo una serie de fondos musicales recurrentes que van desde discos de Tool -'10.000 Day' es perfecto para cualquier chute de acción- o Massive Attack, hasta diferentes bandas sonoras de gente como Ennio Morricone, John Barry o Howard Shore, cuando no caen las composiciones épicas de Two Steps From Hell. Algún día tendré que hablar de canciones que terminado ligando de forma inseparable a lecturas concretas, hasta el punto de que cada vez que las retomo busco mantenerlas asociadas para revivir plenamente la experiencia, pero -hoy- esta introducción es una excusa para hacerlo sobre la segunda entrega de la nueva serie del 'Doctor Extraño' y una perfecta pareja musical propiciada por la fortuna. 

En el cómic, Jason Aaron y Chris Bachalo continúan llevando al personaje a su terreno, pudiéndose realizar una larga exposición sobre cómo llenan de vida el hogar del Hechicero Supremo, hasta hacer de este mucho más que una mera residencia. Pero como el tiempo no me acompaña, es mejor centrarme en el sentimiento de adentrarse en el lugar de lo imposible, y como el disfrute paralelo de 'Never Were The Way She Were' ha contribuido a disfrutar de la experiencia. Primer trabajo conjunto de los colaboradores habituales de Arcade Fire Colin Stetson y Sarah Neufeld, el atmosférico disco termina siendo un acompañamiento perfecto para adentrarnos junto a Stephen y la librera Zelma Stanton a través de las entrañas de esta insólita encrucijada mística en mitad del bohemio Greenwich Village.