sábado, 30 de abril de 2016

Thunderbolts de Jon Malin, Rob Liefeld como escuela



Vivimos tiempos interesantes en los que se cuestiona todo lo que se da por asumido, y en los que no resulta extraño reivindicar todo aquello que en el pasado fue denostado. Pasó con la cultura geek, ha pasado con Show Girls de Paul Verhoeven y actualmente está pasando -si no ha pasado ya- con todo ese universo arrabalero no muy alejado de lo que tradicionalmente se ha llamado cani o choni. Nada que sea difícil de entender teniendo en cuenta los ciclos que vive la sociedad en los que todo acaba volviendo, y que en Marvel Comics parece haber alcanzado su movimiento más osado con la reivindicación del estilo de Rob Liefeld y en los nuevos Thunderbolts dibujados por Jon Malin.


Responsable de X-Force, así como de iconos tan anclados en la Marvel de los noventa como Deadpool y Cable, Liefeld ha sido considerado durante años como sinónimo de lo más disparatadamente exagerado de una década ya de por si excesiva. Responsable de uno de los cómics más vendidos de la historia del cómic americano, el referente fundacional de la web satírica ADLO! ha pie a un sin fin de publicaciones analizando los desmadres de su estilo autodidacta plagado de dientes interminables, conformaciones anatómicas al borde del lo absurdo y perspectivas imposibles. Un tipo al que por sus contribuciones personales se le podría describir como un niño grande amante del skate, el fútbol americano y la cerveza, pero que además de presumir de dibujar en el auto mientras espera en los semáforos, parece tener cierta sensibilidad artística, mostrándose como admirador del finado Moebius y ejerciendo como mecenas del Prophet de Brandon Graham y Glory de Joe Keatinge y Sophie Campbell.


Tampoco han faltado los dibujantes que han seguido su estilo a pesar de ir a contracorriente de lo que todo el mundo consideraba creativamente correcto. Y aunque la mayor parte de los que lo han hecho han terminado por derivar a otros estilos -caso de Greg Capullo, Dan Panosian o Tony S. Daniel- o caído en el olvido, todavía hay quien se resiste a abandonarlo como es el caso de este Jon Malin reclutado por Marvel para los Thunderbolts de Jim Zub. Y aunque quizás termine tragándome mis palabras cuando lea todo el número, hay algo extrañamente bello en esa colección de viñetas exageradamente Liefeldianas que me hacen pensar en que podemos estar ante un Patrick Zircher encubierto, donde su asimilación del estilo de Liefeld quizás sea más una decisión artística que un verdadero contra. 

 

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