Si cualquier lector que
haya estado alejado de las aventuras de su amistoso vecino el hombre
araña o el mercenario bocazas durante un largo tiempo quisiera
reincorporarse a ello, creo que no se me ocurriría mejor serie para
hacerlo que Spider-Man/Masacre de Joe Kelly y Joe McGuinness.
Independientemente de lo que proclamen los que sostienen que los
superhéroes a penas cambian, no hay más que remontarse hasta hace
20 años -ni siquiera a sus orígenes- para apreciar las muchas
vueltas que han dado sus vidas desde aquellos días, en los que
teníamos a Peter Parker con sus exuberantes Matrimoniadas
de cama y a Wade intentando echar raíces como una macarrada extraña,
irreverente e incómoda que acababa de aparecer.