Me
encanta Batman.
Fue el primer personaje con el que comencé a interesarme por los
cómics de superhéroes, cuando todavía era un ñajo
que no sabía nada de Marvel ni de otras compañías. Aprovechaba
cualquier televisor a mano para lurkear a los Superamigos o Adam
West, aquel proyecto de persona crecería disfrutando aun más las
versiones de Tim Burton, Christopher Nolan o esa inmensa maravilla
que es la serie animada de Paul Dini y Bruce Timm. Sin embargo,
cuando toca hablar de cómics
de Batman, confieso que
no es un personaje que me apasione tanto como siendo pequeño pudiera
haber imaginado.