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martes, 15 de diciembre de 2015

Universo Spider-Man 2016, el Año de la Araña

Mientra más años sigue al frente de la franquicia arácnida, más claro me queda porqué el mandato del editor Nick Lowe a los mandos de los X-Men dio como resultado una de mis etapas preferidas de los mutantes. Muchos no verán con buenos ojos que desde su llegada el número de series del entorno del trepamuros se hayan multiplicado a niveles demenciales solo concebibles dentro de todo un Universo Spider-Man, pero la verdad es que no solo cada uno de ellos se puede seguir con una remarcable independencia de los demás, sino que ante todo presentan una variedad de estilos envidiable, donde casi es imposible no encontrar al menos un título que encaje con tus gustos.

lunes, 19 de octubre de 2015

14 portadas Marvel para enero de 2016


Como cada mediados de mes, la publicación de las novedades de Marvel Comics son un pequeño acontecimiento. En parte por saber lo que nos viene, pero también por el poder disfrutar de la creatividad de algunas de las más imaginativas portadas que nos ofrecen los artistas de la compañía. Cuarto mes de la iniciativa 'All-New All-Different Marvel', estas son algunas de las que nos ofrecen para enero de 2016:

miércoles, 3 de junio de 2015

AKA Jessica Jones, ¿es Jessica Drew?

Vamos con una de estas teorías muy locas que solo podrían tener lugar en un entorno como el que presenta la 'Secret Wars', y lo que sea que resulte de ella: Hace ya un buen puñado de años, Marvel tuvo una de sus mejores ideas al pulirse a golpe de Bruja Escarlata a la práctica totalidad de los mutantes que pululaban por su universo de ficción. Hoy algo como esto seria usado como argumento para demostrar que la editorial boicotea a los X-Men, pero en aquel entonces sirvió para limitar una sobreexplotación de personajes que comenzaba a convertirse en un problema y -sobre todo- para reducir las redundancias.

domingo, 10 de mayo de 2015

Enamorado de Jessica Drew


Nunca pensé que fuera posible. Eras la chica de moda, y cuando llegaste todo el mundo hablaba de tu pelo y como lucían los implantes en el traje ajustado. Para mi sin embargo solo eras una cara bonita. Un adorno en mitad de página que rara vez aportaba algo que no fuera servir de vehículo para las historias de otros. Hasta cuando te brindaron la oportunidad de lucirte por ti misma, lo único que supiste ofrecer fueron llantos, amenazas de suicidio y lamentarte por una vida que no era más jodida que cualquiera de los demás. No me culpes si la que me llamó la atención fue tu amiga Carol: No tengo ninguna fijación especial por las rubias, pero ella era La Mujer, y desde que se reinventó era imposible resistirse a la pasión con la que afrontaba la vida.

domingo, 15 de marzo de 2015

Fumar mata

A pesar del rechazo generado entre aquellos fans que eran incapaces de concebir un Lobezno sin su cigarro a medio terminar o a Cráneo Rojo sin su boquilla, la política de Joe Quesada contra el tabaco terminó resultando pionera a la hora de retirar el apoyo mediático a una industria con demasiados cadáveres en su armario. Y aunque todavía es posible escuchar algunas voces reacias, la tendencia general de la sociedad se ha orientado en las misma dirección de aquella radical decisión del por entonces editor de Marvel Comics, siendo cada vez más difícil ver alguien fumando, ya sea en la ficción o la vida real.

Recientemente, hasta la todopoderosa Disney Pictures ha decidido secundar la cruzada de Quesada, erradicando cualquier mención, presencia o calada de tabaco, en cualquiera de las producciones que se realicen bajo su sello (ya sean de Marvel Studios, como Lucasfilms, Pixar y demás). Siendo quizás el momento de felicitar a Joe por ser un adelantado a su tiempo con su por entonces polémica decisión, también convendría recomendarle una nueva meta, contra otro de esos vicios socialmente aceptados, que igualmente se cobran demasiadas víctimas al cabo del año: Conducir en moto sin casco.

Y es que a pesar de estar disfrutando de la nueva dirección de la SpiderWoman de Dennis Hopeless y Javier Rodríguez, la frivolidad con la que se mostraba a Jessica Drew realizando cabriolas con una moto de cilindrada alta sin ningún tipo de protección, se me antojó bastante fuera de lugar para los tiempos en los que vivimos. Porque, ojo, no hablamos de la habitual situación del cómic de superhéroes en la que el protagonista se ve de repente atrapado en medio de una escena de acción frenética, sino de Spider Woman desplazándose a través de las calles de Nueva York de cotidiano. En moto. Sin casco.

Entiendo que la imagen de una melena azabache al viento es demasiado sugerente, como podría serlo la de Nick Furia rodeado por el humo de su cigarro. Quizás sea el hecho de haber tenido varias experiencias cercanas en mi familia -por suerte ninguna de ellas demasiado graves, o al menos no para ellos-, pero mostrar tan festivamente a un superhéroe prescindiendo de una medida de seguridad tan básica me resulta una imagen demasiado anacrónica e inconcebible en pleno siglo XXI. Sobre todo cuando la diferencia entre dibujar a Spider Woman con o sin casco es tan nimia, en un cómic que por lo demás es impecable en términos de guión y dibujo.

Algunos podrán alegar que el mismo argumento podría trasladarse a las peleas del género, y que comenzar a buscarle los pies al gato podría acabar abriendo la veda para que únicamente luchasen contra el crimen los superhéroes blindados con exoesqueletos integrales. Probablemente incluso tengan razón. Pero teniendo la situación de los accidentes de motociclismo en la vida real, y las víctimas que se cobran cada semana estos caballos de metal, puede que este sea uno de esos casos en los que fuera oportuno que -siendo menos super- los personajes de cómic se mostrasen un poco más héroes.

jueves, 26 de febrero de 2015

Spider-Gwen #1, de Jason LaTour y Robbi Rodriguez


Si el número de presentación de Spider-Gwen durante la antología 'Edge of Spider Verse' ya fue un flechazo instantáneo, el debut de su serie regular despeja cualquier tipo de duda: Esta chica lo tiene. No siendo necesario lidiar con el último crossover arácnido para abordar su lectura -con el one-shot de presentación a cargo del mismo equipo creativo te sobra-, hay un ritmo cadencioso e irresistible en cada trazo, cada fuente de letra, cada color, cada viñeta, cada diseño, bocadillo de texto, personaje y composición de página de esta serie, que hacen que desde el momento en el que abres la primera página te olvides de todo y simplemente te dejes llevar por el sonido acompasado de las baquetas golpeando sobre el parche del tambor.

¿Alguna vez has entrado en un garito con el concierto empezado, y coincidiendo con la apertura de un nuevo tema has sentido como la multitud te absorbe al son de una canción con la que ni siquiera la banda parece tener claro qué está haciendo? Ese momento en el que la música cobra vida y se convierte en un ente colectivo que atrapa a público, músicos, instrumentos y la noche misma en una comunión de la que es imposible escapar.


Es la mejor forma de describir a esta Spider Gwen que parece haber estado aguardando en el limbo hasta que se dieran las circunstancias para nacer y convertirnos en su rehén. Ni siquiera hay necesidad de dar imagen de un plan a largo plazo, el personaje simplemente fluye entre capuchas a medianoche, pintadas reivindicativas con carácter vandálico, villanos de ojos rojos envueltos en brumas tóxicas, onomatopeyas impresas en falso lápiz de cera, teléfonos móviles sin aplicación de whatsapp, cómics underground de Steve Ditko, garage y un gato que se llama Murderface.

Con el dibujo de un Robbi Rodriguez cuyo trazo nervioso sería más fácil de describir como las ondas de vibración de un altavoz pintadas a colores que con alguna comparación de estilo, y un Jason Latour que sabe adivinar el momento exacto para dejar escapar sus letras, si por algo destaca Spider Gwen es por su propia protagonista. Más allá de la mera versión enmascarada del original, esta Gwen Stacy da la impresión de haber nacido en mitad de la calle, por generación espontánea a partir de un par de deportivas y con la mochila ya sobre los hombros.


Rara vez bajo techo tanto en este cómic de Spider Gwen como en el one-shot original, cada vez que la hemos visto enclaustrarse bajo cuatro paredes ha sido con la inquietud del que no se siente cómodo, y busca la más mínima excusa para salir de allí. Hacer lo suyo liberando un chaparrón de energía juvenil sobre la batería, y volver a la intemperie que es donde de verdad se siente cómoda. Una Spider Woman 100% urbana, directa y sin acomodamiento frente a las tonterías, en un universo reinventado a su imagen y con cada vuelta de tuerca a los personajes Marvel de toda la vida más atractiva que la anterior.

Muchos continuarán quejándose por esta proliferación de mujeres araña que estamos viviendo, y sin embargo, lo cierto es que Gwen, Cindy y la Jessica Drew de Dennis Hopeless apenas tienen nada en común, salvo el hecho de ser todas herederas de Peter Parker y el mimo con el que las están abordando con sus guionistas. Pero si de entre las tres hay que elegir una favorita, me temo que la mía tiene pelo rubio, los auriculares en las orejas, y solo parece estar tranquila dando guerra en una batería o repartiendo estopa entre los malos.