Cuando hablamos de
Vengadores, los hay que tienen como favorito al Capitán América y
su idealismo, el pragmatismo de Iron Man o Thor con su carácter
regio. En mi caso, Pantera Negra me caló muy hondo desde el
primer encuentro. No tenía la menor idea de quien era aquel
enigmático enmascarado con el que se ponía en contacto Ojo de
Halcón, pero la mirada felina, su uniforme integral de obsidiana
eterna y el contraste entre exotismo de un entorno tribal y la
tecnología imposible se encargaron de hacerlo todo.