Superman y su ilimitada fuerza. Ese argumento tan a menudo esgrimido por los
detractores del personaje al hablar de las razones de su falta de
interés, y que ha terminado por convertirse en una de las mayores
falacias por parte de los que no entienden al último hijo de Krypton
en absoluto. Solo con su primera aproximación cinematográfica al
personaje, Richard Donner ya se encargó de demoler la máxima
de forma incontestable, por medio de una escena de tres minutos en la
que reflejaba perfectamente la tragedia del hombre más fuerte del
mundo.