De todos los dibujantes
de la escuela Davis que se prodigaron a lo largo de la década
pasada, era Bryan Hitch con su espectáculo Widescreen quien se
ganaba la mayor parte de los elogios y la atención del fandom. En mi
caso -por el contrario- era el británico Trevor Hairsine con
ese trazo nervioso y sus endemoniadas ambientaciones quien de verdad
me encandilaba. Quizás tenga que ver con ser un apasionado del arte
de Neal Adams, dibujante clásico con el que siempre le he visto numerosas
similitudes. Sin embargo, Hairsine tenía un problema, y eran las
fechas de entrega. Porque más allá de sus primeros pinitos en
'Cla$$War' y su paso por Marvel con 'Ultimate Six',
'Ultimate Nightmare' o 'Génesis Mortal', tampoco puede
decirse que se haya prodigado demasiado para ser un tipo con veinte
año de carrera a sus espaldas.