Durante años, los
Inhumanos han sido uno de los conceptos más fascinantes y a
la vez pobremente desarrollados del universo Marvel. Creados como una
especie de amish pseudo alienígenas que habían prosperado
como raza al margen de la humanidad, más tarde descubriríamos su
papel como arma Kree en su largo conflicto con los Skrull,
para terminar rompiendo su hermetismo interactuando con la Tierra y
el cosmos. Definidos durante años como el colectivo metahumano más
poderoso de Marvel, su naturaleza a medio caballo entre el desarrollo
del potencial humano y la exploración de las estrellas los convirtió
en una parcela incómoda, con la que la editorial muchas veces no
tenía demasiado claro que hacer.