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viernes, 20 de febrero de 2015

Juego de ajedrez de sexo, psicoanálisis y muerte


Utilizando el escenario la centroeuropa del psicoanálisis como excusa, 'Un Método Peligroso' dispone un perverso tablero de juego con piezas tan sugerentes como Sigmund Freud, Carl Jung, Sabina Spielrein y Otto Gross. Entre lo más estimulante de la última etapa de David Cronenberg, la adaptación de la obra teatral de Christopher Hampton puede considerarse una prolongación de aquella máxima de Woody Allen, haciendo del cerebro nuestra segunda zona erógena favorita (si es que en realidad no es una extensión de la primera). 

Intelectualismo, parafilias, represión, sometimiento y pasiones desenfrenadas se dan la mano sobre el asiento de la extenuada burguesía de finales del XIX, con un cuarteto protagonista que transmite tanta tensión sexual que serían capaz de partir la pantalla en dos y salpicarte la cara. El sexo como juego de poder, donde el cortejo se esgrime mediante teorías sobre los más retorcidos engranajes de la mente humana, y no hay orgasmo final hasta ponerte por encima del otro.

Una Historia de Sobreactuación


Hay películas que te tiras tanto tiempo deseando ver, que cuando al fin lo haces se convierten en una enorme decepción. Ganándose su puesto con todos los honores, 'Una Historia de Violencia' de David Cronenberg acaba de entrar de cabeza en esa infame lista, no estando -ni lejanamente- a la altura de lo que me habían vendido de ella. Y aunque desconozco si en su momento ya era así, si el tiempo no la ha tratado bien con todo lo que de ha estrenado durante estos últimos diez años o solo cosas mías. Pero si algo me ha llamado especialmente la atención ha sido la catastrófica actuación de Maria Bello como sufrida mujer de Viggo Mortensen.

Probablemente esté siendo injusto, quizás haya algo que no he apreciado, pero verla forzar el llanto hasta en las situaciones menos oportunas -concluyendo a carcajada limpia por mi parte cuando trata de ahogarlas en el hombro de su esposo-, está entre lo más demencialmente hilarante que he visto en mucho tiempo. Que hubiera estado nominada incluso a un par de premios importantes es algo que se me escapa. O quizás no, porque en las partes en las que a su personaje le corresponde aportar serenidad o protagonizar escenas tórridas con Hidalgo, la actriz cumple de sobra. Pero cuando le toca ponerse dramática... El Jeremy Irons de 'Dragones y Mazmorras' debe estar orgulloso.