
Una portada. Es todo lo que ha necesitado
Rafael Alburquerque para
convertirse en el centro de atención mediático, en lo que pretendía
ser un homenaje a
'La Broma Asesina' y ha terminado dando
lugar a una intensa polémica que mantiene divididos a los
aficionados. Recibiendo presiones en forma de opiniones de numerosos
frentes, su portada protagonizada por el
Joker y Batgirl ha
dado pie a innumerables cuestiones sobre los límites de la libertad
de expresión de público y creativos, las fronteras entre censura y
la enmienda o si admitir un error equivale a ser víctima de la
presión mediática, en un momento especialmente delicado (en el que
los atentados de
Charlie Hebdo están tan recientes como el
Gamer Gate). De foco de los argumentos acusadores del frente
'Women in Refrigerators' a cuestionado por su
sometimiento a los talibanes
del SJW, no escribo estas líneas para transmitir mi opinión
-que ya lo he hecho suficiente en otros lares, y cada uno tenemos la nuestra-, sino
las del propio Rafael Alburquerque en su entrevista ofrecida para
UOL. Dejando aquí el enlace a su
traducción al inglés y
la original en portugués para todo el que prefiera leerla de mano del
autor que ha originado la polémica, probablemente pueda servir de
utilidad para aquellos que estén tomando parte en los debates
surgidos a raíz de la portada y puedan estar interesados en las
palabras del autor pero se vean limitados por cuestiones
lingüisticas.
UOL
- ¿Crees que la portada ha sido malinterpretada? Rafael
Alburquerque – Creo que la portada ha dado pie a muchas
interpretaciones. Después de todo, el problema no es la portada en
sí, sino la serie donde se habría publicado. Un cómic orientado a
una audiencia femenina juvenil no debería tener una portada como
esta. Más allá de la cuestión sobre quien tiene la razón y quien
está equivocado, la portada que dibujé no se amoldaba al propósito
que debería tener.
UOL
– El cómic clásico 'La Broma Asesina', publicado hace 25 años,
contenía mucha más violencia gráfica contra Batgirl que tu
ilustración. ¿Crees que la gente criticó tu portada sin tener en
cuenta el material de base? Rafael Alburquerque – No lo se.
Pienso que los que conocen 'La Broma Asesina' entendieron el
objetivo. Pero de nuevo, lectores jóvenes de entre 14 y 17 años no
tienen la obligación de estar al tanto de dicha historia, y creo que
tanto la editorial como yo erramos inintencionadamente al pensar que
la imagen sería apropiada.
UOL
– La portada fue retirada a petición tuya, pero ¿recibiste algún
tipo de presión de algún sector o persona de DC Comics para
hacerlo? Rafael Alburquerque – No, la decisión quedó en
mis manos. He visto a mucha gente hablando sobre la libertad de
expresión y comentando que cedí ante la presión, pero siempre he
estado del lado de las minorías y considero que era lo correcto. Un
cómic que pretende elevar la estima de las mujeres no debería de
tener una imagen que puede sugerir lo contrario. En otra serie
probablemente habría tenido sentido, pero en la actual serie de
Batgirl. La libertad de expresión también implica no transmitir
aquello que no quieres, y es exactamente el derecho que estoy
ejerciendo aquí.
UOL
– Cada vez es más habitual ver cuestionado el contenido de los
cómics, en relación a temas como el exceso de violencia y la
sexualización de la mujer. ¿Consideras estas protestas válidas?
¿Crees que incluso si son válidas pueden estar siendo exageradas, y
pueden llegar a poner en peligro la libertad creativa de dibujantes y
guionistas? Rafael Alburquerque – Son completamente
válidas. Toda la industria siempre ha sido sexista y estamos tan
acostumbrados a ello, que en este momento de apertura es importante
revisar nuestros valores y posturas. Creo además que,
independientemente de las posición de cada uno, el diálogo y el
respeto es esencial para no provocar división dentro de la
industria. El respeto es mi principal bandera aquí.
UOL
- ¿Qué deberíamos aprender de este incidente, desde tu punto de
vista? Rafael Alburquerque – Más allá de la postura de
cada uno frente a la portada, las cuestiones sobre el feminismo o la
libertad de expresión, es importante escuchar y aprender. Empatizar
con aquellos que tengan una opinión diferente a la tuya, poniéndote
en la situación de otras personas y replantearte las cosas. Las
discusiones de Internet tienen a convertirse en infantiles berrinches
de parte de un lado u otro, y es lo que hace que la gente pierda
interés en las cosas. Las criticas son siempre bienvenidas, pero el
respeto por aquellos que realizan, publican o no están de acuerdo
con algo no es incompatible con ellas. La libertad de expresión no
puede limitarse únicamente a lo que te te gusta o lo que quieres,
sino que debe emplearse con responsabilidad.
Como extra, recomendar el texto de
Raúl Atreides al respecto, francamente interesante, incluyendo su propuesta de como habría mejorado la imagen.