Teniendo
todavía reciente la conversación sobre como las visionarias obras
de George Ornwell y Aldous Huxley fueron capaces de desentramar el
funcionamiento de la sociedad y el futuro hacia el que estaban
avocadas, la tercera entrega de 'Prez' ha tenido en su haber
recordarme una de esas incontestables verdades que se te quedan
grabadas a fuego cada cierto tiempo: Las distopias como '1984' o 'Un
Mundo Feliz' pueden ser peligrosas.